Capítulo XVII

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Después del tormentoso encuentro que tuvimos con Cathy, ese día me costó mucho dejar de pensar en lo ocurrido con ella, mil veces repetía todo lo que había sucedido y me afectaba demasiado, intente evitar recordar todo ese incidente, sobre todo porque que mis amigos intentaban distraerme y me daba vergüenza decirle que me quería y estar solo pero ellos hicieron lo mejor por mí lo valore demasiado significaba que de verdad les importaba, asó que estuvimos dando vueltas y conociendo muchos lugares, regresamos a nuestro hotel casi a las nueve de las noche, estaba bastante cansado y podría descansar, en realidad lo que hicieron Lucas y Cesar me sirvió mucho porque estaba tan cansado que simplemente me quede dormido. Al día siguiente me desperté a las cuatro de la mañana, me sentía algo mejor pero aun tenía una presión en el pecho, me dolía mucho todo lo que había pasado mis sueños e ilusiones quedaron destruidos por una simple pieza de metal ya me dolía un poco la cabeza por pensar en eso, pero me estaba afectando más de lo que creía.

Con Cesar y Lucas tomamos la decisión de aprovechar todos los días que aun nos quedaban en Estados Unidos, a pesar de que ya estaba muy cansado de todo y quería regresar a casa; era muy irónico antes no me quería ir ahora lo que más deseaba era irme lo más pronto posible, era lo que realmente quería en ese instante.

Pero por mis amigos acepte lo mejor que pude quedarnos todo el tiempo que pudiéramos para ahora si disfrutar lo que más pudiéramos, fue reconfortante algunos días porque me distraje mucho y no pensé en nada relacionado con Cathy, aunque a veces por más que lo quisiera me era imposible sacármela de la cabeza. Un día no pudimos salir del hotel, empezó a llover demasiado y deshicimos no hacer nada, ni siquiera nos vimos con los chicos, o por lo menos yo no me vi con ellos me quede todo el día encerrado viendo películas, cómicas y de miedo para distraerme fue un día relajante, no obstante al estar solo mi mente divagaba cosa que me molestaba odiaba tener esos arranques donde me imaginaba cosas que no debía porque hacían que el nudo en mi garganta volviera aparecer, durante las noches si me costaba un poco dormir, a menos que me gastara bastante energía en el día conciliar el sueño se me hacía bastante difícil. Una noche la pase de largo, pensando en todos y cada uno de los errores que cometí con Cathy, Ya no me quedaba nada más por hacer solo seguir porque todo lo malo que hice ya estaba hecho, todos eso lo estaba pagando con el sufrimiento que estaba sintiendo en ese instaste por ser tan malo con una mujer que fue la mejor conmigo.

Necesitaba tomar un respiro me levante de la cama y baje al bar del hotel, pedí una cerveza, no me gustaba beber solo pero no quería molestar a mis amigos, no habíamos hablado en todo el día, no estaba seguro si estaban en sus habitaciones, si estarían solos, si salieron así que mejor me quede hay bebiendo, seguí bebiendo un par de cervezas iba por la quinta cuando golpearon mi espalda.

― ¡Sam! ― grito Cesar muy contento un poco de mi bebida salió del vaso que tenía en mi mano y se derramo en sobre la barra.

― ¿Qué haces aquí solo porque no nos llamaste? ―pregunto Lucas sentándose a mi lado izquierdo, Cesar se sentó a mi lado derecho.

― No lo sé pensé que estarían ocupados o haciendo algo y necesitaba ahogar mis penas y desdichas con alcohol. ― Di un gran sorbo a mi bebida hasta que se acabó, me encogí de hombros sin saber que más decir.

― No es bueno que tomes solo y mucho menos como te encuentras, nos hubieras avisado este viaje es de los tres para que lo disfrutemos, pudimos hacer algo en la tarde, yo dormir todo el día. ― Concluyo Cesar algo molesto.

― Solo nos quedan tres días en Nueva York y creo que lo hemos conocido casi todo, no se quieren hacer, porque a mí no se me ocurre nada más ― con la mano le pedí al barman otra cerveza. Mis amigos me acompañaron a beber, al principio estaba muy calmado luego parecía que perdíamos el control no sé cuántos vasos habíamos bebido, pero Cesar ya no se podía poner en pie por el mismo así que el fin del alcohol había llegado.

Recuperando a mi exDonde viven las historias. Descúbrelo ahora