✞︎ 𝐸𝑝𝑖𝑠𝑜𝑑𝑖𝑜 #12

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Me quedé pensando quien era el desconocido que me había escrito. Según mi mente privilegiada, las únicas personas que sabían que estábamos aquí eran mi madre, los padres de Mys y NamJoon.

Procedí a hacer lo que la mayoría de las personas, para no decir todas, hacen en estos casos:

                                                         Yo:
                                           ¿Quien eres?
                                                   10:52 A.M 

Pues era obvio que en estos casos tengo que preguntar quién demonios es.

Desconocido:
Que rápido olvidas
a la gente.
                   10:53 A.M

A mí mente llegó la posibilidad de que sea NamJoon, pero lo que me llevó a descargarla fue: de ser él, me hubiera dicho en la videollamada o me están haciendo una broma.

Dejé mi teléfono de lado, estaba pensando demasiado todo, al punto de darme un dolor de cabeza no tan fuerte pero si como para que vaya a tomarme una pastilla.

Fuí hasta la cocina, abrí el refri y busqué el calmante a mi dolor. Tengo suerte que mi mamá me enseñó a ser precavida y traje algunas cosas de medicina, más que estamos en un bosque en medio de la nada.

Una vez encontré el medicamento, saqué un pequeño pomo de agua.

Cuando la pastilla se deslizó por mi garganta me dirigí al sofá viendo que aun Mysie y su amigo seguían hablando.

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No tengo ni la más mínima idea de cuando me dormí pero solo sé que me desperté ya de noche y todo gracias a los pellizcos de mi amiga en mi brazo.

—Elysia —me volvió a pellizcar esta vez más fuerte—. Ups, lo siento.

—Cállate —ordené.

—Que mal humor llevas siempre hija - dijo con un poco de fastidio—, te pareces a mi madre - finalizó.

—Ya me has quitado el poco sueño que me quedaba —resoplé.

—Bueno ya, da igual, no podías seguir durmiendo ahí. ¿Sabes el golpe que le diste a mi pobre hombro cuando caiste dormida? —se quejó fingiendo llorar.

Una de las características más resaltantes en Mysie es su dramatismo. Todo esto debido a que cuando pequeña, actuó en muchas obras de teatro. Recuerdo cuando le tocó hacer la obra de Romeo y Julieta, la que le caía mal era Julieta y Romeo, nada más y nada menos que su crush. Imposible olvidar su cara de celos.

—Ely —me sacó de mis pensamientos —. ¿Vas a hacer la cena? —preguntó.

—¿En serio me sacaste de mi hermoso sueño con Brad Pitt para hacer la cena? —pregunté un tanto indignada.

—Sí —contestó como si fuera lo más simple.

—Te voy a matar muchacha insolente —advertí levantándome del sofá mientras la pelinegra empezaba a correr.

Empezamos a correr por todo el lugar, nunca faltaron las risas de nuestra parte. Cuando Mysie y yo nos juntábamos, o éramos un peligro para la sociedad de lo locas que nos poníamos, o éramos risa andante.

—Ya —dijo fatigada—, lo siento por sacarte de tu sueño con ese viejo mamado —se disculpó.

—Vale, te perdono porque no puedo correr más —me excusé sentándome en el sofá.

¿A quien voy a engañar? Los deportes nunca fueron mi fuerte. Soy pésima en ellos.

Al rato ella se sentó en el sofá al lado mío.

—Ahora que lo recuerdo —dijo de repente asustándome. Se levantó de su lugar y se dirigió al mueble del TV.

—¿Qué haces? —pregunté cuando abrió una pequeña puerta ahí.

—Ven —hizo una seña. Obedecí y me levanté para dirigirme hacia donde estaba ella. Me senté en el suelo, al igual que ella—. Mira —me extendió unos empaques que parecían de películas.

—¿Películas? —pregunté incrédula. Ella asintió—. Ajá. ¿Para qué?.

—Pues para ver, ¿Para que más? —dijo con cierto sarcasmo a lo que la fulminé con la mirada—. Ya, no me mates. Podemos hacer una pijamada —propuso.

—No sé, todas estas películas son de terror —dije viendo cada estuche de cada maldita peli.

No hay una que no sea de terror.

—Mira esta —me enseñó un estuche que ponía "It" y la foto de un payaso. Palidecí al ver eso.

—No, no, no, esa no —negué inmediatamente.

Le tengo una gran miedo a los payasos. No puedo, no me gustan, me dan terror, todo por un trauma que tuve de niña en Halloween.

Iba a pedir dulces a las casas de mi vecindario, completamente sola, pero había un vecino nuevo y pues como era una niña inocente pensé que no me podía hacer daño. Estaba equivocada. Toqué la puerta y salió con una máscara de payaso. Al principio no me asusté, pero al ver que me tomó del brazo e intentaba meterme a su casa mientras decía cosas para nada sanas me hizo empezar a sollozar desconsoladamente. Una amiga mucho mayor que yo que casualmente iba con sus hermanos con el mismo propósito que todos los niños en Halloween, me salvó la vida.

Desde ese día me quedó trauma y miedo a los payasos, pero lo que si me pareció raro fue que pude alcanzar a ver a un niño pero no hizo nada por ayudarme.

Después de un tiempo, el señor y el niño desaparecieron y nunca más supe de ellos. Fui con varios psicólogos pero ninguno me pudo ayudar.

—Anda, algún día tendrás que vencer tu miedo.

—He dicho que no —me crucé de brazos.

—Pues no te compro el nuevo libro de Gong Ji Young —me amenazó.

Sabe como convencerme. Es que es verdad, ella sacó un nuevo libro y no he tenido tiempo de comprarlo.

—Lo que hago por un libro —fingí llorar.

—Siii —se paró y empezó a saltar de la alegría—. Voy a buscar las aperitivos para la noche —y sin más se fue.

—Cuando aparezca esa cosa me tapo los ojos —murmuré.

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El nombre de la autora lo saqué de Google xD.

Editado: 03.07.2022.

𝐃𝐄𝐌𝐎𝐍 | 𝐉.𝐉𝐊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora