𝑻𝒐𝒐 𝑪𝒍𝒐𝒔𝒆 「𝑻𝒐𝒌𝒚𝒐 𝑹𝒆𝒗𝒆𝒏𝒈𝒆𝒓𝒔」

𝙲𝚊𝚙. 𝟷𝟶 - 𝚅𝚒𝚟𝚒𝚛 𝚓𝚞𝚗𝚝𝚘𝚜

25/10/2005 - 6 días antes de la pelea contra Valhalla.

Ninguno de los dos cayó en cuenta del momento en que acabaron dormidos, abrazados con tanta suavidad.

Vivir juntos no era nada sencillo, a fin y al cabo se veían todo el día, convivían aún más tiempo y compartían el mismo espacio.
Seven era alguien a quien le gustaban las cosas calmadas, salía apenas de vez en cuando por la flojera de tener que arreglarse para ir a algún lugar, y por otro lado, estaba Hanma.
No es que estuviera fuera todo el tiempo, también era bastante flojo y apreciaba la tranquilidad del departamento que compartía con su novia, sin embargo, sus salidas diariamente eran atender Valhalla, anteriormente Moebius o una invitación de Kisaki a hacer ciertos trabajos.
Hacer todo eso era más que tedioso, por lo que acababa sacando a la chica con él, evitaba a Kisaki por que no quería que acabaran matándose en sus propias palabras.

El orden era muy tranquilo, aunque continuamente la que arreglaba las cosas para que no hubiera un caos era ella.

Ese tipo de cosas que no se llegaban a tomar en cuenta, era la vida cotidiana de ambos, pues hay una gran diferencia en llegar borracho a tu casa cuando vives sólo a cuando lo haces con tu pareja. En parte eso agregaba uno o diez niveles de tensión a ambos, por lo que, aunque llevaban 5 meses de vivir juntos, era complicado sobrellevar los hábitos del otro.

Y, aún así, cada uno intentaba hacer su parte.

Esta vez él había abierto primero los ojos, despertando poco pudo ver a la pelirroja.

Para él ciertamente ella era la mujer que él quería, tan dulce y jodidamente dura al mismo tiempo. Esos brazos que lo podían calmar eran los mismos que golpeaban tan bien.

Y lo podía decir desde la propia experiencia.

Recordaba con calma aún lo que había pasado anoche, viendo el rostro de la chica que seguía sumida en los encantos de Morfeo. Seguía intentando no pensar en lo que había pasado.

Él, Hanma Shūji, el dios de la muerte, había llorado.

Y no por cualquier cosa, por una mujer.

Era confuso para el, pensar que esa mujer lo había hecho admitir su miedo. Capas y capas de una dura coraza para lidiar sólo con sus demonios, se sentía como si ella lentamente hubiera estado quitando una por una, ¿Qué estaba haciendo?, ¿Por qué con él?

Era perfectamente consciente de que cualquier hombre babearía por ella aunque ella misma lo golpeara.

Después de todo, él era la prueba viviente de ello.

Pero la pregunta que se hacía era, ¿Qué le había visto?, lo pensaba cada vez que veía a un chico acercarse a ella, cada vez que veía a alguien que sería un "mejor partido" para la pelirroja.
Cierto, actuaba como un imbécil bajo los celos, aún se preguntaba qué clase de paciencia albergaba la chica detrás de sus palabras cada vez que lo perdonaba por hacer idioteces.

Sus brazos rodearon con un poco más de fuerza a la chica, se aferraba ligeramente mientras su semblante cansado se recargaba en el suave vientre de ella.

¿Quién era esa mujer? Esa que había visto llorar, gritar, reír. Era una maldita belleza a sus ojos.
Aunque no lo dijera o lo disfrazara en bromas lujuriosas por el gusto de hacerla enojar, se sentía tan bien tener a alguien que encajara perfectamente con él en ese pequeño rompecabezas que era su relación, inclusive antes de ser novios, o de vivir juntos.

"— Seven, sé mi ángel. Un rey no es nada sin su reina."

Aún recordaba esa frase, fue el impulso de hacerlo.