IV

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Debí haber advertido esto antes, lo sé... Bueno, lo haré ahora: ALERTA, ALERTA, ALERTA. Si eres sensible a... ¡Pues a todo lo que pueda hacer sentir incómodo a una persona coherente!, haremos lo siguiente: ¿Recuerdas ese FIN dudoso del capítulo II? Pues ese es el fin de la historia para ti, no sigas leyendo. Aclarado esto, comencemos.


IV


...


"—Por favor, amor, estoy tan cansada...
—Leo, me estás...
—Sé fácil, por favor, solo... Sé fácil, te he extrañado con toda mi alma. ¡Es tan duro!
—Que es dur... Umhp...
—No tenerte.
Le quitó la ropa con tanta velocidad que Diana no tuvo tiempo a procesar lo que ocurría. "Como lo logra siempre, desnudarme tan deprisa", pensó.
—Leo, espera, dame un mom... Ahhhg... Espera...
La castaña no era capaz de controlar sus evidentes ansias. La tomaba del pelo con fuerza a la vez que se posicionaba sobre ella, acorralándola con fuerza contra la pared.
—Eres tan suave, mi amor...
Al acariciarle el vientre y luego los muslos, para así poder abrirle más las piernas, un gemido se le escapó a ella misma de la garganta. Se sentía totalmente perdida, como si de un trance se tratara y así mismo, sin siquiera hacer caso a los empujones y reclamos de la más pálida, simplemente introdujo dos de sus dedos en ella. Encontrando aún más placentera la resistencia que hizo el cuerpo aún no lubricado de su mujer ante la torpe embestida.
—Auch...
Diana contuvo el aliento, esforzándose por no demostrar el pánico que sentía en ese momento. Era físicamente doloroso, cada vez que Leona sacaba y luego volvía a meter sus dedos en ella, más profundo, una sensación fría le recorría las piernas, las cuales empezaba a sentir a medias debido a que su mujer ya le había despegado un poco los pies del piso."


...


Puedo verte perfectamente desde aquí, madre luna, ¿habrá sido a propósito mi asignación a esta celda en concreto? De ser así, tendría que incluso considerarlo un detalle bonito por su parte.

Me siento inusualmente tranquila dada la situación, o al menos eso supongo, es lo que la lógica me indica... Sin embargo, este sentimiento se me hace tan extremadamente familiar que no sería honesto considerarlo así, como algo extraño. No es nada raro de hecho, sentirme tan cómoda estando encerrada.

Leo siempre se esforzó en cuidarme, atenderme y sobre todo tenerme presente en todo momento, esas no son cosas que pueda reprocharle...

Aquella, nuestra relación, fue la celda más bonita en la que he estado.


...


"—Leo... Ahhg... ¿Me... ¿Me amas?
Apretaba la mandíbula con fuerza para no dejar salir con libertad sus quejas ante la violenta intromisión en su cuerpo. Leona era víctima de un frenesí por poseerla que no parecía que fuera a bajar pronto, por lo que se resignó a simplemente esperar y aguantar.
—Te adoro, por completo.
Leona la besó con esa brusquedad tan característica del hambre insaciable. Algunas lágrimas recorrieron el rostro de Diana, quien cada vez se confundía más respecto a lo que sentía. Quería que parara, pero ya no la empujaba ni se rebelaba a sus acercamientos violentos, se detestaría a sí misma por suponer un impedimento para el placer de su mujer, quien a su vez lucía sumamente complacida por su actitud cada vez más dócil.
"Tengo que mantenerlo en mi mente, sabes cómo es, Diana, siempre es igual: Esto pasará pronto, ella me ama, ¡aún me ama! Es lo único que me importa." Se repitió, otra vez.

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