Dean
Odiaba las Conmemoraciones. No, más bien, lo que odiaba en realidad era que tuviéramos que realizar grandes celebraciones para tales eventos, pues estas instancias se habían convertido en el recordatorio de que por mi culpa Jade se debía ver expuesta a situaciones incómodas de las cuales constantemente debía escapar.
Hacía años ella había pensado en cómo sería huir de todo, dejar esta vida atrás y simplemente vivir como una chica común, ser capaz de hacer lo que fuera que quisiera sin que nadie dictara cómo debía ser su vida, podía valerse por sí misma y defenderse, era más fuerte que cualquier guerrero, ella era excepcional. Pensar que realmente hubo un tiempo en que sólo quería escapar porque estar en el Castillo la sofocaba, era doloroso para ambos, y lo peor de todo era saber que ella seguía allí sólo por mí, sin ser capaz de alejarse al saber que yo no podía hacer lo mismo. Por mi parte, al ser el Heredero al Trono de Telhye no podía desentenderme de mi deber y responsabilidades, ella se había quedado para brindarme apoyo, incluso cuando aquello significaba sacrificar su propia felicidad.
Verla en cada Conmemoración, escapando de los miembros de la Corte, era lo que me recordaba aquellos tiempos.
Nuestros amigos ayudaban mucho en estas ocasiones, así como yo, la apartaban de situaciones que ella aborrecía, esto podía significar distraer a miembros importantes de la Corte para que ella pudiera escapar o... Bailar para tenerla ocupada. Sabía que, si era atrapada por los del Consejo ella no sería amable.
En estos momentos seguía el ritmo de Brad en su camino a rescatar a Kei, era interesante verla bailar pues era conocida por ser mordaz, fría y letal, y, a pesar de eso, tenía una gracia inigualable al bailar, solo unos pocos sabíamos que esa habilidad se debía en realidad a su entrenamiento, luciendo su agilidad que usualmente usaría para matar, con sensualidad y elegancia, lo que me incomodaba que otros vieran, o verlo por mí mismo.
Sabía que había algo diferente en ella, no quería insistir en conocer lo que estaba en su mente, nunca lo había tenido que hacer, pero el cambio que veía era suficiente como para hacerme sentir ansioso. Pronto averiguaría todo, ella lo había prometido y siempre era fiel a su palabra. ¿Qué era lo que había visto realmente para hacerla indiferente a todo lo que le rodeaba?
— ¿Cómo está ella?
La voz de Brad me obligó a apartar la mirada de Jade para así concentrarme en él, aunque él también miraba en esa dirección, observándolos bailar, convirtiéndose en el foco de atención una vez más.
— No sé a qué te refieres, pero... No lo sé.
— ¿Tú...?
Sentí el movimiento abrupto que hizo a continuación de mis palabras, estas debieron sorprenderlo tanto como a mí, quién iba a pensar que yo, quien toda la vida había compartido un vínculo profundo con Jade llegaría a decir tales palabras... Yo no lo hubiera imaginado.
— Nuestro vínculo está a oscuras, no sé lo que pasa por su cabeza y ella tampoco ha querido compartirlo conmigo.
No dijo nada por un tiempo, Sabía que Kail y Matt debían estar atentos a la conversación a unos pasos de distancia, ellos debían tener mucho qué decir, e imaginaba que pronto lo harían, al menos pensaban sus palabras antes de hablar.
— No sé qué pudo pasar entre ustedes... Hm... Bueno, ella fue a visitar a las Sabias y me encontré con ella en ese lugar, sí estaba diferente, dijo que no le habían mostrado nada y que por el contrario ella había visto mucho por su cuenta, pero no explicó más que eso.
— Sé algo de eso, pero tampoco he logrado sonsacarle nada, todavía.
Nadie sabía nada... Eventualmente Jade nos diría lo que necesitábamos saber, pero era frustrante tener que esperar, siempre había sido el que tenía acceso directo a sus pensamientos y eso me tranquilizaba porque así podía estar para ella siempre que me necesitara... Pero en estos momentos en que sentía que algo grande pasaba, no podía apoyarla tanto como quisiera.

ESTÁS LEYENDO
Secretos de Sangre
FantasyEstaba atrapada entre la vida y la muerte en un ciclo infinito, cada vez que su vida terminaba volvía al pasado al momento más doloroso de esa época sin poder cambiarlo, forzándose a sí misma a seguir adelante e intentar, cada vez, cambiar el futuro...