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Las manos de Yang acariciaron la espalda de Li Xian con suavidad, masajeaba de arriba abajo, sin dejar de jugar con los carnosos labios de Li que estaban a su disposición, una de sus manos llegó hasta las firmes y redondas nalgas del rubio, mientras que con la otra se disponía a desabrochar la camisa del menor con rápidos movimientos. Era prácticamente un experto en desabotonar con ágilidad. Li Xian sentía los labios de Yang como una adicción, no podía dejar de saborearlos por más que sintiera su lengua entumecida. 

¿Qué maldita droga era esa que estaba acabando con su estabilidad emocional? 

Debajo de sus finas piernas, sentía como un bulto crecía entre las piernas del mayor, esos besos y caricias estaban haciendo efectos y no solo en él. Porque el rubio tuvo que apretar un poco las piernas para que no se notara su miembro crecer de a poco.

—  J—  joder esto es. —  Gruñe en los labios de Yang. Deseaba tanto ser tocado de esa manera, nadie mejor que él propio Li Xian sabía cuanto anhelaba esos toques. 

—  ¿Debo parar? —  Pregunta Yang con la voz un poco agitada.

—  No por favor. No te atrevas a parar ahora. —  Le ordena tomándolo con brusquedad de la nuca, lo besa nuevamente, mordiendo su labio inferior al punto de enrojecerlos completamente.

Li se encuentra desesperado quitando la camisa de Yang mientras este lo acaricia por encima de su pantalón, da masajes con fricción en sus muslos, espalda baja, hasta quedarse estático en sus nalgas, una vez teniendo a su disposición el pecho desnudo del pelinegro, lo acaricia con la yema de los dedos, siente como se estremece debajo de su cuerpo, lleva uno de sus dedos a la boca y lo chupa, sacando un hilo corto de baba que luego lleva hasta sus pezones rosados y empieza a masajear, a tocar como si fuera algo preferido para él. Ve como se eriza ante su tacto, los pezones del mayor no son lo único que se ponen erectos bajo ese tacto.

El pelinegro muerde sus labios al ver como aquel chico aun debajo de sus piernas se arquea, sale de encima de sus muslos, abre sus piernas y se posiciona entre ellas, lleva sus manos al cierre de su pantalón, lo baja rápidamente, algo realmente duro y húmedo sobresale.

—  Tragátelo todo bebé. —  Dice con la voz literalmente ronca, acaricia los cabellos de Li Xian, viendo como el rubio se le acerca. La saca con sus manos, ve el líquido preseminal salir de la punta, lleva su lengua y la chupa mientras acaricia la piel expuesta. —  Oh mi amor. —  Susurra dejándolo salir un gemido de placer. Li Xian no se detiene, sigue chupando sintiendo como el miembro del mayor crece aun más dentro de su boca. —  Ven aquí. —  Lo separa rápidamente de él. —  Necesito estar dentro de ti. —  Li Xian se pone de pie, lo toma de las caderas, quita su cinturón ayudándolo a bajar su pantalón rápidamente.

—  Espera. —  Yang saca del bolsillo trasero de su pantalón el empaque pequeño de un preservativo de color rosa, lo abre y se lo coloca a Yang dándo pequeños masajes en él. El mayor se ha percatado de lo mojado que está Li Xian, lo pone nuevamente entre sus piernas, y de una rápida embestida entra en él haciéndolo gritar de placer. El rubio clava sus uñas en el pecho duro de su chico mientras los movimientos se hacen más fuerte, escuchando el sonido de las pieles sonar al unísono. Li arquea su espalda, pone libremente los ojos en blanco, mientras siente las estocadas siendo más fuertes y profundas a punto de rasgarlo por dentro, algo que le encanta.

—  N—  no a—  aguanto m—  mas —  Gruñe Yang a punto de correrse, Li Xian mete la cabeza entre la separación de su cuello y su hombro sintiendo cuando se viene primero que su pareja. Algo caliente corre en los adentros del preservativo pero Li Xian puede sentirlo a la perfección.

Ambos chicos están tan sumergidos en sus cosas, que ni siquiera se dieron cuenta que Zhan estaba parado en la puerta.

—  ¿Porqué usas protección? Era importante antes de dejarme embarazado, no ahora. —  Murmuró un incómodo Li Xian a punto de golpear el hombro de Yang que lo miraba con admiración. 

—  Lo siento amor, fue la costumbre. —  Se echó a reír besando sus labios. Cuando lo atrajo más a su pecho, se dio cuenta de la presencia del pelinegro en la puerta. —  ¡Zhan! —  Exclamó agarrando las sábanas para tapar la desnudez de su cuerpo junto a la de su rubio. 

—  ¿Qué pasa, Zhan?

Li Xian volteó encontrándose con la mirada de su amigo. 

—  Perdonen, no los quise interrumpir, espero afuera.

Cerró la puerta con fuerza, estaba tan avergonzado que sus mejillas adoptaron un color rojizo en menos de un segundos, bajó las escaleras como un loco, casi tropieza y se cae, pero para su mayor suerte, su salvador lo sostuvo a tiempo, tomándolo en sus brazos, Zhan abrió la boca para emitir una sonora risa que luego fue callada con un apasionado beso cargado de ternura, una vez abajo se dejó abrazar por un desesperado Zhan, estaba preocupado porque hace mucho tiempo Yibo se había marchado de la cabaña, esa era la razón por la que buscaba a Yang, el único que podía conocer su paradero estaba muy ocupado con su novio y él los había interrumpido, o por lo menos sorprendido. 

— ¿Porqué corrías? Eso es muy malo para el bebé, Zhan.

Regañó Yibo apretando sus mofletes aun rojos.

— Yang y Li Xian lo estaban haciendo, los acabo de atrapar.

Explotó en una estruendosa carcajada contagiando al castaño que aún agarraba su cintura. 

— ¿Porqué demoraste? Estaba muy preocupado por ti.

Por donde debía empezar, contar de una sola vez su encuentro con su padre biológico o callarse todo, pero esa no era la mejor opción, prometió no ocultar nada, mucho menos a Zhan que ahora era su pareja, pero todo estaba siendo muy difícil, como decirle que su padre era aquel hombre que los estaba incomodado, que por su culpa casi lástima a su bebé, estaba asustado, aterrado por su presencia tan lejana, todo por culpa de su suegro, esa confesión podría alejarlos más. Respiró fuerte con mucha dificultad, se apoyó en el barandal de la escalera acercando al pelinegro a su pecho, Zhan había notado que algo extraño pasaba con su novio, estaba un poco diferente de cuando se fue. No tenía que ser un prodigio para darse cuenta de su cambio, era una mezcla de preocupación con malestar. Su frente que antes estaba seca, ahora mostraba signos de sudor. 

— Amor, somos libres, ya nadie nos molestará, luego de que veas a tu madre podemos regresar a Taiwan, seguir con nuestras vidas, incluso comprar esa galería que tanto deseas.

Zhan entrecerró los ojos más angustiado aún. 

— ¿Qué pasa? ¿Porqué de pronto me dices esas cosas? ¿Acaso te encontraste con ese hombre? 

— Me conoces tanto. 

— Estás loco, Wang Yibo. — Un grito aterrador salió de la boca del pelinegro.

— Amor, todo está bien. Nos dejará en paz. Su motivo después de todo no era tan malo.

— ¿Tan malo? — Cuestionó Zhan furioso. — Es un psicópata, mandó un matón a tú casa, casi pierdo al bebé. — Yibo tragó duro por sus palabras. 

— Sé lo que pasó Zhan, por favor no me lo recuerdes de nuevo. — Le dio la espalda, cerró los ojos con fuerza para intentar recuperar un poco de fuerza para decir lo que necesitaba. — Esto está siendo muy difícil para mí, por favor, ese...— Zhan lo abrazó por la espalda. — Ese hombre es mi padre biológico, él es mi papá. — Zhan se quedó sin palabras ante aquella confesión, pero no se apartó de su cuerpo ni un poco. 

𝑻𝒖𝒓𝒃𝒖𝒍𝒆𝒏𝒄𝒆 [𝒀𝒊𝒛𝒉𝒂𝒏] 𝑴𝒑𝒓𝒆𝒈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora