-¿Que hiciste qué?
-No tiene porqué suceder nada malo.. ya te he dicho, lo único que tienes que hacer es venir conmigo y tu amiga estará bien.
-Estás loca. No confío en ti.
-No necesitas hacerlo. No eres tonta, no te estoy invitando a tomar el té con masitas.
-Veo que la maldad no arruina el sentido del humor.
-Sólo acompáñame.
-Es una casualidad que Nathalie no me atienda, no tiene nada que ver contigo, no vas a conseguir enredarme.
-Bueno María, si tu puedes vivir con la duda... Entonces que tengas un buen día. -Alba le dedicó una última mirada cargada de intención antes de darse media vuelta para volver al pasillo. Dio apenas tres pasos mientras María se debatía.
-Espera.
Alba se detuvo y aunque María no podía verla, sonrió satisfecha.
-Está bien. Te acompañaré.
Salieron al pasillo dejando atrás las oficinas de dirección y secretaría. María dedicó una mirada a la puerta de la oficina de Esteban, no sabía qué sucedía ahí dentro, pero estaba segura que lo mejor sería alejar a Alba de aquella conversación. Además estaba preocupada por su amiga y seguiría su juego, era evidente que aunque fuera un gran riesgo, sería mejor no perder a la vicerrectora de vista, la mujer parecía ser una bomba de tiempo a punto de comenzar a correr.
Mientras avanzaban una al lado de la otra, se cruzaron varios alumnos y profesores por los pasillos, el horario de inicio de clases se acercaba y pronto el colegio estaría a pleno. Nadie osaba acercarse a saludar a Alba, que generaba un halo de distancia con su presencia, pero algunos alumnos observaron a María extrañados, no había asistido a las clases del día anterior y la miraban confundidos.
Después de subir escaleras y doblar en varios pasillos vacíos, María comenzó a ponerse nerviosa.
-¿A dónde vamos? -preguntó.
-He pensado que te gustaría una visita guiada por el colegio. Has estado con nosotros tan poco tiempo que a lo mejor no has llegado a conocer todas nuestras instalaciones. Es una pena que nos dejes tan pronto.
-No tengo ganas de jugar, dime de una vez qué quieres.
-Entra. -Alba se detuvo finalmente y señaló una puerta.
María miró a ambos lados del pasillo, no había nadie allí. Dudó sobre qué hacer, no estaba segura de hasta dónde podría llegar Alba por conseguir su propósito.
-Ya fue suficiente. No voy a entrar a ningún lado. Dime dónde está Nathalie.
-No lo recuerdo. -Alba levantó los hombros.
María se movió rápidamente y la tomó de las solapas de la chaqueta para apoyarla contra la puerta con brusquedad. Alba pestañeó sorprendida y apenas pudo reaccionar. La profesora sacudió a la mujer con rabia mientras ella la tomaba de las manos intentando que la soltara.
-No sabes de lo que soy capaz por defender aquello que amo. Vas a decirme donde esta mi amiga en este momento. -María se defendía de los brazos de Alba, que se sacudía para intentar liberarse intentando arañarla y golpearla.
De pronto, Alba se quedó muy quieta y sonrió. María frunció el ceño, extrañada, aflojando levemente la presión de su agarre.
-Tú tampoco sabes de lo que soy capaz -dijo con una calma pasmosa mientras tanteaba el picaporte de la puerta en la que estaban apoyadas para abrirla y que las dos cayeran fuera de eje dentro de la habitación.
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La Profesora
FanficLa vida ordenada y rutinaria del Director del Colegio Santa Andere, Esteban San Román, da un giro inesperado con la llegada de María Fernandez Acuña, la nueva profesora suplente. Atado por una historia del pasado que todavía no termina de comprender...