Bradley
Hacía tiempo que mi padre había estado insistiendo en que contrajera matrimonio para así asegurar el legado y herencia de Nevesa, poco le importaba mi opinión al respecto o mi desinterés en tal compromiso. Yo no pensaba en el matrimonio como un asunto político, no quería tomar a cualquier mujer y hacerla mi esposa solo para llenarla de responsabilidades concernientes a la familia real, muy por el contrario, quería tener la oportunidad de enamorarme y pensar luego en el futuro aterrador que conlleva ser el heredero a la corona.
Por supuesto, él no escucharía razones.
Yo era el único de sus hijos que podía salir a la luz, era ese el motivo por el cual quería lograr muchas cosas a través de mí, las trillizas debían permanecer como un secreto hasta el momento en que sean capaces de defenderse a sí mismas, para lo cual todavía faltaba tiempo.
El problema era que mi padre quería unirme a Jade Zafery, pero no podía pensar en ella como mi pareja porque éramos mejores amigos desde que tenía memoria, así como con el resto de los príncipes, era alguien con quien me sentía cómodo precisamente porque no tenía sentimientos románticos hacia mí y yo tampoco hacia ella, tenía una visión amplia de cualquier tema en el que pudiera pensar, y no alardeaba de sus habilidades, era alguien a quien admiraba porque era alguien increíble en muchos sentidos, pero no éramos el uno para el otro, en todos estos años sólo habíamos creado una sólida amistad.
Ninguno estaba listo para el matrimonio, y, aunque lo estuviéramos, no sería el uno con el otro.
Cuando mi padre anunció que los gemelos realizarían su primera travesía a través del universo tuve el presentimiento sobre el motivo por el cual habían elegido este momento para irse, y, el hecho de que se nos pidiera acompañarlos imaginaba que se debía a la insistencia de sus padres, ellos siempre buscaban solucionar sus problemas por su cuenta, siempre ocultando su dolor... Y, aunque quería estar con ellos y brindarles mi apoyo, la mirada en mi padre insinuaba poco menos que era el momento ideal para afianzar mi relación con Jade, solo quedaba distanciarme de mi amiga, al menos públicamente, y no tener la presión de otros sobre mí... O sobre ella, todavía recordando cómo la habían intentado emparejar con Matt no mucho tiempo atrás.
Hoy nos habríamos de reunir todos por la Conmemoración de Kei, sin embargo, el viento gélido que soplaba en mi nuca me recordaba que no podía simplemente ir y disfrutar con el resto porque tenía un compromiso con el cual cumplir, y no era algo que quisiera, de hecho, era lo último que querría hacer.
Tal vez era ese el motivo por el cual seguía dando vueltas alrededor de mi alcoba, intentando aletargar el momento que tanto quería evitar, pero no podía seguir haciéndolo para siempre, tarde o temprano tendría que acudir al llamado que helaba mi cuerpo, era mi primera parada antes de dirigirme al reino de Yevle, sabía, por ende, que debía apresurarme y así no llegar tarde a la celebración...
Pero, aunque fuera infantil... ¡Realmente no quería ir!
Todavía recordaba la última vez que mi presencia fue requerida junto a mi padre, siendo demasiado joven e ingenuo, y cómo la emoción se había apoderado de mí... Eso hasta que las conocí, porque entonces conocí su poder, no, no todo su poder, tan solo una pequeña parte de este, que vio dentro de mí con tanta precisión que mis ojos se llenaron de lágrimas, el frío recorría mi cuerpo y todo lo que pensaba estaba disponible para ellas.
No quería volver, sin embargo, tenía el sentimiento de que no podía tampoco rehusarme a su llamado, como tampoco pude hacerlo en el pasado.
— ¡Brad!
Volví la mirada hacia la entrada de mi habitación, en donde Anya, la menor de las trillizas, se encontraba mirándome enfurecida, su negra cabellera la mantenía sujeta en una trenza que se enrollaba en la parte de atrás de su cabeza, la luz de los soles hacía que el rojo de sus ojos resaltara aún más, y el ceño fruncido me inquietaba, estaba molesta, pero no sabía el motivo... Sabía que era Anya solo porque era más expresiva que las otras dos, al menos conmigo.

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Secretos de Sangre
FantasyEstaba atrapada entre la vida y la muerte en un ciclo infinito, cada vez que su vida terminaba volvía al pasado al momento más doloroso de esa época sin poder cambiarlo, forzándose a sí misma a seguir adelante e intentar, cada vez, cambiar el futuro...