15 años después
Había sido un experimento, o algo similar, no me arrepentía, excepto porque todos habían confabulado en mi contra para obligarme a tomar un descanso, era ese el motivo por el cual me encontraba acostada cuando todavía era de día, aunque nadie sería capaz de afirmarlo con certeza cuando las persianas de esta habitación bloqueaban completamente la luz que podría haber entrado por los grandes ventanales.
Siempre entrenaba mi cuerpo y mente, no formaría parte del ejército ni mucho menos, pero me gustaba estar en forma en caso de que algún imprevisto ocurriera, todos conocían mi fuerza, incluso enseñaba a otros, a algunos del ejército y otras clases particulares. Era, sin duda alguna, más fuerte que todos aquellos con los que peleaba, nunca he perdido un solo combate, por eso, nadie nunca pensaría que yo estaría herida por un corte de espada... Sólo que esta herida no era inicialmente mía. En eso consistía mi experimento, después de todo, con mi hermano compartíamos un vínculo que nadie había terminado de descifrar, era un misterio en muchos sentidos y, como erudita que fui alguna vez, había decidido investigar por mi cuenta sobre este fenómeno. Y, por primera vez en años, mi hermano se había distraído durante el entrenamiento, por lo que fue el momento perfecto para llevar a cabo mi teoría. Fue de hecho, algo de concentración, el traspasar su herida a mi cuerpo, y, averigüé, gracias a mi conexión con Dean, que no era algo de lo que él fuera capaz de hacer, de hecho, lo intentó un sinnúmero de veces sin éxito, y, en cuanto esto llegó a oídos de mi padre... Se armó un gran alboroto.
De todas formas, era ese el motivo por el cual en estos momentos intentaba quedarme dormida, aunque no tuviera deseos de dormir... Me estaba esforzando en conseguirlo solo para tener una pronta recuperación, esperaba que, con persistencia, tarde o temprano ocurriera. No podía engañar a nadie, el haber perdido sangre sí me había debilitado, era un ser humano, después de todo, pero odiaba descansar. Quizás con el tiempo hubiera logrado quedarme dormida, de no ser por la sensación que tuve en ese momento. No era algo que pudiera ser detectado por cualquiera, dado que no se trataba de una presencia física, era solo una pequeña señal, incluso para mí era casi indetectable, un mensaje sin palabras, imágenes ni similares. Solo voluntad. Pero, al ser tan pequeña supuse que él intentaba más bien tantear el terreno, puesto que era un sentimiento que solo podría distinguir estando despierta, es decir, no es algo que me hubiera despertado.
Estuve tentada a decirle que entrara a la habitación, pero no quería seguir en cama, por lo que preferí ignorar la insistencia de todos y solo ir a su encuentro.
Mi habitación tenía dos puertas, la principal, que conducía a las escaleras por las cuales llegaba al vestíbulo y otra para el baño. Lo que nadie sabía, a excepción de mi familia, era sobre el pasadizo secreto, uno que solo se abría con mi firma de energía o de un miembro de nuestra familia consanguínea. Este fue el que utilicé, pues mi destino, en esta ocasión, era el salón secreto que usaba con Dean, mi hermano gemelo, para encontrarnos sin testigos. Este salón, a diferencia de mi habitación, no tenía ventanales, en su lugar había un enorme tragaluz que abarcaba la totalidad del techo, permitiendo la entrada de toda la luz de la cual mi habitación en estos momentos estaba privada. Tuve que cerrar los ojos, cubriéndolos con el brazo, solo por un instante debido al abrupto cambio de luminosidad que llegaba a ser cegador.
Cuando me hube acostumbrado, pude distinguir la figura de mi hermano que estaba todavía de espaldas a mí, solo levemente inclinado contra la chimenea del salón. Al ser invierno la magia la mantenía encendida.
— No esperaba que vinieras. Supongo que en verdad no querías descansar.
Se volteó a verme con una cálida y hermosa sonrisa, la suavidad en su voz era como siempre, nadie podría haber notado una diferencia a su forma habitual de ser, incluso el humor en sus palabras sonaba igual. Solo yo me daba cuenta de la diferencia, aunque no lo haría notar. En su lugar, preferí seguirle la corriente, como siempre.

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Secretos de Sangre
FantasyEstaba atrapada entre la vida y la muerte en un ciclo infinito, cada vez que su vida terminaba volvía al pasado al momento más doloroso de esa época sin poder cambiarlo, forzándose a sí misma a seguir adelante e intentar, cada vez, cambiar el futuro...