𝑻𝒐𝒐 𝑪𝒍𝒐𝒔𝒆 「𝑻𝒐𝒌𝒚𝒐 𝑹𝒆𝒗𝒆𝒏𝒈𝒆𝒓𝒔」

𝟶𝟷 - 𝙳𝚒𝚜𝚝𝚛𝚊𝚌𝚌𝚒𝚘𝚗𝚎𝚜

El sonido de la lluvia bajo la luz de la luna, junto al agua corriendo por las calles de la ciudad, era sumamente habitual en aquella temporada.

Tokio, Japón, un lugar altamente concentrado en pandillas, grupos de personas que se dedicaban a pelear, vandalizar y causar estragos en gran cantidad de personas.
Black Dragon, Moebius, Tokyo Manji, Valhalla...Todas tenían líderes reconocidos y temidos por sus respectivos actos.

Todos, excepto Valhalla.

— Es hora de irnos.

Musitó una voz femenina, levantándose en la penumbra de aquella sucia tarima. El sonido de sus pasos era firme, al igual que el agarre en sus manos para sostener la puerta y salir de aquel lugar.

Se trataba de un local abandonado, vandalizado con diversas frases y entre ellas, el dibujo de un ángel sin cabeza. Tras abrir la puerta, la fémina se percató de que aún llovía, aunque ya no con la misma intensidad de antaño. Dejó ir un corto suspiro, antes de girar su cabeza hacia el hombre que ahora seguía sus pasos.

— Hanma, ¿Trajiste una sombrilla?

La expresión del hombre fue de clara molestia, o, al menos de esa forma lo identificó aquella pelirroja. El mencionado arqueó con suavidad una ceja, y el humo de su cigarrillo se escapó por sus labios conforme lo retiraba para hablar.

— Esas son cosas en las que tú deberías pensar, no yo.

Nuevamente colocó el cigarrillo en su boca.

— ¿Disculpa?

Un cambio de voz fue notorio, pues la mujer frunció el ceño conforme ladeó ligeramente la cabeza, mirando al hombre, quien sabía que ella estaba impaciente por una respuesta que apaciguara su molestia, la cual amenazaba con acrecentarse.

Era una rutina conocida por ambos.

— Lo que oíste.

Un ligero temblor se apoderó del párpado izquierdo de la mujer. Antes de que su expresión se notase completamente molesta, la mano que aún sostenía la puerta fue impulsada por su brazo, azotando la entrada del local con tal fuerza que hacía parecer que el vidrio se rompería. Giró su cabeza al frente del camino, comenzando a caminar bajo la lluvia.

— Bien, entonces busca quién más te trae una sombrilla para ese cabello mal peinado, Shūji.

Exclamó conforme caminaba, metiendo ambas manos en los bolsillos de su chamarra.
Su contrario apretó con ligereza los dientes, lanzando su cigarrillo al suelo antes de gritar por la mujer, llamándola.

— ¡Ven aquí, Seven!

Ante aquél grito la mujer se giró con ligereza, sacando la diestra de su bolsillo para dirigirle una seña obscena al hombre y voltearse nuevamente, continuando su caminata. Hanma azotó la puerta del local para salir ante el gesto de la mujer, caminando con ímpetu hasta alcanzarla, tirando del brazo ajeno para hacerla girar a verlo.

— ¿Qué carajos te crees, mujer?

Preguntó, ahora tomando el cuello de la chamarra con fuerza, alzando a la pelirroja con ligereza.

— Es simple, Shūji. No soy tu mamá para encargarme de todo.

Respondió, alzando la vista para encontrar su mirada.

— ¿En serio crees que te encargas de todo, corazón?

Esbozó una sonrisa altanera, casi dejando escapar una risa. La chica tomó la muñeca que sujetaba su chamarra, comenzando a ejercer presión sobre esta, alzando una ceja.

— ¿Lo dudas?

— Me mojé sólo para perseguirte hasta aquí.

Reprochó, sin soltar a la mujer.