Capitulo IX.

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La perdida puede cambiar al más bondadoso corazón.

ShantilliBustamante

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-¡Todo es tu culpa!


-¡Katsuki! - Reprendió Aizawa, Mitsuki aun estaba en Shock.

- ¡Izuku! - Inko volvió a correr hacia su pequeño a protegerlo.

Pequeña nota : este capítulos se desarrolla en su totalidad en la Tierra del Fuego, Aldea de la Hoja, por ello no coloque la ubicación.

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Las nubes oscuras cubría el cielo, como si de una manta fuese. Las calles solitarias y tristes, en cada una de estas colgaban grandes moños negros, al igual que la ropa que portaban los habitantes.

Con sombrillas y sombreros, se cubrian de las frías gotas de agua que caían del cielo, que parecía llorar una gran perdida.

Cientos de flores blancas eran puestas con cuidado, amor y admiración frente a donde sería el nuevo lugar de su amado y respetado líder.

A pie de la zanja , grandes arreglos florales de lirios blancos, con rosas rojas, claveles y varias rosas blancas, juntos con arreglos de hierva verde.

Estás flores representaban, la tranquilidad del alma del ser más querido por la mayoría de su población, el amor y el respeto por parte de las rosas, y la pureza de su corazón del líder. Si perfume se esparcía por toda la aldea, pues los lirios tranquilizaban el alma que yacia en la caja de madera dorada al centro, preparada para ser hundida.

En memoria a su persona, una imagen de una lobo fuerte, el líder, sobre la cabecera de la tumba, la sección privada del cementerio, abriera solo significaba una cosa, un buen líder se iba, y era hora de despedirlo.

Cada habitante se encontraba en ese lugar, depositando sus flores para de alguna forma demostrar su admiración que habían tenido por el alfa y el recuerdo que estará en sus corazones y memoria.

Inko Midoriya derramaba lágrimas al igual que el pequeño cachorro peliverde en sus brazos. El consejo de ancianos reunido, su expresión sería , demostraba nostalgia en los rostros de algunos, mientras en otros no mostraban nada. Lord Haruka dirigió su vista al cachorro. Y en ella se aprecio odio, para luego dirigirla al heredero al trono, Katsuki quien por su orgullo no derramaba lágrimas alguna, sus ojos rojos más aún de habitual mostraban el esfuerzo que estaba realizando por no derrumbarse. A su lado estaba Shota Aizawa, todo contrario de Kirishima Eijiro, un profundo dolor en su pecho y garganta se atoraba, contemplando como el padre que lo crío es ahora guardado en una caja de madera y posicionado sobre la zanja, esperando ser bajado y no volver a verle, ni una vez mas.

Deku, El Guerrero InvencibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora