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Desde afuera la música se escuchaba demasiado fuerte y me sorprendía que a nadie más que a mí parecía molestarle.

—¿Entramos? —me preguntó George.

—Claro.

Apenas entramos me sentí aterrado. Estaba lleno de gente que nunca había visto en mi vida. Algunos ya estaban con los efectos del alcohol y aún era muy temprano.

—Ven. Vamos a saludar a Wilbur —me dijo jalándome entre la gente—. ¡Wilbur!

—¡George, Dream! ¡Los estaba esperando! ¿Karl aún no ha venido?

—Dice que viene un rato más tarde.

—Genial. ¿Quieren sentarse?

Los tres fuimos a la cocina que era el lugar donde menos personas había.

—¿Y qué tal van las cosas entre ustedes dos? George habla maravillas de ti —me dijo Wilbur.

—¿En serio?

—Sí. Me sorprende que por fin mi chiquitín haya encontrado a alguien a que lo ame. Lo creía muy perezoso como para estar en una relación.

—Me siento ofendido —dijo George.

—Es la verdad. No haces nada. Valora a tu chico que debe tener a muchos atrás suyo.

—Eso no es cierto —dije riendo.

¿De verdad había alguien más que George que quisiera salir conmigo? Habían muchos chicos más lindos que yo. Sapnap había dicho que saldría conmigo si fuera gay, pero lo decía solo de broma. No podía imaginar a alguien además de George enamorado de mí.

Karl llegó un rato después de nosotros y estuvieron los tres cantando las canciones a todo pulmón mientras yo me les quedaba expectantes porque no conocía ninguna de las canciones.

En una de las canciones George me toma de la cintura apegándome a su cuerpo.

—Baila, Dream. Estás más duro que una piedra.

—Me da vergüenza.

—Nadie va a vernos. Todos están en lo suyo.

Empecé a soltarme un poco más e hice mi mejor intento de baile. Aunque siendo sinceros solo estaba caminando de un lado a otro.

Vi como el rostro de George se acercaba al mío y empecé a distanciarme al ver sus intenciones.

—Hay mucha gente.

—Nadie nos está viendo.

—Igual me hace sentir incómodo.

—Está bien. A la próxima será.

Volvimos con los chicos y los vi susurrar entre ellos con unas sonrisitas en su rostro.

—Dream, ¿aún no has dado tu primer beso? —me preguntó Wilbur.

—No, ¿por qué?

—Awwww. ¡Eres una ternura! Estás chiquito. Vamos a cuidarte.

—¿...Está bien?

—No lo molesten. Cada uno va a su ritmo —les dijo George, apartándolos de mí.

—Es que nos da ternura. Ahora vas a tener que ser cuidadoso porque seguro Dream quiere que sea algo especial.

—No creo que sea para tanto —mentí.

Claro que era especial para mí. Había leído novelas, visto series y películas románticas donde el primer beso era algo mágico y no podía enterarme de que era distinto a lo que había visto. ¡Tenía que ser perfecto! ¡No lo podía ver en una fiesta llena de mononeuronales!

Conforme avanzaba la noche, la fiesta empeoraba. A las justas podían caminar algunos e incluso había algunos dormidos en el piso. Wilbur nos cedió a George y a mí su habitación solo para nosotros. Wilbur era mucho más amable de lo que imaginaba.

—¿Soy un mal novio? —me preguntó George sentándose en la cama.

—¿Por qué lo preguntas?

—Solo responde mi pregunta. ¿Crees que soy un mal novio?

—Bueno... No eres perfecto, pero decir que eres un mal novio es exagerado. ¿Por qué?

—Es que no sé. Lo que dijo Wilbur sobre que luzco como alguien muy perezoso como para estar en una relación me hizo sentir inseguro. Más la vez de nuestra cita en la que me quedé dormido también me hizo sentir mal. Creo que he sido un mal novio.

—No digas eso. Me gustas tal y como eres. Tal vez has cometido algunos errores, pero ya también lo he hecho.

—No es cierto. Tú has hecho todo bien. Eres un gran novio. Eres demasiado bueno y me gustaría que me dijeras a la cara cuando algo te molesta.

—Es que todo está bien.

—Dream, estoy tratando hacer que me odies. ¿Cómo va a estar todo bien?

—¿Qué? ¿Por qué quieres que te odie?

—Porque creo que te dolería menos si cuando me vaya me odias a que si me amas.

¿George había hecho todo eso a propósito? ¿Solo quería que lo odie? Me sentí mal al siquiera imaginar que a George no le importaba. Él solo no quería que me ponga triste cuando él se vaya y aunque no fuera la mejor manera comprendí sus intenciones.

—Me duele más que me trates como que no te importo. Me dolerá más al recordar que mi primer amor no fue como esperaba. Quiero que seas un buen novio como lo eras antes.

—¿Estás seguro?

—Lo estoy.

—Perdón. ¿Interrumpo? —preguntó Karl al abrir la puerta.

—No, está bien. Pasa.

—Al fin paz y tranquilidad. Me gusta estar más con ustedes que con Wilbur y Sally. ¿Qué hacían?

—Nada —dijimos al mismo tiempo mirando al otro.

—Voy a hacer que les creo. No sé cómo Wilbur los ha dejado solos en una habitación con lo mucho que pueden hacer.

—¿Qué insinúas, Karl? Dream es solo un niño.

—No soy un niño.

—Pero estás pequeño.

—Soy más grande que tú.

—No me refería a la altura, estúpido.

—Espero que no crezcas más. Ya estás muy alto.

—Aún me falta crecer.

George me mordió el cuello y yo le pegué.

—¿Eres perro? —le pregunté.

—Me encanta morder a las personas.

—No miente —dijo Karl—. Tengo varias mordidas suyas en mi brazo.

—Ahora tengo miedo que me hayas dejado una marca —dije cubriéndome el cuello—. Si mis padres se enteran, me matan.

—Solo fue una pequeña mordida. Nadie lo notará.

...

—¿¡Qué te pasó en el cuello!? —gritó Sapnap en medio del pasillo.

First Love [Dreamnotfound]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora