9. Hermoso

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La tarde se sentía perfecta, el viento soplaba suavemente y el sol comenzaba a ocultarse poco a poco dando un colorido atardecer que acompañaba a tres chicos, los cuáles caminaban tranquilamente por las calles de la ciudad hacia sus destinos, ellos se la pasaban hablando de cualquier cosa, estaban disfrutando el tiempo que pasaban juntos entre risas y anécdotas.

Mikey y Draken hacían bromas a Takemichi y este con inocencia les creía, después ambos reían, se llevaban tan bien.

— Y entonces no supe en dónde me había sentado.

—Jajaja – ambos reían.

— No puede ser Takemicchi, eres demasiado distraído– Draken aún riendo decía.

— No tengo la culpa que alguien haya dejado una paleta de hielo en una banca – comentó el ojiazul  fingiendo estar ofendido e hizo un pequeño puchero– Pero a pesar de todo, lo mejor de ese día fue que ganamos el partido, aunque hasta me terminaron mojando.

— Eres todo un caso Takemicchi– por diversión el rubio comenzó a molestarlo

—No se burlen, aún recuerdo que Chifuyu y Hina también rieron y casi se les olvida felicitarme. No es gracioso.

Takemichi un poco avergonzado dejó de hablar, recuerda ese día que tuvo un partido junto a Akkun y sus amigos, y aunque muchos se rieron de su pequeño accidente, lo mejor que pasó fue que al final ganaron.

— Quisiera haber estado para felicitarte, es una lástima que no habláramos antes.

Mikey afectuosamente se acerca y toca el brazo del ojiazul, y ante el contacto cercano, hace que las mejillas de Takemichi se sonrojen ligeramente, el rubio al verlo le brinda una brillante sonrisa, Takemichi lo mira y ambos se quedan en silencio, esto hasta que Draken se aclara la garganta e interrumpe el momento.

— Bueno, los dejó — les dice– también te acompañaría a tu casa Takemicchi pero tengo irme.

Draken con calma se despide de los dos chicos.

Después de que el alto los dejara solos, Takemichi y Mikey permanecen en un silencio cómodo, y continúan caminando, hasta que el ojiazul habla.

— Está bien aquí, gracias por acompañarme, Mikey – Kun...

—Takemicchi, yo quiero acompañarte hasta tu casa

— No quiero molestarte, aún está algo lejos...

—No, yo quiero hacerlo, vamos.

Takemichi sonrie aceptando y ambos caminan juntos rumbo a su casa.

El sol ya se había ocultando por completo, ahora la luna se asomaba en el cielo y las estrellas comenzaban a salir iluminando junto a la luna, ambos chicos caminan entre las solitarias calles iluminadas, la suave brisa más su mutua compañía hace que se sintiera un ambiente cálido y agradable entre ellos.

Mikey disfruta el hermoso momento y la sensación de tranquilidad entre ambos, y no solo él, si no también Takemichi que se siente tan cómodo con la compañía del rubio.

Juntos continúan su camino apreciando el cómodo silencio junto ese ambiente que parece mágico, y como la fresca brisa nocturna acaricia sus rostros mientras caminan uno al lado del otro.

— Me gusta tu compañía Takemicchi.

— A mi también me gusta tu compañía, Mikey-kun – hablan con sinceridad.

Mikey pensativo mira el cielo nocturno admirando las estrellas, el rubio sentía una calma mezclada con un sentimiento que no sabía describir, giro su rostro para observar a Takemichi a su lado, el cuál veía fijamente el camino ajeno de los sentimientos que provocaba en Mikey, aunque estos ni él mismo los comprendiera.

Mi respuesta [ MaiTake ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora