Legado Desecho

Capítulo 19

Maldijo, dejándose caer desde los pabellones más altos, apresurándose a escapar.

¡Se estaba volviendo descuidado!

Sus oídos se crisparon al escuchar el sonido distintivo de una cuchilla cortando el viento, que se dirigía directamente hacia él.

Su mano arremetió, encontrando un sólido agarre en una rama que se partió con su impulso pero fue suficiente para desviarlo del camino del kunai antes de que golpeara el suelo con una voltereta.

Estaba a punto de mirar hacia arriba cuando se vio obligado a tirar de su mano hacia atrás, evitando por poco la mordedura mortal y venenosa de la pequeña lagartija que había estado al acecho allí.

Detectó que la ilusión estaba siendo arrojada sobre sus sentidos y la disipó un segundo demasiado tarde, el impacto vino, literalmente de la nada, un golpe brutal que le partió la cabeza y el cuello hacia atrás, disipando el genjutsu que había sido colocado sobre él a tiempo para ver que derviche giratorio de un arma siendo empujada hacia abajo para cornearlo mientras caía.

Golpeó el suelo y siguió adelante, hundiéndose bajo la superficie cuando el arma enterró una de sus cuatro hojas en tierra y roca en lugar de carne y hueso.

Sintió el peligro justo debajo de él un segundo antes de que llegara.

Con una explosión que lo envió volando hacia la línea de árboles con la mitad del suelo del bosque, apenas tuvo tiempo para que sus ojos se adaptaran a la luz del día antes de que la luz fuera eclipsada rápidamente por un monstruo.

Ocho extremidades se aferraron a él, los colmillos perforaron la carne y la tela para inyectar una neurotoxina paralizante en su torrente sanguíneo.

Luego desapareció, reemplazado por un tronco.

Sonó una alarma.

"¡Qué, me estás tomando el pelo!" El grito de indignación de Ryoko se pudo escuchar en Konoha propiamente dicho.

Kyofu salió de las sombras del bosque, apenas un susurro de sonido para anunciar su movimiento. Aunque no dijo nada, la expresión de su rostro decía mucho de su disgusto.

"Mejor suerte la próxima vez." El sannin dijo arrastrando las palabras, saliendo de su propio escondite, con el rostro plácido y tranquilo mientras se enfrentaba a sus dos estudiantes furiosos.

"Estábamos tan malditamente cerca esa vez". Ryoko siseó

"Cerrar no cuenta". arrastró las palabras. " Casi , cortar a alguien es tan útil como un martillo de vidrio". Sacudió la cabeza, indicando el pueblo. "Adelante. Hemos terminado por hoy".

Ellos obedecieron, con Ryoko emitiendo un saludo burlón antes de darse la vuelta para irse.

Orochimaru esperó a que estuvieran fuera del alcance del oído antes de permitir que sus hombros se hundieran, respirando profundamente mientras se sentaba, tirando de su camisa para revelar los dos agujeros que habían perforado en su carne.

se estaba haciendo viejo...

O era mejor maestro de lo que deseaba ser.

A los dieciocho y veintiuno respectivamente, estos niños deberían estar todavía a años de vencerlo.

Pero se habían acercado hoy...

Sarutobi le había dicho una vez que una persona se mide por la calidad de la adversidad.

Se preguntó si eso era más un complemento para sus alumnos o para él en este momento.

Gruñó, poniéndose de pie con algo entre un gruñido y un gemido.