Legado Desecho

Capítulo 30

El Tsuchikage se estaba reuniendo con el Daimyo de Hi no Kuni.

La noticia corrió por el pueblo como un reguero de pólvora, provocando una reacción que bien podría describirse como 'mixta'.

Si bien las conversaciones se silenciaron y los susurros se desvanecieron cuando ella se acercó, la mayoría de las veces la gente no la notó, lo que le permitió escuchar a escondidas con impunidad.

La mayoría de las personas que había encontrado no sabían qué sentir. Era más que nada una adormecida sensación de confusión que captó. A veces, incluso un cauteloso, esperar y ver. Con otros, sus sentimientos la hicieron sentir un poco mejor, sintieron que era hora de... si no paz, al menos hora de enterrar el hacha. Luego estaba, por supuesto, el grupo duro y enojado que ni siquiera quería considerar la idea. O quién estaba adivinando que esto no era más que una trampa... de cualquier lado.

Era... más triste que cualquier otra cosa, descubrió. El puro odio que la gente de aquí sentía por cualquier cosa remotamente relacionada con Hi-no-kuni. El odio era profundo hasta los huesos . Hasta el punto de que había escuchado no menos de tres grupos diferentes de personas que decían que su abuelo, su abuelo, que había dirigido el pueblo desde antes de que la mayoría de la gente de este pueblo viviera, no era apto para permanecer en el cargo si él incluso estaba considerando esto de alguna manera legítima.

Eso la hizo preguntarse... la hizo preocuparse. Sabía cuánto odiaba su abuelo a Konoha. Era prácticamente un elemento básico de conversación entre él y cualquier otra persona de la familia cada vez que se mencionaba el tema.

¿De hecho estaba haciendo esto solo para tender algún tipo de trampa? ¿Alguna estratagema elaborada?

Esperaba que no... realmente lo hizo. A pesar de toda su charla sobre dejar su amistad con ellos en la puerta del palacio de Koutou, seis años no se pueden borrar sin importar cuánto lo haya intentado.

Y ella lo estaba intentando.

Y así fue que, después de más de un mes de estar en el pueblo, encontró el coraje para marchar hacia la torre Kage, moviéndose por los pasillos con una facilidad provocada por la familiaridad más que por la práctica.

Pensó en detenerse ante la secretaria, pedir permiso para entrar... pero de inmediato descartó la idea.

Ella nunca solía pedir permiso. Ella nunca lo necesitó.

¿Por qué cambiar las cosas ahora? Especialmente cuando existía la posibilidad de que la rechazaran.

Pasó directamente junto a ella, y la mujer del escritorio levantó la vista de su trabajo a tiempo para ver la parte de atrás de su cabeza mientras marchaba hacia las puertas dobles.

"¡Señorita! ¡Señorita! ¡No puede entrar ahí!"

Giró la perilla y la abrió, ignorando las protestas detrás de ella.

Onoki levantó la vista de su escritorio, la irritación clara en las líneas de su rostro antes de que la viera, y la emoción inicial fue reemplazada rápidamente por sorpresa.

"¿Kurotsuchi?"

La secretaria finalmente lo alcanzó. "Lo siento, señor, ella acaba de pasar y yo-"

"E-está bien, Nanao". Dijo su abuelo, levantando la mano antes de despedirla. "No te preocupes, hablaré con ella".

La mujer asiente, y Kurotsuchi casi podía sentir el resplandor en la parte posterior de su cabeza cuando pasó por el portal y entró en la habitación, la puerta se cerró detrás de ella.