One-shots de Sakura Haruno (¡PEDIDOS ABIERTOS!)

Aomine x Sakura: "Todo es posible"

Animes: Kuroko no Basuket y Naruto.

Pedido de @MaGarSxS.

[DaikiSaku]
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Sakura volvió a suspirar mientras se dirigía a la azotea de su secundaria.

Teiko, la mejor secundaria de todos los tiempos y con el mejor equipo de baloncesto, ya que poseía a los denominados la Kiseki no Sedai, los cuáles siempre conseguían la victoria en todos sus partidos siendo unos rivales reconocidos por todos los demás institutos.

Entre ellos estaba Aomine Daiki, el encestador número uno del equipo, el cuál, a parte de amar el baloncesto, era un vago que odiaba entrenar.

Sakura abrió la puerta de la azotea del edificio mientras recordaba las palabras de Akashi y Satsuki diciéndola que viniera a buscar a Aomine porque de nuevo, él se saltaba los entrenamientos, cosa que pasaba últimamente y extrañaba a la oji jade.

Eso era así desde que el moreno comenzó a desanimarse por no encontrar a un rival digno para él, cosa que preocupaba a la peli rosa de orbes jade, ya que su novio actuaba raro desde el último partido que tuvieron.

Subió las mini escaleras que llevaban a donde se encontraba su novio.

¿Que cómo lo sabía?

Pues fácil, lo conocía como la palma de su mano y sabía cómo él pensaba.

Al llegar ahí, notó el leve viento que había en ese lugar, ya que provocó que su largo cabello y su uniforme volaran a su son, y cuando dirigió su vista al suelo, sonrió orgullosa por sus instintos, ya que, en efecto, el moreno se encontraba ahí tumbado mientras dormía plácidamente.

Sin pensarlo dos veces, ella se acercó a él cruzando sus brazos a cada lado de sus caderas mientras lo miraba con su ceño levemente fruncido.

-¡Aomine Daiki! -gritó ella provocando un respingo al peli azul y haciendo que abriera sus ojos con fastidio volteando a verla.

-¿Ah? -exclamó él adormilado mientras la miraba -ah, eras tú, Saku.

-Nada de "ah, eras tú, Saku" -respondió ella imitando su forma de hablar molesta -¿qué haces aquí? Deberías estar entrenando.

-¿De qué me serviría entrenar si al final el resultado siempre será lo mismo? -la preguntó Aomine con sus brazos detrás de su nuca y con su ceño fruncido.

Ante esa pregunta, Sakura se quedó sin poder articular palabra alguna, por lo que sólo volvió a suspirar mirándole preocupada.

-Cielos, ¿qué haré contigo? -susurró ella levantándose un poco mientras desviaba su mirada.

-Por cierto, Saku... -llamó él captando toda la atención de la peli rosa -¿esas son tus bragas de la suerte? Porque déjame decirte que me encienden.

Sakura se sonrojó tapándose su ropa interior mientras intentó patearle, lo que provocó que Aomine la tomara de la pierna y tirara de ella haciendo que se cayera encima de él a horcajadas.

-Eres un pervertido, Dai-kun... -dijo ella aún sentada encima suyo -pero no creas que pienso hacerlo aquí contigo, ni que vas a convencerme sólo para no ir a entrenar.

-No es eso, tonta -respondió él sonriendo mientras la atraía más a él, lo que provocó que ella se sentara en su regazo, cosa que la provocó un sonrojo.

-¿Y qué es, según tú? -preguntó Sakura sonriendo.

-No te hagas... -respondió Aomine colocando sus brazos detrás de su nuca -¿no lo recuerdas? Aquí fue donde te me declaraste.