Legado Desecho

Capítulo 79

No hay tiempo. Hay demasiados. No podrá retenerlos a todos.

Naruto no espera. no duda

Pero él puede soportar lo peor.

Él vuelve los ojos, mirando a Tenten, y ella ve su intención. Su sorpresa es clara, su furia aumenta, pero antes de que pueda expresarlo-

El se fue.

El mundo se vuelve borroso a su alrededor, la velocidad y el shunshin, llevándolo lo suficientemente lejos.

Chakra pulsa a través de él, recorriendo su cuerpo, estirando su Tenketsu tanto que duele.

El mensaje es claro.

Estoy aquí. ¡Venir a buscarme!

Los siente, pequeños pinchazos de luz, llamas parpadeantes a través de sus sentidos.

Seis. Seis de ellos arden como hogueras.

Esos seis acuden a él, junto con una docena más.

Pueden prescindir de ellos.

Los demás se vuelven hacia los restos hechos jirones del grupo de batalla de Tenten y él solo puede esperar que se haya alejado lo suficiente como para dejarlos correr, dejarlos escapar.

Su chakra vibra a través de él, pulsando al ritmo de los latidos de su corazón, creciendo en tono, construyendo en intensidad.

'No. Ser. Estúpido.'

La voz de Itachi vaga por su mente, sus ojos de ónice lo miran, implorándole que le haga esa promesa.

Él hizo.

Y no tiene intención de romperlo.

Si va a ganar, si va a tener siquiera una oportunidad de ganar...

Él no puede contenerse.

Ojos abiertos, marcas anaranjadas esparcidas por su rostro. "¡Kuchiyose!"

(X)(X)(X)

El Horoki de Takigakure se tumbó en el barro. Sus ojos miraban hacia el cielo, con los ojos muy abiertos, las venas rojas abultadas con sangre coagulada, los labios morados, la lengua negra.

El hombre estaba muy muerto. Y Konan sabía que su tenue y frágil alianza se volvía mucho más frágil.

"Takigakure es consciente de que está desaparecido". Ella arrastró las palabras, la voz superando el silbido de la lluvia que siempre caía. ¿Están seguros de que está muerto?

"No hasta el momento, mi señora". Un jounin inclinó la cabeza hacia abajo.

"Debemos mantenerlo así el mayor tiempo posible. ¿Quién más sabe?"

"Nadie más que yo, mis hombres... y, por supuesto, quienquiera que lo haya matado".

Sus labios se fruncieron. Se podía confiar en sus hombres. Pero quien haya matado a Horoki no estaría inactivo por mucho tiempo. Lo más probable es que él, o ella, o ellos ya estuvieran tratando de confirmar el liderazgo de Takigakure de alguna manera.

Necesitaba evitar esto... rápido.

"Invita a Ishurin-dono a mi residencia".

"¿Qué razón debo dar? Él no confiará en nosotros con la ausencia de Horoki-sama".

"Usa la razón que quieras, no me importa, solo hazlo".

"Lo entiendo, señora".

Se volvió hacia dos de sus otros hombres. "Trae el cuerpo".