La visita real

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El carruaje real salía del castillo de los Danvers, pasando por el puente rumbo al pueblo. Lena miraba sus manos tratando de mantener una postura dura, aunque su amigo sabía que las cosas no habían salido bien no iba a presionar por información, esperaría a que ella le contará.

-Mira, Lena- hablo algo emocionado Mike- es Sam.

La reina se asomó por la ventanilla verificando lo que su amigo había dicho. Hicieron detener el carruaje. Ganándose la mirada de la castaña y la princesa mayor de este reino.

-Lena- fue corriendo a su encuentro, abrazándola con algo de fuerza- Pero su majestad déjeme decirle que esa corona le sienta muy bien.

-Sam- se sonrojo un poco la reina- no pensaba verte, te he extrañado mucho.

-Pues si me hubieses invitado a tu baile nos hubiésemos visto- la doncella miro que la princesa no se había acercado- Ven Alex.- una vez la pelirroja llego a su lado está hizo una pequeña reverencia a Lena.

-Princesa Alexandra- saludo Lena.

-Bueno sé que ya se conocen- Samantha abrazo de la cintura a Alexandra- pero sé que no sabes algo… Lena, ella es mi futura esposa.

-Felicitaciones a ambas, tal vez me puedan ayudar con algo.

Samantha en su niñez creció en Lerzalis, su madre enviudo y tiempo después conoció al Conde de Dargoland en una de sus visitas al reino de los Luthor. Una vez contrajeron nupcias Patricia y su hija Sam dejaron el reino de donde siempre habían sido. Desde entonces Sam no volvió a ver a su mejor amiga, en ese entonces la princesa Lena.

-¿En qué somos buenas?- pregunto la castaña a su amiga.

-Primero quiero saber, ¿por qué dices que no te invitamos al baile?

-Pues mi querida reina, la invitación solo iba para los príncipes y hasta donde tengo conocimiento yo no soy una.

-Toda la nobleza estaba invitada, y tú ahora eres hija del conde- frunció el ceño. Dio media vuelta para ver a Lord con una sonrisa forzada.

-Su Majestad, tenía motivos solo para entregar un pergamino, a fin de cuentas solo necesitaba que conociera a una de todas las personas que fueron- le dijo no dándose cuenta que podía crear preguntas en las dos jóvenes.

-Bueno, que les parece si vamos al castillo- hablo la princesa - creo que de allá vienen, pero vamos…podemos hablar mejor.

Todos se subieron al carruaje, que dio vuelta otra vez pasando el puente y dejándose ver otra vez por los guardias. Eliza estuvo muy feliz de ver nuevamente a la reina y saber que era amiga de su nuera. Una vez pudieron estar solos, Mike dijo que estaría afuera conversando con la gente que servía al rey Jeremiah.

-Ahora sí, cuéntame ¿qué haces en el castillo de los Danvers?- Sam pregunto sentada en un sillón en la habitación de Alex.

-Vine…- Lena no sabía como decir aquello sin sonar urgida, apretó las manos alrededor del borde de el sillón donde se encontraba- para entregar algo que le hice a la princesa Kara.

Una sonrisa de malicia se asomó en el rostro de la princesa mayor, que se encontraba sentada en su cama. Fue con esa información que confirmó lo que sospechaba desde el baile.

-Mi hermanita es algo difícil, pido disculpas de antemano si llega a ser descortés.

-No se preocupe, Alexandra, entiendo la posición y el pensar de su hermana- Lena para restar la incomodidad que sentía empezó a mover un brazalete de oro que tenía en su mano derecha.

-¿Por qué mi hermana y no otra persona?- puede que a Alex le agradara la idea, pero no permitiría que jugaran con su hermana.

-Cuando la vi sentí algo que nunca había sentido- dijo segura de sí misma, como en los negocios si vacilas un poco así sea lo que quieres y deseas, dejas mucho que pensar. Y Lena era muy buena haciendo negocios y estudiando el comportamiento de las personas- Fue como si el resto de personas pasaran a un plano lejano, solo la podía ver a ella. Desde ese día no hay momento que no este en mis pensamientos.

Érase una vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora