Charles se rascó la zona del cuello donde fue mordido, esa clase de ardor era algo casi nuevo para él. Se sentía como si estuviera siendo picado por un mosquito, pero se extendía por casi todo el cuello hasta la nuca y era como echarle alcohol etílico a una herida.—Si fuera tú, no me rascaría por el momento, esa herida no cierra tan rápido, o eso es lo que creo... Nunca convertí a alguien en uno hasta ahora, sólo me guío por cosas que vi en libros, ¿Sabes?
—¿Entonces fuiste tú quien me hizo esto? Esto sólo complica las cosas.
—Oye, te encontré en el suelo casi muerto y sin sangre en el cuerpo —Levantó la manga derecha de su uniforme escolar, revelando una gran cicatriz vertical que iniciaba en la muñeca y terminaba en el antebrazo. —. ¿Tienes idea cuánta sangre tuve que usar para hacer que no mueras? De primeras peligro por hacerte esto, es ilegal para nosotros expandirnos y transformar a un humano, súmale a que recién cicatrizó la herida y pica como el carajo, no eres el único que está sufriendo.
—¿Que tú sufres? Jared, casi muero, y para colmo me estás diciendo que ya no soy humano. ¿Y qué es eso de que es ilegal que transformes a uno? ¿Vas a explicarme ya lo que está pasando o no?
Charles dejó de rascarse y miró con una cara de incredulidad a su compañero de cuarto. Jared tragó saliva, pero su garganta seguía igual de seca, intentó formar su mejor sonrisa para que lo que sea que estaba por decirle a Bill no sonara tan malo.
—¿Has leído Twilight? Creo que le harán una película y algunas de las chicas de aquí no paran de hablar de ese libro, ya hasta se me está dificultando coquetear con algunas porque no las soporto.
—No. —Respondió cortante.
—Bien, no lo hagas. Es terrible... ¿Has jugado a...?
—Mejor ve al grano. —Charles levantó su tono de voz. No le gustaba hacer eso porque lo consideraba un acto poco considerado, pero se vio obligado a hacerlo.
—Bien, como dije antes, eres un vampiro —Se aclaró la garganta. —. Mirá, sé que es difícil de explicar, pero como ya te expliqué antes, te encontré tirado en el pasillo sin sangre, así que decidí... bueno, digamos que tuve que salvarte la vida.
Jared miró con atención la expresión de Charles, esperando otra cara de molestia. Pero el rostro inexpresivo de Charles seguía ahí. El chico fue a su cama para tomar su abrigo. Con cuidado por el mareo se lo puso y se dirigió a la puerta intentando ir a paso firme como siempre suele hacer.
—Momento, Charlie —Jared se levantó de su cama y se dirigió a él y se interpuso entre su amigo y la puerta. —. ¿A dónde se supone que vas? Viejo, te estoy diciendo la verdad, tenía que salvarte, te lo juro por mi padre. Además no tienes ropa.
Charles se fijó en su cuerpo. Era cierto, apenas tenía ropa. Se dirigió a su armario y sacó su uniforme escolar conformado por un saco azul, pantalones del mismo color, una camisa blanca por debajo y una corbata roja. Jared tuvo que esperar a que su compañero finalmente se termine de vestir para que empiece a hablar.
—Y te creo también eso. —Dijo al terminar de colocar su corbata. — Por eso mismo voy a las autoridades esta vez. Mi madre es policía, ella va a escucharme.
Jared lo miró fijamente sin poder creer las palabras de su compañero de cuarto y lo primero que pensó era que ninguna persona normal tendría como primera reacción diría algo como eso. Volvió a tragar saliva, lo tomó de los hombros y lo llevó a leves empujones a su cama para hacerlo sentarse ahí, acto seguido se sentó en la suya para mirar a Charles.
—Mira, eh... Charlie... diablos, no sé qué decirte.
—¿Y entonces por qué me hiciste sentar en mi cama? Solamente estás haciendo tiempo aún cuando mi decisión no va a cambiar.
ESTÁS LEYENDO
Paramorfosis
ParanormalCharles Donnovan es un muchacho de salud débil que vive en una academia en Seattle y que por azares del destino termina convirtiéndose en un ser mitológico que está en el pináculo de la cadena alimenticia, un vampiro. Él y varias personas que irá co...