𝐃𝐄𝐌𝐎𝐍 | 𝐉.𝐉𝐊

✞︎ 𝐸𝑝𝑖𝑠𝑜𝑑𝑖𝑜 #14

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No dormí nada en toda la noche, pues me encontraba pensando en lo sucedido y al mismo tiempo, mirando hacia los lados. De tanto darle vueltas al asunto, llegué a la conclusión de que, podía haber sido producto de mi imaginación por tantas cosas de terror que ví, pero lo que me llevó a descartar esa opción fue que Mysie también lo vió.

Además tampoco le encuentro sentido, yo viví con el pensamiento de que esas cosas no existían. Pero lo ocurrido hoy, me llevó a eliminar ese pensamiento de mi mente.

Mys aún estaba dormida por lo que con todo el sigilo que pude, me levanté de la cama y de puntillas me fuí hasta el baño con sumo cuidado a darme una ducha para aliviar tensiones.

Antes de ir hasta el baño, fui a mi habitación, abrí la maleta y seleccioné la ropa que me pondría hoy durante el día. Cuando lo tuve todo listo, caminé en dirección al cuarto en el que podré asearme. Me dí una ducha me cepillé los dientes, lo normal, nada del otro mundo. Aprecié mi reflejo en el espejo, las ojeras sobresalían por debajo de mis ojos debido a la falta de sueño.

Salí del cuarto de baño y fuí a mi "guarida temporal" para vestirme.

Al momento de echarme mi brillo para los labios, no encontré el frasco que contenía la sustancia. Me concentré en buscarlo por todos lados, estaba a punto de rendirme hasta que ví como salía rodando de abajo de la cama. Arrugué mi entrecejo, estaba confundida.

¿Cómo demonios llegó eso ahí?. De seguro se callo y el viento lo empujó. No sé, digo yo. No quiero pensar en cosas... de otro mundo, saben a lo que me refiero, pero el acontecimiento no me permitía pensar en cosas coherentes.

Me agaché asustada y tomé el brillo de labios. Aprovechando que estaba en esa posición, miré debajo de la cama para asegurarme que no había nada. Efectivamente, nada.

Nos quedaremos con la teoría del viento.

Me encaminé en dirección a la cocina para hacer el desayuno. Estaba aburrida y no tenía nada que hacer. Paré frente a la tostadora para preparar el pan, y mientras esta hacía su trabajo, saqué una caja de zumo de naranja del refrigerador, lo vaseé en un vaso y puse la caja en su lugar pero agarré el frasco de la mayonesa para echarle al pan antes de cerrar el refri.

Después de varios minutos estaba en la mesa comiendo gustosa mi desayuno, hasta que ví una figura asomarse por el pasillo. Me asusté al punto de soltar un escandaloso grito, pero después me dí cuenta que era Mysie. Tenía unas pintas de que se había despertado hace solo segundos.

-Casi me matas de un infarto -dije poniéndome una mano en el pecho.

Caminó hasta la mesa, empujó hacia atrás una silla y se sentó en esta. Miró para todos lados en la cocina para después mirar en mi dirección. Cogió una rebanada del pan que había tostado hace a penas unos minutos.

-Ey. Es mi desayuno -le regañé con un tono de enfado.

Me molesta que me quiten la comida, ella debería saberlo después de ocho años de amistad.

Sí. Mys y yo nos conocemos desde que éramos pequeñas. Yo me había mudado nueva al barrio donde actualmente vivo. Ella vivía frente a mi. Resulta que las dos somos extranjeras. Actualmente no vive en su antigua casa debido a que sus padres habían encontrado una casa mucho mejor y más amplia que en la que habitaban en esa época. Era nueva. No conocía a nadie. Solía salir a la acera a jugar con las pequeñas y finas ramas que habían en esta.

Flashback:

Me encontraba en mi casa, sin nada que hacer. Bueno, una niña de nueve años como yo no puede hacer mucho que digamos.