La pregunta era, ¿Quién me entrenaría? A ver tenemos a....¿A quién tenemos? ¡Illumi! ¡Sii! Me podría enseñar cosas e incluso aguantaría sus torturas solo para hacerme resistente y para verlo a él también, fiu fiu.
—¿En qué piensas? —Una voz me saco de mis pensamientos, sin embargo seguí en lo mío sin prestarle demasiada atención.
—En nada —. Hice un gesto con mi mano para que se fuera y esté me la tomó. Me gire para confrontarlo y me lleve una sorpresa al ver al arlequín —. Hisoka ¿Qué haces aquí? —Se supone que aparecería cuando los chicos llegarán al piso 200.
—Vine a ver a mis frutitas, además yo también peleó aquí —Se había acercado más y nuestros cuerpos estaban a centímetros, casi abrazándose con el calor que empezaba a sentir —. Aunque no quiero que los demás sepan que estoy aquí, aún. ¿Guardarías el secreto?
—Si claro, no hay pro...—Comenzó a caminar hacia la salida conmigo tomada de la mano.
—Perfecto, entonces iremos a almorzar, ¿Te parece? —Se detuvo y me miró, yo asentí —Linda frutita, pero me gusta que usen las palabras.
—Si....
Esperen, hisoka es un gran luchador, tiene habilidad. Y si....
—Hisoka —Tome un respiro y seguí —. Quiero que me entrenes —Dije con seguridad.
Este se detuvo, no sé qué clase de expresión tenía ya que seguía mirando hacia adelante. Giro su cara lentamente —¿Qué dices pequeña? ¿Quieres que sea tu maestro?
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(me da risa el gifs jsj).
—¡Sí! —Lo mire reírse y me sentí un poco humillada —¿Hay algo de malo?
Trato de parar de reír y cuando lo logró me contestó —No. Es solo que es raro que alguien me pida que lo ayude y tú ya lo has pedido dos veces.
—Ah que bueno, porque si no quieres le puedo pedir ayuda a otra persona, no hay problema —. Su sonrisa desapareció un momento pero volvió a su naturalidad a penas se dio cuenta de que estaba siendo muy obvio.
Un par de metros más y llegamos a una especie de restaurante, un mesero nos dio los menús y nos trajo los servicios.
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