CAPITULO 11: PROMESAS

16 0 0
                                    

¡¿ QUÉ ?! A su casa. ¿Solos? ¿Como una cita?

Estaba buscando la forma de hablar para preguntarle cuando me acordé de algo importante. Mierda, le había prometido a mamá que el sábado lo pasaríamos juntas porque ese día hace siete meses fue cuando papá nos dejó y sabía que ella no quería estar sola. No podía dejarla tirada.

Así que, a riesgo de parecer que ignoraba al chico tan guapo que tenía delante y perder la oportunidad, tuve que rechazar su oferta.

-El sábado no puedo, tengo planes. -Dije escuetamente porque tampoco me apetecía sacar el tema de mi padre.

-¿Es una excusa para salir huyendo de mi otra vez princesa?¿O tienes una vida social muy ajetreada?

Me seguía mirando como si ni existiera nada más a su alrededor y de verdad le importase todo lo que yo fuera a soltar por la boca. Sonrió esperando mi respuesta.

-Simplemente hice una promesa a alguien importante y si yo digo que voy a estar con alguien lo estoy... -Susurré algo avergonzada por mis palabras pero sin dudar de ellas ni un instante.

-Eso me gusta. -Dijo él sonriendo de lado.

Nos quedamos unos segundos sosteniendonos la mirada en completo silencio (algo que ya se estaba haciendo costumbre entre nosotros), hasta que sentí que empezaba a sonrojarme y la aparté.

-Buenas noches princesa. -Se acercó lentamente hasta susurrarlo en mi oído para después apartarse ligeramente dejando un beso en mi mejilla.

Se me erizó la piel de los brazos y sentí algo de frío al notar su cuerpo alejándose del mío. Y como no conseguí articular ninguna palabra, simplemente sonreí ligeramente, abrí la puerta del coche y caminé hacia la puerta de casa.

Me esperaba una semana larga y estaba segura que el sábado con mamá iba a ser duro, pero también sabía que debíamos apoyarnos la una a la otra estos días, y aunque ella tuviese que apoyarse más en mi, entonces yo estaría ahí para sujetarnos a las dos.

Por suerte, la semana no se me hizo tan larga como esperaba, incluso hice un amigo en clase. Se llama Steve, va a clase de francés y literatura conmigo, según le vi levantando la mano en clase para decir su opinión sobre el libro que nos habían mandado leer supe que nos llevaríamos bien.
Y así fue, de hecho, estábamos yendo a clase de francés el jueves por la tarde cuando me contó que al día siguiente era su cumpleaños y que iba a dar una fiesta en su casa.

Me pareció una idea genial ir, además, Steve me había caído súper bien y me apetecía celebrar su cumpleaños con él. Como solo iba a conocerle a él en la fiesta, Steve pensó que me sentiría más cómoda si llevase a algún otro amigo mío, así que me dijo que podía invitar a quien yo quisiese. A mi personalmente no me importaba estar rodeada de desconocidos (soy una chica sociable o lo era antes de mudarme aquí) pero me pareció muy amable el gesto de Steve, así que le dije que llevaría a Kate conmigo. Se despidió de mi asegurando que tenía ganas de conocer a Kate y yo me fui a buscar a esta para volver a casa.

Estuvimos hablando todo el camino de la ropa que nos íbamos a poner al día siguiente, hasta que Thommy nos mandó callar llamándonos pesadas. Estaba enfadado porque no podía venir a la fiesta con nosotras y tenía que cenar con sus primos a los cuales no soportaba y hacían siempre comentarios homófobos cuando le veían. Pero le aseguré que le mandaríamos muchas fotos y que a la próxima fiesta que hubiese vendría con nosotras, así que se relajó y opinó sobre las opciones de conjuntos que teníamos para la fiesta.

Al final nos decidimos por una blusa blanca que dejaba el abdomen descubierto y unos pantalones vaqueros para mi y algo parecido a una falda de color rosa y una camisa ajustada para ella.

Esa noche me acosté con ganas de que llegase el día siguiente y con una sensación de paz en el cuerpo. Puede que mudarnos sí fuese lo que mamá y yo necesitábamos, puede que en algún momento llegásemos a llamar a esta casa nuestro hogar y puede que en algún momento llamasemos a este pueblo nuestra gente. A lo mejor podíamos llegar a ser felices aquí de nuevo y formar una nueva vida con gente que valga la pena.

Esa noche me acosté pensando en la cantidad de posibilidades y oportunidades que había hay fuera para nosotras y creo que hacia mucho tiempo que no era tan positiva y volver a serlo me hizo sonreír.

Lina & AlexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora