Las tres reglas

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Por palabras de Jared, el bar era un lugar “bonito”. Charles nunca pisó un bar en su vida, y nunca creyó que alguna vez lo haría, pero lo que dijo Jared sobre el lugar no se alejaba mucho de cómo era realmente. Era un edificio de dos pisos, por dentro tenía una iluminación anaranjada que solo hacía que Charles se sienta incómodo, pero que por alguna razón que él desconocía, no parecía molestar a ninguno de los presentes. Había una gran barra de tragos en la parte derecha del lugar, con estantes con varias botellas de distintos colores detrás, mientras que, en la izquierda, varias mesas estaban ubicadas junto a la pared pintada de rojo.

El sangre sucia no estaba acostumbrado a estar rodeado de personas, mucho menos cuando esta gente parecía estar emocionada y no paraba de hacerle preguntas que no sabía cómo responder exactamente. Luego de ayudar a Jared a levantarse, ambos vieron que Matthew se había ido del lugar, cuando preguntaron dónde se había ido, Ricky les respondió que volvería en unos minutos. Jared hizo un pequeño escándalo diciendo que él siempre hacía eso, mientras que Charles solo fue a sentarse junto con Alice una vez ésta lo llamó para esperarlo. La idea de ella era que ayudaría a su alumno explicándole algunas cosas por el simple hecho de que no confiaba ni en Matthew ni en Jared para hacerlo. Y no lo hacía por el simple hecho de que a sus ojos, uno de ellos asustaría a Charlie diciendo algo inapropiado.

Y el otro porque era Jared.

Por desgracia, unas tres personas se sentaron en la misma mesa y otras dos se quedaron paradas para hablar con el chico.

—¿Es cierto que Albert te apuñaló en el cuello?  —Preguntó la mesera del lugar, había decidido tomar un pequeño descanso para unirse a la conversación.

—Eso no es importante, Madeline —Dijo Alice con molestia luego de tomar un gran trago de su jarra. Jordan parecía estar a nada de decirle que pare, pues ya era la tercera jarra que pedía. Ella no era precisamente la bebedora más responsable. —. Además, no puedes preguntarle a un niño si lo apuñalaron.

—Yo me la creo si dicen que pasó —Respondió un sujeto con ropa de oficina. —. Ya saben ustedes como es Albert, el tipo se puede llegar a poner un poco fuerte con mierda así.

—Aunque de haber pasado fue un poco exagerado, ¿No creen? —Uno de los hombres con los que había peleado contra Matthew momentos atrás se unió a la conversación desde la otra mesa. — Estoy seguro que había otras formas de mostrar su curación rápida.

Alice soltó un suspiro, irritada. Jordan solo miraba todo aún estando en la mesa, sin decir nada mientras bebía. Todavía tenía dudas acerca de dejar vivir a Charles, pero no diría nada al confiar en Albert, sin importar si estaba en desacuerdo o no.

—Oye, ¿Ya tomaste tu primer trago? —Preguntó curiosa Madeline.

Finalmente, Charles habló por primera vez desde que empezó la conversación sobre él.

—No puedo tomar alcohol, señorita.

—No me refería a eso, chico —Dijo Madeline entre risas. —. Preguntaba si ya bebiste sangre.

—Obviamente no lo hizo —Comentó Alice luego de terminar su jarra. Jordan chasqueó la lengua, sin ser notado. Si llegaba a pedir otra jarra, él diría que había sido suficiente. —. Convencí a Albert de que yo sería quien se lo dé.

Charles levantó una ceja, confundido.

—Creí que Randall fue quien tuvo el permiso del director para hacer eso.

Hubo un pequeño silencio incómodo luego de eso, excepto por los pequeños bufidos que hacía Jordan en un intento por aguantar su risa al entender lo que pasó.

—Eh… ¿No? Randall dijo que tenía que ser él porque te conocía desde hace más tiempo, pero yo dije que soy tu profesora así que Albert accedió, incluso Jared…

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