CAP. 15 Esperanza

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Escuchaba voces intentando contener a la que parecía ser la voz de Kyojuro y gritos que parecían provenir de Giyuu. No comprendía que estaba sucediendo pero lo que realmente le estaba preocupando era no poder escuchar la voz de su adorada hija ¿en dónde se encontraba? ¿Por qué no podía oírla? Comenzaba a desesperarse pero no podía articular palabra. Le dolía mucho la cabeza y le costaba abrir los ojos porque los párpados le pesaban. 

'¿En dónde está Kanao?'  Gritaba en su mente sin poder hacer audible su preocupación y eso le estaba generando mucha ansiedad y estrés, después de todo era su hija. 

Furiosa consigo misma por no ser capaz de hacerse oír decidió prestar atención en la conversación y de paso trataría de recuperar fuerzas para gritarles a esos idiotas en cuanto pudiera hacerlo. 

-¡Tú maldito, aléjate de ella! ¡No tienes nada que hacer aquí, seguramente por tu culpa se encuentra en este estado!-

-¡Cállate perro faldero, mejor preocúpate por esperar que llegue la ambulancia!-

Como ya no podía soportar esa estúpida discusión y no podía escuchar la voz de Kanao, Shinobu junto todas sus fuerzas y toda su voluntad de hierro abrió los ojos y gritó (en lo que puso) para que dejaran esa estupidez para luego y que se preocuparan por su hija. 

-¡Cállense los dos! ¿En dónde esta Kanao?- Aunque su pequeño grito fue apenas audible, fue increíble como esos dos hombres, la oyeron en medio de tanta conmoción. 

-¡Shinobu!-

-¡Shinobu-chan!-

Exclamaron ambos con preocupación, los dos poniéndose a la par de la chica al mismo tiempo, todavía compitiendo por su atención.

-No hables, en un momento llegará la ambulancia- 

-Si Shinobu-chan, debes tranquilizarte, en minutos te revisarán y nos iremos de este país en cuanto estés bien-. Ese comentario tan posesivo no le cayó para nada bien a Giyuu que fusiló con la mirada a Kyojuro ¿Cómo se atrevía?

-¿En dónde esta Kanao-chan?- Demandó. 

-Aquí estoy mami- Respondió la niña algo harta de estar parada delante de esos dos y que no le prestaran atención. Desde luego que estaba preocupada ya que su mamá estaba recostada sobre un banco esperando ser atendida por los doctores, pero ella no iba a llorar porque era muy fuerte y su mamá estaría bien porque era aun más fuerte que ella. 

-Gracias Kami...-

Y mientras que Shinobu agradecía que su hija se encontraba a su lado sana y salva, el tiempo se detuvo para Giyuu al observar los ojos de la niña. Su corazón dio una gran palpitación que le hizo doler el pecho, sus ojos se ensancharon como nunca y una gran alegría lo invadió de repente llenándolo de felicidad y esperanza. Simplemente no lo podía creer, era la primera vez que veía bien de cerca a la niña y ver que sus ojos eran casi idénticos a los suyos lo dejaba sin palabras. Ahora jamás la dejaría ir... y no la culpaba, si tan solo hubiese insistido con ella... posiblemente todo sería diferente. 

Ahora entendía el nerviosismo de Shinobu y la urgencia de que la niña saliera de la oficina, no quería que supiera que ella era su hija. Eso le dolía, le hablaba de su egoísmo pero era su madre y había criado a esa niña sola todo ese tiempo y a pesar de todo lo comprendió... y no la culpaba, si tan solo hubiese insistido con ella... posiblemente todo sería diferente. 

-Shinobu-chan, ya llega la ambulancia, ahora iremos a un hospital y te revisarán. Afortunadamente pude llegar a tiempo y cuando el auto te golpeó estuve cerca y logré atraparte antes de que golpearas el suelo. Creo que te desvaneciste por el shock que te causó el golpe pero estoy seguro que no tienes nada malo-. 

El secreto de ShinobuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora