𝑻𝒖𝒓𝒃𝒖𝒍𝒆𝒏𝒄𝒆 [𝒀𝒊𝒛𝒉𝒂𝒏] 𝑴𝒑𝒓𝒆𝒈

10

"¿Por qué me has llamado aquí? Tenía previsto firmar los documentos en mi departamento"

Wang Yibo ni siquiera lo vio venir, sintió unas fuertes manos acorralarlo contra una de las paredes de aquella oscura oficina en la cual estuvo a punto de entrar, años atrás reaccionaría de otra manera más excitante, pero ahora, tantas cosas habían cambiado para él, su tortuoso destino era diferente al del pasado, ya no era aquel Wang Yibo, si no, uno nuevo y renovado, el jefe de la mafia China. Las manos de aquel hombre que lo acorralaba contra su propio cuerpo, comenzó a recorrer su pecho hasta bajar al cierre de sus pantalones, justo ahí, quedándose inmóvil por unos segundos, movió el broche del cinto sin hacer el más mínimo esfuerzo, solo bastó un suspiro para deshacerse de eso.

"Yang Yang"

Entre jadeos tortuosos, puso una mano sobre su cabeza, el hombre se había arrodillado ante él, sin responder nada, a cambio con sus ágiles finos dedos, haló la cremallera hasta llevarla al final, notoriamente se sobresalía el miembro erecto de Wang Yibo, el cual por inconsciencia estaba soltando sus primeros líquidos preseminales, algo que lo terminó de volver loco, fue cuando su miembro entró a la boca del contrario sin dejar absolutamente nada del pedazo de carne fuera, todo estaba dentro de pequeña boca, Yibo mordió sus labios con fuerza, llevó sus manos a la nuca del hombre empujándolo con bestialidad hasta hacerlo tragarse todo,  escuchó sus arcadas pero aun así no dejó de penetrarse la boca. Yibo abrió los ojos en un suspiro electrizante que provocó aquella mamada en su abdomen, cuando bajó la mirada vio el vivo reflejo de Xiao Zhan, como si lo mirara con sus ojitos lujurioso deseando más de él, entonces se dio cuenta, que ya no era él mismo, incapaz de estar con otro hombre que no fuera Zhan, lo alejó completamente de su polla, la metió dentro de su pantalón con agilidad viendo como el mayor lo miraba furioso.

" Siempre te ha gustado, ahora ya no"

Él hombre se puso de pie, sacudió el polvo de sus rodillas. Su pantalón blanco de marca francesa se había manchado por la mugre que desprendía su oficina, por más que mandara a limpiarla a diario. Aún permanecía la sangre de las personas que ahí torturaba sin piedad, las mismas que morían desgarradas a sus pies, a Yang no le gustaba para nada ser desobedecido, mucho menos que le quitaran lo que era suyo, por un instante estaba sintiendo el dolor de la pérdida. Hace años atrás, cuando Wang Yibo y él se conocieron, fue un chispazo del destino en cuanto se miraron a los ojos, a pesar de ser Yibo 6 años menor que Yang, siempre era el menor, único en su especie, el cual tomaba las riendas del asunto, no se involucraban sentimientos, solo era sexo, Yang era un hombre activo la mayoría de las veces con sus amantes, pero Yibo le fascinaba tanto que no le importaba entregarse a él como un pasivo sumiso, eso le encantaba.

"Hace mucho que nos dedicamos a los negocios, entre nosotros ha quedado claro que solo es trabajo, nada más"

Yang apretó sus puños con fuerza al escuchar las palabras de Yibo. Aquello dolió como el carajo.

"Ya entiendo, ahora tienes a ese putito para divertirte, ya no te gusta hacerlo conmigo"

Wang Yibo arqueó una de sus cejas furioso, por la misma razón que Yang estaba enojado con él, Yibo también lo estaba y mucho, no le gustó para nada que se refiriera a Zhan como "putito" en las últimas semanas se había convertido en algo más que eso para él, ya no era simplemente follar como si no existiera un mañana, no pagaba solamente por su cuerpo, si no por su tiempo, su mente, su corazón.

"Hablemos de negocios ¿Llegó el cargamento en condiciones?"

Yang pasó la punta de su lengua por sus dientes, lo vio tomar un lugar en la silla que le correspondía como dueño de aquella oficina pero aún así no le interesó, agarró los documentos que estaba sobre la esquina del escritorio, y acercándose un poco a Wang Yibo se los entregó en sus manos mientras jugueteaba con su entre pierna y la punta de su zapato. Wang Yibo rodeó los ojos, dio manotazo en la pierna de Yang obligándolo a apartarse.