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Zhan abrió lentamente los ojos, aquella luz chillona que se apoderaba de su iris lo hizo quejarse más de una vez, el simple hecho de que ese accidente fuese real lo obligó a llorar otra vez, su amor estaba en un lugar lejos de él, no poder verlo, estar a su lado y decirle que todo estaría bien lo sacaba de quicio. Y es que a ciencia cierta, Zhan no tenía ni la menor idea de que todo estaría bien, estaba tan aterrado que todo lo malo que podría pasar no dejaba de atormentarlo, pero si algo temía más que a nada, era a perder al amor de su vida. De cómo se vería solo con un bebé, que no conocería a su padre nunca por culpa de un negligente que iba a toda velocidad en una noche lluviosa, a ese no le importaba a quien se estaba llevando por delante, porque claro, seguro seria un borracho o un hijo de papi. 

— Zhan.  ¿Estás mejor? ¿Te duele algo?

Rodeó los ojos con sorna al escuchar la voz del doctor, debía estar cuidando de su prometido no de él. Pero aquel desmayo había sido significativo para su estado.

— Zhan, te enviaré a que realices otros análisis, estas de 6 meses y el accidente. 

— ¿Cuándo despertará?

Un nudo se formó en su garganta a punto de no dejarle prácticamente hablar. Las ganas de gritar para liberar esa opresión en su pecho no le dejaban seguir, quería gritar hasta quedarse sin voz, sin aliento o lo que significase liberar tensión ligada al dolor. Él estaba siendo egoísta, cuando Yibo no le pensó dos veces en protegerlos, si llegase a saber lo que ahora estaba haciendo. Seguramente lo regañaría o algo peor, podría dejarle por no pensar en su bienestar y en esa pequeña personita que estaba creciendo en su vientre, la cual no pertenecía  a sus planes, pero una vez presente la amaban.

— Zhan, ¿Quieres saber el sexo de tu bebé? Eso te haría mucha ilusión. 

Zhan intentó sonreír, le encantaría tanto que Yibo sostuviera su mano ahora, estaría a punto de conocer a su bebé por una ecografia luego de meses sin practicarse una que sentía que lo traicionaba, pero el simple hecho de conocerlo, le alegraba, así podía olvidar un poco ese amargo sufrimiento por el que estaba pasando. 

Con ayuda del doctor se acostó nuevamente en la camilla, una mujer de ya entrada edad que llevaba una bata blanca se acercó a él muy sonriente, ella le haría la ecografia, Xiao se quedó en silencio cuando alzó una parte de su camisa para dejar su vientre desnudo, no se movió, ni se quejó cuando aquel líquido frío tocó su piel, pudo hasta sentir que su bebé daba una patadita molesto, al parecer a él si le había provocado malestar ese líquido helado, pero aún así, Zhan seguía sin mostrar expresión alguna. La mujer estuvo por unos segundos pasando el artefacto por su barriga en silencio, hasta que por fin emitió una exclamación de alegría. 

— ¡Aquí están, los encontré!

Zhan apretó con fuerza los labios sin entender. 

— ¿Están?

— Felicidades papá. Trae usted gemelos, dos pequeños hombrecillos.

Zhan abrió los ojos confundido, prácticamente sus pupilas se dilataron y es que ahora mismo, millones de emociones reboloteaban en su interior, mezcla de sentimientos hermosos, sus ojos llenos de lágrimas emotivas admiraban la foto que la doctora le había entregado en sus manos, por más que aquello fuese increíble, los podía ver, eran dos bebés perfectamente formados, algo de fe e ilusión creció en su corazón, sentía una necesidad apremiante de verlos nacer, de conocer sus rostros, si se parecerían a él o a Yibo, tal vez a los dos por ser sus padres, pero sobre todo, serían los niños más amados del mundo, porque él se encargaría de darle ese amor.

— Son muy hermosos Zhan, Yibo se pondrá muy contento cuando despierte. 

Zhan miró a Li Xian. Otra vez su sonrisa se apagó, un sentimiento de culpa llegó a él, de poder ver a sus bebés en una ecografia cuando su novio no podía. 

— Quiero ver a Yibo, Li Xian, llévame a donde está. 

— Zhan, él aun no pude recibir visitas. 

— Porque se empeñan en mentirme. Su hermana está aquí. La vi hace un rato, ella pudo entrar.

Yang cerró los ojos. Esta situación los estaba superado a todos, ya no sabían como impedir que Zhan viese a Yibo, como hacerle entender que las emociones fuertes eran muy malas para los bebés, aun así, el insistía, y si no le daban lo que él quería no se detendría, saldría a buscarlo por si mismo hasta dar con él. 

— Zhan, de verdad quieres ver a Yibo en esas condiciones, entubado, lleno de cables, aferrado a un balón de oxígeno, rodeado de máquinas. ¿Eso quieres ver?

Dijo un Yang furioso. Li Xian lo miró fijamente llamando su atención.

— No me interesa ver eso Yang, yo quiero ver a mi novio, ya sé que está en coma y que está mal. Pero yo necesito verlo, quiero hablarle, se que me puede escuchar. Si Li Xian estuviese en esa situación, tu estarías como loco también, haciendo hasta lo imposible para verle. 

Yang enmudeció, caminó hasta Li Xian y lo protegió en sus brazos. Es que solo de pensar en eso, de no poder ni tragar por un nudo aferrado en su garganta, lo volvía loco. Su vida no era nada antes de conocer a Li Xian, ahora que lo tiene en su vida no puede ni imaginar si un día lo llega a perder, él también moriría. 

— Buscaré al médico. 

Zhan sintió alivió al obtener esa afirmación por su parte. Por lado el doctor tampoco se opuso, realmente eran sus amigos los que impedían que viera a Yibo por su estado y que eso podría sentarle mal, pero ya una vez que estuviese a su lado estaría más tranquilo, y se puede decir que así estuvo un tiempo, cuando llegó a la habitación en la que Yibo se encontraba, tuvo que mantenerse firme, ver al amor de su vida en aquel estado le rompía el alma a dos, tal como dijoYang, Wang estaba todo lleno de cables, con un tubo en la nariz, tenía heridas por todo el cuerpo, y un vendaje rodeaba su frente. Se acercó lentamente a él, a pesar de repetirse una vez que no lloraría no pudo, lloró con fuerza, lloró hasta que el dolor en su pecho dejó de molestarlo, cuando por fin se pudo tranquilizar, acercó sus labios a los suyos para dejarle un cálido beso, un beso que fue multiplicándose, lo sentía tan frío que le daba miedo. 

— Mi amor, serán dos bebés, dos corazoncitos latiendo a la vez. Tienes que despertar ¿Sí? Te necesitamos bien, yo te necesito, amor, regresa conmigo, por favor, no puedo seguir sin ti, no puedo vivir sin ti Yibo. 

Su voz a medida que hablaba se quebraba, la tranquilidad de hace segundos no existía más, todos el dolor regresó a su estado original y se alejó en su pecho para no despegarse más. 







𝑻𝒖𝒓𝒃𝒖𝒍𝒆𝒏𝒄𝒆 [𝒀𝒊𝒛𝒉𝒂𝒏] 𝑴𝒑𝒓𝒆𝒈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora