𝙲𝚊𝚙. 𝟷𝟜 - 𝚁𝚎𝚌𝚘𝚗𝚌𝚒𝚕𝚒𝚊𝚌𝚒𝚘𝚗𝚎𝚜

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No tardó en caer dormida, estaba agotada.

Al amanecer tenía la garganta algo adolorida, sentía que su voz saldría ronca. Sus ojos dolían, los talló un poco con las palmas de sus manos mientras exhaló de manera cargada y se movió en la cama, volteando a ver en el cuarto.

No estaba.

Aún así escuchaba ruido en la cocina, por lo que suspiró mientras se levantaba, caminando hacia afuera del cuarto. Se recargó en el marco de la puerta viendo que ahí estaba Hanma sirviendo un desayuno, él no le dirigió más que una mirada de reojo.

— Buenos días.

Dijo ella, yendo hacia la cocina para tomar las cosas y preparar su comida.

— Tardes.

Corrigió, yendo hacia la mesa para sentarse.

— ¿Cómo te fue ayer?

— Bien.

En ese momento ella suspiró, yendo hacia donde estaba él, sabía que así no obtendría nada.

— Quiero hablar bien.

— Yo no fui.

Murmuró en respuesta, dando un bocado a su comida.

— Esto no se trata de buscar culpables.

— Sólo iniciadores.

— Hanma, hablo en serio.

Cortó tajante.

— Yo también.

Él se levantó de la mesa mientras le dirigió finalmente la mirada. Frunció ligeramente el ceño, sacando de la bolsa en su chamarra la cajetilla de cigarros, tomó uno entre todos y lo puso en su boca, hecho eso acercó la mano al pantalón de la chica y sacó del bolsillo ajeno el encendedor para prender su cigarrillo.
Ella no opuso resistencia a que tomara el encendedor, simplemente se lo arrebató en cuanto dejó de usarlo.

— ¿Entonces qué haremos?

Él rodó los ojos, exhalando el humo por la nariz.

— No sé, encontrar soluciones no es mi fuerte.

— Para eso estoy yo, ¿No? Son cosas en las que yo debería pensar.

Respondió mientras se cruzaba de brazos.

— ¿Ahora de qué mierda hablas? No exageres, quizás sólo estoy haciendo un berrinche, como todos los que hago, ¿No?

Contestó con simpleza ante la situación, aunque era un obvio tono de sarcasmo y algo de reclamo. Eso la desconcertó por completo, ¿Ahora de qué estaba hablando?

— ¿De qué hablas tú ahora?

— No es necesario decirlo, ¿Verdad?

Esa respuesta la frustró, en ese mismo momento sabía qué hacer, podría ponerse a la defensiva, pero siendo realista era consciente de que no la llevaría a ningún lado.

— Escucha.. Sólo quiero arreglar esto, por favor. No puedo seguir peleando contigo, me siento mal.

— ¿Te sientes mal?

Preguntó sin bajarle la mirada, estando cada vez más cerca de ella.

— Sí.

Eso lo hizo arquear una ceja, ¿Cuál era la lógica de que ella estuviera mal ahora? Sólo se fue una noche y ya, consideraba que ella se tomaba a pecho cosas que deberían importarle poco, pero siempre se acercaba a él, no se alejaba por nada.

Casi como un perro fiel.

— ¿Y eso por qué?

— No lo sé, quizás porque te fuiste sin dirigirme la palabra y apagaste tu celular para no responder mis llamadas.

𝑻𝒐𝒐 𝑪𝒍𝒐𝒔𝒆 「𝑻𝒐𝒌𝒚𝒐 𝑹𝒆𝒗𝒆𝒏𝒈𝒆𝒓𝒔」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora