Drop me a rap line [myg] [jhs] [knj]

Spit

— ¿Por qué no vendrás a visitarnos a finales de año? — me cuestionó mi madre algo molesta. — Tienes meses posponiendo el viaje y ya habías asegurado que estarías aquí para las vacaciones de tu hermano.

— Voy a adelantar mis días libres.

— ¿Por qué?

— Necesito descansar, mamá.

— ¿Y no puedes visitar en esos días a tus pobres padres? Ya no digo que vengas a ver a tu hermano, ven al menos a vernos a nosotros, Kim Soobin.

Dejé caer la cabeza contra la palma de mi mano, moría de sueño, pero un mensaje a mi madre, se volvió una llamada... Una larguísima llamada. Dude en decirle que no iría a visitarlos pronto y por un comentario, terminé contándole, entonces no tuve más remedio que explicarle a ella, mis razones para aplazar ese viaje como por décima vez.

— Mamá, usé parte de mis ahorros para unas reparaciones del coche, no me es posible viajar justo ahora, no es que no quiera verlos.

Bueno, era una mentira, una bastante grande porque la verdad era que no me apetecía viajar una distancia tan larga solo para que mi madre me recordara durante toda mi estancia como, de acuerdo a ella, yo estaba tirando mi vida a la basura. Bueno, era por eso y por que pronto visitaría la clínica

— Eso no te sucedería si trabajaras en otra cosa ¡Te pagan muy poco! Tienes una carrera administrativa y te conformas haciéndole traducciones a esos cantantes.

— Me pagan más que suficiente, mamá. —miré el reloj, faltaba poco para las diez y considerando la diferencia de horario, el día apenas comenzaba en Illinois. — Es tarde acá, mamá, y allá debes tener cosas que hacer.

— ¿Estás tratando de terminar la llamada?

Solté un suspiro cansado.

— No, no es eso. — claro que era eso, quería evitar tener la misma conversación de siempre con ella.

— ¡Por supuesto que sí! ¿Ahora ni siquiera quieres comunicarte conmigo? ¡Estar lejos de nosotros te ha cambiado, Soobin!

Ahí está.

— Mamá, estoy demasiado cansada, con sueño... necesito...

— ¡Necesitas volver a esta casa! ¿Hasta cuándo vas a entender que acá tienes mejores oportunidades?

Y como siempre, sabia que no me hablaba de algo laboral.

— No volveremos a tener esa conversación...

— ¡Tienes casi treinta años! ¡Ya deberías estar casada, con hijos! Dejaste todo aquí... un excelente trabajo, a un hombre que te amaba, una vida con futuro... todo por tu tonto deseo de ser mujer independiente ¡Y lo único que has logrado es estar sola!

— ¿¡Y qué!? ¡No sé porque no comprendes que no deseo casarme! — entonces lo dije. — ¡Y TAMPOCO QUIERO SER MADRE!

Me colgó. Así sin más, terminó la llamada.

Lancé mi móvil a algún punto de mi cama y me dejé caer sobre la almohada. Pronto recibiría una llamada de mi padre o peor aún, de mi hermano. Esa era la llamada que quería evitar y lo que le había dicho a mi madre solo sería el detonante para tener una conversación con mi hermano mayor.

Seokjin era todo lo que mis padres querían: un hijo obediente.

El que estudio lo que ellos quisieron.

El que tenía un buen trabajo, uno con el que estaban de acuerdo.

El que tenía una prometida, que ellos aprobaban.