Llevaba unos cuantos días encerrada en mi cuarto, solo salía para alimentarme, a horas en las que no hubiese nadie en la cantina. Charlaba con Karuto, el único junto a Jamón con quien podía hablar tranquilamente. Y hablando del orco, lo poco que salía de mi habitación, aparte de para comer, era para entrenar junto a él. No quería encontrarme con el resto, no aún.
Pero al quinto día [Al alba, mira al este. Ok no, perdón, me he ido de mundo fantástico XD] la realidad me golpeó, me aburría tremendamente y si les había dicho a los demás que me vieran de una vez como a alguien madura, mi actitud no ayudaba en lo absoluto. Quizás esperar una disculpa por su parte era mucho pedir, o quizás si empezaba yo se animasen ellos... Ah no, ni de broma. El caso es que no tuve mucho tiempo para seguir pensándolo, pues alguien llamó a mi puerta como si de una estampida se tratase.
La forma de llamar de Karenn, sin duda. Era irónico que alguien especializada en el espionaje y el sigilo, llámase a las puertas como si fuese un elefante furioso. Corrí para abrir a la vampiresa antes de que echase la puerta abajo. Menos mal que estos días mis reflejos habían mejorado, gracias a los entrenamientos con Jamón, pues de no ser así el último golpe de la chica hubiese ido directo a mi nariz...
-¡Sabía que estarías aquí! -Dijo con una gran sonrisa, lo que me pilló desprevenida. Pero no pude decir nada, pues la guardiana me estaba acosando a preguntas sobre lo que había estado haciendo en mi retiro de la sociedad -¿Has estado dando vueltas como un animal enjaulado pensando que deberías disculparte? -Fue su última pregunta, para la cual, aumentó su sonrisa. Puede que ella fuese orgullosa, pero yo no me quedaba atrás y con una mirada le dejé muy claro, que eso no estaba en mis planes.
Viendo que por ese camino, no iba bien, reculó invitándome a una fiesta. Obviamente le pregunté qué era lo que se traía entre manos, algo que destensó el ambiente. Y por su actitud, pude notar que agradecía que estuviese cooperativa, así que se puso a explicarme el plan al momento. Primero, una cena tranquila junto a algunos amigos y luego vendrían los "retos". Esa palabra no me dio tranquilidad, si estuviese en la tierra me hubiese imaginado las típicas preguntas vergonzosas y los juegos que terminan siempre igual, a la mañana siguiente con dolor de cabeza, jurando y perjurando que no volverás a beber. Pero de Karenn... me esperaba tener que enfrentarme a un dinosaurio. Lo que me llevó a pensar ¿habría dinosaurios en Eldarya?
De camino a la cantina, la pelirosa me aclaró, que los retos, eran enfrentamientos entre nosotros. Efectivamente, todo mal, pues no había nadie en el Cuartel General que no me hubiese advertido de que nunca, bajo ningún concepto, la enfrentase. Por suerte, antes de entrar al lugar, me dijo que si no quería luchar contra ella, no había ningún problema. Seguro que mi cara de pánico no había tenido nada que ver con su comentario...
Dentro, ya nos esperaban Koori, Adalric y Mathieu, este último evitando mi mirada cuando nos saludaron... Probablemente porque no esperaba que un "Ángel" se despertase de un coma, de tan mal humor como yo. Adalric por su parte, me preguntó por mi salud, al parecer el altercado con mi... jefe... (me repetía ese concepto, al menos diez veces al día y seguía molestándome) no había llegado a sus oídos, mejor. Le respondí que ya me encontraba bien y fue entonces cuando la kitsune, que llevaba mirándome con una sonrisa maliciosa desde que habíamos llegado, empezó con sus pullas hacia cierto humano.
Después de la pelea de rigor, llegamos a un tema que me interesaba bastante, mis poderes. Según el silpho, no tardarían en regresar, pero que debía esperar o que otro aengel me enseñase, y Leiftan ya me había dejado claro que no sería él... Mientras hablábamos del tema, Karuto llegó con la comida, todos nos abalanzamos a los platos, estaban demasiado buenos para resistirse. Al terminar Mathieu propuso retrasar un poco los duelos, para bajar la comida, lo que hizo que empezase una riña con la vampiresa, la cual interrumpió Koori para hablar de ¿Grookhan?
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Si te perdono...
FanfictionTras despertar de su letargo de 7 años dentro del cristal, la ultima de los aengels tiene muchas cosas que asimilar. Pero sera difícil, pues sus amigos, la ocultan información vital, para protegerla. En especial, la presencia de cierto dragón... Obv...