Cap 5

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Cada paso que daban resonaba entre las paredes; derecha, izquierda, pasos firmes y seguros; y otros no tanto. Suna estaba sorprendido de la facilidad que tenía Sakusa para caminar en tacones, siendo que nunca lo había visto usar algunos en el tiempo que tienen de conocerse.

- Trata de mover tu cadera un poco mientras caminas 'Tsumu

- Esta bien...

Un paso, dos, tres y resbaló, Atsumu pudo agarrarse del brazo que se extendía hacia él desde Suna, quien lo tomo con fuerza y lo ayudó a reincorporarse sin que su cuerpo tocara el piso. Otra vez, un paso, dos, tres, hasta llegó a la pared; ahora de regreso.

- Tranquilo, derecha, izquierda y mueve la cadera al lado donde te estés apoyando...

- De esta forma.

Atsumu miraba atentamente a Sakusa, cada paso; observando al pelinegro con el afán de poder memorizar cada movimiento que este realizaba, siendo testigo de la figura delgada, cintura pequeña, piernas largas y firmes que tenía el diseñador, hasta darse cuenta que era un poco más bajo que él otro incluso estando en tacones.

- Ahora inténtalo tú.

- Aquí voy.

Aquel aprendiz nuevamente lo intento, un paso, dos, tres y así consecutivamente hasta llegar a la red, dirigiendo una sonrisa hacia Sakusa en forma de agradecimiento por ayudarle. Sin embargo, este no mostraba ninguna expresión gracias al cubre bocas; al menos eso pensaba, pues sí que tenía una pequeña sonrisa.

- Practica hasta que puedas caminar apropiadamente; Suna envíalo al estudio una vez hayan terminado.

- Claro, gracias.

Sakusa procedió a asentir en forma de respuesta y agacharse para quitarse los tacones, retomando la postura. Tomó las sandalias que traía puestas antes y caminó a la casa, Komori logró observarlo caminar por el pasillo siguiéndolo hasta el baño de invitados que estaba en la planta baja.

- Kiyoomi, ¿qué estabas haciendo? Te tardaste un poco.

- Estaba ayudando al nuevo, enserio no sabe nada.

Mientras el pelinegro se adentraba en el baño, Komori se sorprendió ante la respuesta de su primo; no era común en él ayudarlos debido a que usualmente los modelos ya sabrían hacer su trabajo. Sakusa, por su parte, recordaba la primera vez que tuvo que usar tacones.

[14 AÑOS ANTES]

Un par de chicos estaban parados frente a un gran armario, las puertas de este se encontraban abiertas de par en par, mientras que ambos niños de 10 años rebuscaban entre los cajones y las prendas de ropa unas piezas en específico. Un par de tacones.

- No me gusta esto Komori, hay mucho polvo y suciedad.

- Tranquilo Kiyoomi, mi madre mantiene todo aquí limpio.

Un par de tacones rojos salieron a la luz en manos de un pequeño Komori, dejándolos frente a Sakusa. El afán de aquel pequeño castaño para que su primo usara los tacones surgió a partir de la clase de gimnasia que habían tenido en la escuela. Todos quedaron sorprendidos, incluso los profesores, ante la capacidad del chico para mantener el equilibrio sobre la cuerda floja, aun y estando a escasos centímetros del piso. No se le notaba temor alguno por caer.

Komori había decidido llevar a su primo ese día a su casa después de la escuela; habrían pasado a casa del pelinegro para pedirle permiso a su tía y caminar la corta distancia de casa en casa una vez obtenido una respuesta aprobatoria, no estaban tan lejos una de otra después de todo y la mujer sabía que su hermano se encontraba en casa; así que podría cuidar a los niños en lo que ella se ocupaba de sus propios asuntos.

Se honesto con tu generoso corazon - Haikyuu fanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora