First Love [Dreamnotfound]

2

—¿Te gusta el tipo ese?

—Pues digamos que... O sea... Puede que tal vez y solo tal vez. Es que... mira, no lo conozco, así que decir que me gusta es demasiado. ¿Si es que es lindo? Pues... sí, pero ni la menor idea cómo sea él.

—Entonces te gusta. ¿Eres...?

—¿Gay? No, no, no. Soy bisexual, pero me encanta decir que soy gay.

—¿Entonces era verdad lo de los rumores?

—¿Cuál de todos?

—¿Estuviste saliendo con Fundy?

—¿¡Qué!? ¡No! Es... complicado. Eso ya es pasado.

—Oh, bien entiendo. No te preocupes, Dream. Tengo un tío gay, así que no te voy a juzgar.

—¿Gracias?

Sapnap alzó su mano y me agaché para que me diera palmaditas en la cabeza. Eso era raro, pero quién era yo para juzgar.

Después de eso, mi amistad con Sapnap empezó a mejorar mucho más. Si antes éramos amigos, ahora éramos mejores amigos y eso en tal solo unos días.

—¿No le piensas hablar o al menos pedirle su número? —me preguntó Sapnap en uno de los recreos mientras disimuladamente lo estábamos espiando.

—Me da vergüenza. ¿Qué se supone que le digo? "Oye, me pareces lindo. Soy bisexual y, ¿tú?"

—Yo lo veo bien.

—¡No! ¿No puedes decirle a Karl que te dé su número?

—Dile tú. ¿O por qué no le dices a tu primo, el que está en último año? Creo que están en la misma clase.

—Es que no hablamos mucho y sería raro pedírselo.

—¿Quieres hablarle o no?

—Bien, se lo pediré.

Al llegar a mi casa me preparé física y mentalmente para hacer la peor cagada o la mejor cosa que podría hacer en mi vida. Podrían ser ambas cosas, uno nunca sabe.

El primo Juan

De casualidad y solo casualidad, ¿no tendrás el número de George ese de tu clase?

Hay dos George en mi clase.

¿En serio?
George Davidson.

Aaaaah. No tengo su número, pero voy a ver si te lo consigo.

En ese instante me hice tantas preguntas. Sé que muchos no tienen el número de todas las personas de su clases, ¿pero había una razón en especial por la que todos parecían no conocer a George? Eso lo averiguaría en los próximos capítulos de Miraculous: Las aventuras de Dream.

En seguida me mandó el número de mi querido y preciado George. Lo agendé en mis contactos como si mi vida dependiera de eso y me quedé mirando el chat sin saber qué escribir.

George <3

Hola

¿Quién eres?

Es un secreto.

¿Quién te dio mi número?

Una personita.

Qué gracioso. Jaja.
¿Por qué me escribes?

Me pareciste lindo.

¿Quién eres?

Adivina.

¿Cómo voy a adivinar si no sé nada de ti?

Soy de noveno año. Cabello rubio sucio, mucho más alto que tú, ojos verdes.

De verdad no sé quién eres. No conozco a nadie de tu grado así.

¿Es en serio?

Dame tu nombre.

Es secreto.

Ya no te voy a hablar entonces.

¿Me estás chantajeando?

Sí :]

Clay o Dream, como quieras.

Aún no sé quién eres.

Mi salón está al lado del tuyo. Puedes pasar cuando quieras.

Supongo.

El primer paso fue estupendo. Al menos ya sabía de mi existencia y seguramente podríamos hablar en persona. ¡Esto era un maldito sueño y no quería despertar! Por si fuera poco, él no sabía nada de mí pasado, nunca escuchó un rumor sobre mí y para él era el chico de ahora y no el del año pasado.

...

—¿Le hablaste?

—Solo por mensajes.

—¿Y qué tal?

—Creo que estoy enamorado.

Justo lo vi pasar al lado de la puerta de mi clase junto a Karl e intenté llamar su atención, pero pasó de largo. En ese momento mi corazón se partió en mil pedazos.

Y así pasó toda la semana. No fue hasta la próxima semana que estábamos en clase de historia con mi profesor favorito, el profe Stewart, que por si fuera poco también era nuestro tutor. Era el primer año que nos enseñaba y era imposible no amarlo. No entendía nada de historia, pero con él sí. Además que jugaba al Minecraft en clases. ¿Un mejor profesor? Imposible.

Ese día los vi entrar a George y a Karl.

—Profe, ¿podemos quedarnos en su clase? —le preguntó Karl.

—¿Con quién les toca?

—Con el de física.

—Ya, pero si su profesor los viene a buscar, yo no sabía nada.

—Gracias lo amamos.

Mientras ellos tenían su conversación de chicos rebeldes que se salen de sus clases, yo y Sapnap estamos chillando como dos gays que miraban a su crush, solo que el único gay era yo.

—Está ahí —le susurré intentando no llamar tanto la atención.

Literalmente estaba atrás de George, porque mi mesa quedaba justo al frente de la del profe. ¡Era lo más cerca que estaba de George!

No fue hasta que se dio la vuelta cuando nuestras miradas se juntaron.

—¡Eres tú! —me dijo George sorprendido.

—¡Soy yo!

—Sapnap —lo saludó Karl.

—Karl. Traigan una silla de atrás. Justo hoy han faltado dos.

George puso su silla al lado mío y Karl al lado de Sapnap.

Entré en pánico por lo demasiado cerca que estaba George. ¿Qué se supone que debía hacer? ¿De qué le habló? ¡Vamos, tengo que prestar atención a clases, pero George está al lado mío y no puedo pensar!

—¿Quieres? —me preguntó George ofreciéndome su paquete de galletas.

—Eeeh, si quieres.

George me dio una galleta y no tuve el valor de comerla. ¡Literalmente George la había tocado con su mano! ¡Esa galleta era sagrada!

—¿No te la vas a comer?

—Luego.

—La comida no se desperdicia, Dream —dijo Sapnap agarrando mi galleta y metiéndose en la boca.

—¡Mi galleta!