Capítulo III

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Después de beber toda la cerveza que Cesar había traído nos quedamos profundamente dormidos en la sala, me desperté por un rayo de sol que golpeo mi cara, me levante y fui al baño para lavar mi cara, al salir fui a mi habitación y Lizbeth estaba dormida en la cama, no estaba muy seguro a que hora había regresado, me senté en una esquina de la cama mientras dormía; revise mi celular y vi todas cada una de las fotos que tenia con Lizbeth, teníamos muchísimas las publicaba a cada rato cómo si necesitara demostrar algo, pero la verdad era que cada vez que estaba en una de sus fotos no me sentía muy bien lo hacia porque a ella le gustaba, al darme cuenta Cathy y yo no teníamos tantas fotos juntos y las pocas que recuerdo ella las había borrado, solo encontré una cuando viajamos juntos y ya no había más, me lamentaba que de verdad no hubiera apreciado a esa mujer como era debido, suspire un poco preocupado.

― Liz despierta. ― Las cosas no se iban a poner para nada bien, refunfuño dormida, no le gustaba que la despertara. ― Nena por favor levántate necesito hablar contigo. ― Le toque la pierna para que se despertara.

― ¿Qué pasa? déjame dormir. ― dijo cerrando los ojos.

― No puedo, esto termino. ― Dije sin titubear.

― Ay Sam, por favor déjame dormir, tengo mucho sueño no me molestes ahora.

― No Liz esto no puede seguir... ― Suspire. ― Debemos terminar. ― Se sentó de un golpe en la cama y me miro sorprendida.

― ¿De que estas hablando? ― Pregunto algo asustada.

― Nuestra relación no va funcionar. ― Le dije sin levantar la mirada del suelo.

― ¿Por qué dices eso? ― Estaba asustada por la forma en que se puso. ― Si es por lo de ayer perdóname no te quería golpear, en serio fue un impulso terrible, pero yo de verdad te amo demasiado Sam.

― No es por eso, no tiene nada que ver lo de ayer. ― pase mis manos por mi cabeza, ella debía saber la verdad.

― ¿Entonces que sucede?

― La verdad es que siempre te he engañado. ― Su rostro se puso pálido al escucharme decir eso.

― ¿A que ... te ... refieres? ― Titubeo intrigada.

― Veras. ― Suspire. ― Cuando tu y yo empezamos a hablar y a salir, yo aún seguía con otra persona, la verdad la engañe contigo, la intente buscar mientras me encontraba contigo y la verdad es que a veces me hace falta.

― ¿Qué? ― Dijo con los ojos llenos de lágrimas.

― Lo siento, pero no estoy enamorado de ti, siento un gran afecto por ti pero no es tan fuerte cómo tu lo crees, y la verdad es que ella esta siempre presente en mis pensamientos.

― Me estás diciendo ¿Qué soy el remplazo de ella?

― Si suena horrible, pero es la verdad, lo lamento mucho y no puedo seguir engañándote.

― Eres una basura Samuel, tú no te mereces nada, lo primero que te pregunte siempre era si estabas con alguien y me lo negabas en serio eres un total desgraciado te puedes ir directo a la mierda esto si no te lo pienso perdonar. ― Me golpeo con sus manos en mi brazo, estaba furiosa y la entiendo a nadie le gustaría que le fueran infiel y mucho menos enterarse de esa manera.

― Voy llevar a los chicos a su casa. ― Dije levantándome de la cama mientras Lizbeth lloraba.

― Cuando regreses no estaré aquí.

― Lo sé y de verdad lo siento mucho espero que puedas perdonarme algún día. ― Le dije mientras cerraba la puerta, mientras esperaba un poco más escondí todas las cosas que se que podría romper estaba seguro que iba a destruir mi departamento, cuando cumplí mi cometido desperté a Cesar y Lucas que querían realmente seguir durmiendo.

Recuperando a mi exDonde viven las historias. Descúbrelo ahora