Era un monstruo, me había convertido en uno tras perder a la única persona a la que alguna vez llegué a amar, entonces mi corazón quedó irremediablemente destruido, y lo único que me permitía seguir era el deseo de venganza, quería eliminar a todos aquellos responsables de su muerte. Y estaba a un solo paso de lograr mi cometido.
Mi padre estaba sonriendo, se veía complacido, y eso me daba nauseas, porque ahora comprendía que el motivo por el que me había resultado tan sencillo convertirme en un monstruo era porque mi padre era uno, no había otra respuesta, no cuando estaba tan tranquilo delante de mí, como si no le acabara de decir cómo había asesinado a todas sus esposas e hijos, como si no le hubiera detallado la forma cruel en que los había torturado, quemándolos, desmembrándolos y cómo me había regocijado ante sus gritos de dolor y súplicas rogando por misericordia... Sólo se veía feliz, sólo le importaba que uno de sus hijos siguiera con vida habiendo demostrado ser el más fuerte y capaz de todos ellos, además de ser un poderoso hechicero...
Era asqueroso.
— Has ganado tu lugar, nadie te desafiará. Y, el día en que muera podrás regir este imperio con el poder que has heredado.
El sirviente que había estado todo ese tiempo en silencio se acercó a la pequeña mesa del Salón y sirvió dos copas de vino, sabía que el momento que por tanto tiempo había esperado estaba cerca, y, tras ello todo habría terminado.
— Imbécil.
— ¿Qué has dicho?
— He dicho: Imbécil. Todos estos años has sido completamente engañado, y, ya que parece que no te importa haber perdido tu descendencia o mujeres, entonces quizás quieras saber un pequeño secreto. — Sonreí, a través de la mesa que nos separaba. — No soy hombre, sino una mujer, mi madre ocultó mi identidad para así poder sobrevivir, y me fortalecí para escapar de este repugnante lugar.
Sus ojos se llenaron de ira, había sido humillado de la peor manera posible, todo le había sido arrebatado por una mujer a quienes consideraba insignificantes.
— Perra. Esa... ¡Esa maldita perra! — Sabía que estaba maldiciendo a mi madre en su tumba por haber ocultado algo así, y era reconfortante ver que algo sí le afectaba, incluso cuando era algo como el orgullo destrozado.
— ¿Sabes? Habría permitido que alguno de tus hijos viviera, de no haberse confabulado para arrebatarme a la mujer de la que me enamoré, si tan solo me hubieran dejado en paz nada de esto habría ocurrido. Pero ya es demasiado tarde.
Y ahora que él había bebido su vino, y yo el mío. Realmente era el final.
— ¡Maten a esta insolente! ¡Estúpida! Puedo tener cientos de hijos más, incluso si lleva mucho tiempo ya he devorado el corazón de esa perra por lo que viviré al menos 100 años más, esto no arruina mis planes, sólo quiero verte muerta por tu arrogancia al venir a mí de esta manera. No lograrás destruir el imperio que he construido...-
Los guardias acatando las órdenes del emperador, hicieron su camino hacia mí, al menos esa debía ser su intención, hasta que mi padre comenzó a ahogarse, el sonido que emitía me dio a entender que el veneno le había comenzado a devorar, probablemente pronto yo también moriría de la misma forma, pero, aunque el dolor ya empezaba a aparecer, lo disimulé, quería verme triunfante en sus últimos momentos tras darse cuenta de que había sido envenenado y que pronto, todo aquello por lo que había luchado, se derrumbaría. Quería decirle que el poder que ostentaba era también una maldición, pero supuse que no era necesario por la mirada de desesperación en sus ojos grises tan asquerosamente iguales a los míos.
Todos lo rodearon, pero era demasiado tarde.
Al mismo tiempo, yo reía a carcajadas, el mismo veneno que él había ingerido residía en mi copa, y ahora éste se esparcía por mis venas, destruyendo el maná contenido en mí, el dolor me hacía entender que había llegado el momento que tanto había esperado, él retorciéndose a mis pies era la victoria que obtendría, una amarga, sin final feliz. Porque, aun cuando él perdía su vida delante de mí, yo no podría traer de vuelta aquello que me arrebató.
![](https://img.wattpad.com/cover/260701131-288-k619740.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Secretos de Sangre
FantastikEstaba atrapada entre la vida y la muerte en un ciclo infinito, cada vez que su vida terminaba volvía al pasado al momento más doloroso de esa época sin poder cambiarlo, forzándose a sí misma a seguir adelante e intentar, cada vez, cambiar el futuro...