Cortos Kim Dokja/Yoo Jonghyuk

Gritarle a mi ex

Nota: Antes de empezar este fanfiction es la continuación de otro fic, busque la primera parte pero la autora parece que lo borro así que solo queda este que es echo por otra autora.

En resumen el primer fanfiction trata de que Yoo Joonghyuk termina con Kim Dokja y como este queda mal después de la ruptura, después de un tiempo Han Sooyoung y Yoo Sangah hacen una celebración en su nuevo apartamento e invitan a todo el grupo, Dokja que no quería ir porque sabía que vería a Joonghyuk decide ir por la insistencia de Sooyoung en que tenía que superarlo pero al llegar no esperaba que Joonghyuk ya estuviera en una relación con Lee Seolhwa, Dokja se siente mal porque piensa que Joonghyuk ya lo superó rápido y solo decide irse de la fiesta y llorar en su casa pensando en que hizo mal.

capitulo 1

Kim Dokja suspiró, apretándose contra la esquina del asiento del tren. Había pasado una semana y media desde la fiesta en casa. Miró su teléfono, releyendo la invitación al café que había recibido de Han Sooyoung. Honestamente, ni siquiera habría aceptado si no fuera porque Sooyoung insistió y prometió pagar su bebida. Sooyoung pagar por cualquier cosa fue una hazaña en sí misma. Así que decidió pedir algo caro y asquerosamente dulce aunque solo fuera para poder verla pagar la cuenta. Una venganza silenciosa por sacarlo de su rutina.

Sin embargo, no había esperado que el tren estuviera tan ocupado a esta hora. ¿Había algún evento ocurriendo por aquí en alguna parte? Kim Dokja volvió a mirar su teléfono y abrió una novela web para pasar el tiempo. Lo que sea, no es tan importante. El tren se detuvo y la persona sentada al lado de Dokja se puso de pie y salió del vagón. Kim Dokja se relajó un poco, sintiéndose un poco menos apretado después de alejarse del reposabrazos de metal. Tenía al menos dos paradas más antes de poder bajarse del tren. No se molestó en mirar hacia arriba cuando el tren se movió y volvió a detenerse.

"¿Te importa si me siento aquí?"

Dokja levantó la vista de su teléfono y tuvo que parpadear un par de veces para confirmar lo que estaba viendo.

Guau.

La persona frente a él era lo suficientemente guapo como para abofetear la cara de Yoo Joonghyuk al menos una vez y tal vez incluso era un par de centímetros más alto que él. Sus rasgos eran afilados pero elegantes, con una nariz recta, pómulos altos y una mandíbula fuerte, no muy diferente a una escultura de hielo tallada con precisión y gracia. Su cabello oscuro estaba arreglado, cayendo justo por debajo de la línea de sus ojos. Esos ojos eran los que completaban la imagen casi etérea frente a Dokja. Eran estrechos, con largas pestañas que enmarcaban iris pálidos y fríos de color gris que recordaban la niebla de la mañana o una tormenta que se avecinaba sobre el mar.

El extraño inclinó la cabeza, aún esperando una respuesta.

Kim Dokja salió de su ensimismamiento y asintió varias veces, incapaz de encontrar su voz en medio del pánico. Se movió de regreso a la esquina estrecha, todavía tambaleándose por el hecho de que alguien tan guapo le hablara. El impacto se desvaneció rápidamente, la sonrisa de cierto jugador profesional vino a su mente. Eres un tonto, Kim Dokja. Pensó, una voz familiar lo superpuso al mismo tiempo. No fue hace tanto tiempo que siempre tuvo la atención de un hombre particularmente guapo. Kim Dokja volvió amargamente a su teléfono, intentando enterrar los pensamientos en su mente con cualquier historia que hubiera abierto previamente. Oyó que el tren anunciaba su parada. Dokja metió al azar su teléfono en el bolsillo, se puso de pie y luego salió rápidamente del tren. No se dio cuenta de que el teléfono no estaba seguro donde lo había colocado y lo dejó en el asiento del vagón del tren.