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Nota: solo quiero recordar que esta historia si tendrá escenas un poco explícitas. Así que se recomienda discreción al final del capítulo.

Mientras la música sonaba en el teatro de hogar Tord cargaba con su ropa sucia preparado a poner a lavar en su nueva lavadora y que le ahorraba tiempo.
Cantando y moviendo sus hombros coloco cada prenda dentro de la máquina poniéndola a trabajar.

Salió del pequeño cuarto de lavado que estaba en el baño, dispuesto a empezar con la limpieza de su apartamento pero una sombra a la puerta de su hogar le hizo dar un salto. Era el mayor con su propia bolsa para encargarle el trabajo a Tord.
Edd con una sonrisa dejó caer el encargo en las manos de Tord y dijo.

—Asegúrate de no mezclar los colores, la otra vez dejaste mi ropa blanca y ahora tengo camisetas rosas gracias a ti.—paso su mano por los cabellos del menor disfrutando de la mueca de molestia que le daba sin descaro.

—Yo no tengo que seguir haciendo cosas por ti—respondió el menor, dejo caer la bolsa al piso y se cruzo de brazos.—Tu deberías pagarme por mis servicios.

Ambos quedaron en silencio mientras la música seguía sonando.

Edd pensó que el chico tenía un porcentaje de razón, ya ha pasado unas semanas desde que el llegó a cobrarle sobre el gasto del Internet que el menor robaba para ver cochinadas, pero eso no quitaba el hecho de que molestar e incomodar al menor le parecía divertido. Es lo que consideramos un acosador o un bully.

Por otro lado, Tord simplemente ya no quería ver al mayor ya queda que este se acercaba le ponía nervioso y ansioso esperando que este le cobrará los favores de otra forma pero también entendía que solo era su hormonas trabajando por tener un roce de piel con quien sea.

—Si te pagará por tus servicio no sería justo.—respondió el mayor, acortó más la distancia rentando al menor—pero si tu quieres pagar por servicios creo que puedes pagarme con efectivo el robo, pequeño pervertido.

—Yo no te debo nada. Es tu culpa por tener una seguridad tan débil para tu señal de WiFi. —contestó el menor sin dejar su postura de negación pero ladeo el rostro al sentir que la cercanía del mayor era demasiada.

Edd sonrió con mofa, sin decir una palabra tomó el mentón del menor tomándolo por sorpresa. Admiro los labios un poco agrietados del menor por el clima seco de esos días y pensó, que si algo podía empeorar esas gritas era la saliva.
El rostro de Tord se torno rojo por completo al sentir la respiración del mayor chocar contra su nariz y labios; no quería admitirlo pero deseaba que dejara de jugar y finalmente le besara, pero el mayor se alejó.

—Tienes los labios agrietados, deberías usar algún protector.—le sugirió el mayor, dio la vuelta para salir del apartamento no sin antes agregar. —Es una lastima que uno labios tan suaves se pongan rígidos.

Y salió, dejando solo al noruego que se quedó sin poder responder. ¿De donde sabía ese viejo que sus labios eran suaves? Por qué Tord sabía que sus labios eran aún más suaves y esponjosos que los de una chica y se jactaba de tener una boca apetecible para todos sus ligues pero que el viejo se lo dijera le molesto e incómodo. Camino despacio aun pensando hasta el sofá donde dejo caer si cuerpo y ahí recordó el beso de la primera noche que el mayor llego a reclamar por dinero por el uso del servicio y el tan ingenuo creyó que con un beso lograría pagar su deuda.

—Argg—se gruñó a sí mismo.—Soy un tonto.—se dijo así mismo reposando su cabeza en el respaldo del sofá cubriendo su rostro con su palmas.

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Edd por su parte salió con el pequeño minino que adoptó hace unas semanas, el felino caminaba feliz delante de su amo quien lo sujetaba con la correa que compro esa misma noche, con un collar, un rascador, una casa y mucha comida de gato al igual que juguetes; claro que supo que se emociono en sus compras cuando el gerente tuvo que ayudarle a entrar al lobbi del complejo de apartamentos.

Así paseo con el felino al cual aun no decidía que nombre ponerle, estuvo pensando en algunos nombres e incluso consulto con su compañero de trabajo pero al ver que se mostro una risa burlona en el rostro decidio ignorarlo desde ese momento y concentrarse en los casos que tenia pendientes. El maullido del gato le hizo volver a la realidad, el pequeño gato estaba agotado por que estiro sus patas en la pierna de Edd para que este lo cargara cosa que hizo sin reparos por que amaba ver como las pupilas del animal se dilatan de alegria.

-Pequeño Ringo-le llamo Edd acariciando la cabeza del animal que le respondio con un maullido.

Edd regreso al complejo de apartamentos para darle un baño a Ringo y alimentarlo. Al entrar en su propio departamento dejo al gato en el piso dejando que paseara por la sala de estar mientras el preparaba el baño y se sacaba la ropa. Al estar listo regreso con una toalla atada a su cintura, por el gato. Entraron juntos en la bañera aunque Ringo se resistio en un principio se relajo cuando Edd comenzo esparcir el shampoo sobre su pelaje y al terminar Edd dejo ir al gato, despues de cambiar el agua de la bañera se quedo dentro un rato fumando un cigarro para realajarse.

-Son como cerezas, suaves y jugosos-dijo en voz alta. Recordo como se sintio besar los dulces labios del menor, la sensación de sus dedos sobre la piel caliente de Tord. Y tuvo que parar sus pensamientos antes de que estos hagan reacción en su cuerpo.

Por otro lado Tord pensaba en el mayor o más en especifico en esos labios bruscos dandoles besos fuertes, por su mente cruzaron preguntas de como se sentiría el ser tocado con esa manos grandes, ásperas y fuertes.

-Ugr-llevo ambas manos a su rostro al sentir como su miembro reacciona a sus pensamientos.-Mierda, viejo estúpido todo es tu culpa.

Tord sentia como el calor aumentaba en su cuerpo.

-No, debes contrrolarte-se dijo a si mismo-es solo un viejo estupido y holgazan. Tiene barba... que le da un toque sexi ¡pero ese no es el punto!

Tord seguia negando los deseos que su mente le generaba, timido desliza su mano por su abdomen hasta llegar su miembro cubierto  por la ropa, al sentir este palpitando aleja con rapidez su manos para repetir de nuevo el proceso.

-Al carajo-con rapidez saco el cinturon junto sus pantalones y ropa interior-No puedo calmarme...

Tord inclino su cuerpo hacia su mesa de noche junto a la cama, abrio el gabinete y tomo un pequeño bote de lubricante. Derramo un poco del liquido frio y pegajoso sobre su mano, suspiro, tomo su miembro con su mano comenzó a esparcir el liquido sobre la extensión. El movimiento de su mano a través del miembro hacia que temblores atravesarán su cuerpo desde sus pies hasta su nuca, los suspiros y suaves gemidos salían de su boca secando sus labios hasta que pasa su lengua sobre estos; el calor en su cuerpo sigue aumentando a la vez que mueve su mano con mayor fuerza tocando con su dedo índice esa parte sensible de toda la extensión para soltar todo en un clímax.

Tord trato de controlar su respiración para sacar su ropa y dirigirse al baño a tomar una ducha.

Wi-Fi - EddTordDonde viven las historias. Descúbrelo ahora