Naruto Shippuden: Start Again

Capítulo #16: Festival, 1ra parte (NaruHina)

POV Kakashi

Desde la creación de nuestra aldea siempre ha existido una celebración bianual en la que aldeanos y ninjas dejan de lado sus respectivos quehaceres y salen a las calles a festejar el comienzo de una nueva etapa en sus vidas. Hablo del Festival Folclórico de Konoha. Como dije anteriormente, es bianual, o sea, se hace 2 veces por cada año, 1 en la temporada de descanso y otra el día después de Navidad. Hemos trabajado duro este año para asegurarnos de que esta vez, no sea solo un festival propio de la Aldea de la Hoja, sino de todo el mundo. Me he tomado la molestia de invitar a residentes de todas las aldeas ninja existentes para que presencien esta festividad en honor a nuestra cultura y tradiciones y se unan a nosotros para festejarla. Ahora debo mandar la invitación para asistir al festival a cada uno de los 12 de Konoha. Este año tenemos muchas sorpresas, tanto para nuestra comunidad como para los visitantes de otras aldeas

POV Narrador

Los cielos completamente despejados solo podían significar una cosa: ¡Hoy iba a ser un día genial! Faltaban solo 12 horas para que comenzase el festival folclórico. Nuestro protagonista estaba sentando en la mesa del comedor leyendo la correspondencia mientras se tomaba una taza de café. Había esperado mucho para este día. El año pasado no se hizo debido a los conflictos entre la aldea y los Akatsuki y posteriormente por la Cuarta Guerra Ninja, y él se perdió las ediciones anteriores por haber estado lejos de la Hoja, así que esta vez no pensaba perdérselo de ninguna manera. Además, era una oportunidad perfecta para invitar a salir por cuarta vez a su novia. Mientras él se encontraba leyendo parte de las cartas dejadas en el buzón del apartamento, unos cálidos y suaves brazos rodearon su cuello por detrás suyo y giró la cabeza, solo para encontrarse a una hermosa ojiperla, vistiendo una blusa color crema y un par de sandalias. Estaba totalmente atraído por ella. Esa manera de la que podía enamorarlo solo con simples gestos y miradas era algo que Naruto admiraba mucho de la tímida chica. Aunque, después de todo, su timidez poco a poco ha ido disminuyendo con el paso del tiempo, pero siguió siendo la muchacha dulce y amable de la que se enamoró

Hinata: Buenos días, amor -dijo dulcemente y plantó un ligero beso en su cuello

Naruto: Lo mismo para ti, Hinata -se levantó de su silla y se situó frente a ella -Sabes que amo cuando haces eso, ¿no?

Hinata: ¿Por qué crees que lo hice, Naruto-kun? -le preguntó algo más que obvio

Naruto: Tienes razón... -puso sus brazos alrededor del cuello de la chica -Eres demasiado dulce. A este paso me volveré diabético -dijo jocosamente y con una sonrisa en el rostro

Hinata: Jjj, siempre encuentras la oportunidad perfecta para bromear -dijo entre pequeñas risas

Naruto: Bueno, soy alguien que siempre aprovecha el momento... Hablando de eso... -miró a Hinata de arriba hacia abajo -No me había dado de la posición en la que estamos

Hinata: Naruto-kun... Sé lo que estás pensando, pero, ¿no crees que es demasiado temprano? -le preguntó para que no intentara hacer nada con ella, conocía sus intenciones -Digo... acabo de despertarme -bostezó

Naruto: Vamos, mi princesita. No haré nada que no vaya a gustarte -dijo tratando de convencerla

Hinata: Hmm... -se rindió -Tal parece que no tengo otra opción... De acuerdo... pero... -le advirtió colocando su dedo medio en los labios del chico -Solo unos minutos, ¿está bien?

Naruto: Sí, solo serán un par de minutos, Hinata -le respondió

El rubio procedió a besar a la peliazul con mucha pasión y ella le siguió el beso, mezclando una vez más sus labios y haciéndolos entrar en calor. No lo solía decir mucho, pero a Hinata le encantaba ser besada y besar a Naruto, la manera en la que el joven de marcas de bigotes podía hacerla llegar al nirvana era algo simplemente de otro mundo. Segundos después, se recostaron a la pared mientras continuaban con su acalorada sesión de besos. Él siempre solía situarla de tal manera que al chocar con la pared del apartamento no se hiciesen daño alguno porque lo que menos quería era el dañarla de una u otra manera. Pero no tomarían en cuenta la aparición de un grupo de jóvenes que tocaron la puerta de la residencia y pasaron de largo al ver que estaba abierta