Segundo día de clases prácticas.

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Al día siguiente, el sol comenzaba a aparecer entre las montañas del horizonte y los pájaros empezaban a anunciar su llegada. El tenue haz de luz comenzaba colarse en las habitaciones de los alumnos de la academia, que cubriéndose la cara con sus almohadas, querían seguir degustando del dormir. Las doncellas fueron por las habitaciones despertando a los pequeños magos. Deshaciendo los sellos mágicos y apresurándolos para que fueran a tomar su desayuno. Había pasado un día, pero los chicos ya parecían haber formado los grupos típicos que cabría encontrar en una academia, grupos que se sentaban juntos en el comedor para hablar y pasarla bien antes de las clases. Algunos ya se conocían de antes por lo que era lógico que se llevaran bien. Otros, como Emoga, se rodearon de gente tímida a la cual pudiera demostrar su poder como Tumu y Curia. Otros, como Rala, que era capaces de congeniar con cualquiera, se juntó con Beldron e Ixar para desayunar. También estaba el grupo de las chicas como Lara, Mel, Galilla y Carie, esta última un poco incómoda. El grupo de los chicos como Nolu, Esna, Eraplan, Flevi y Nirado, este último llamando con la mano a Hieciar, el cual se había levantado un poco tarde, para que se sentara con ellos, pero Aunin, al igual que Hieciar, se había levantado tarde y apareciendo por detrás de él, lo tomó por el brazo y se lo llevó a una mesa apartado de Nirado.

-No te juntes con ese sujeto, que te va a llevar por el mal camino. Ya te lo dije.

Hieciar solo pudo reír incómodamente.

-Ya te pareces a mi... mamá.

-¡He, he! Tampoco quiero parecerlo-dijo Aunin riendo- ¡Oh! Voy a traer el desayuno. ¿Qué quieres tomar, jugo de bayas o leche con miel?

-Jugo de bayas, es lo que bebía todas las mañanas en casa.

-¡Ok, ahora vengo!

Aunin se fue corriendo a la cocina donde se encontraban las doncellas dejando todo listo y limpio para cocinar el almuerzo.

-¿Tan rápido tienes novia?-dijo Ioni, la cual había pasado desapercibida para ambos, pero se encontraba en la mesa contigua, sola y devorando su pan de miel.

Hieciar se asustó un poco, la miró, pero ella no hacía lo mismo, en su lugar miraba su vaso de jugo de bayas.

-¡Qué va! Papá me dijo que...

-Era broma... Hieciar, ¿verdad?

-Sí, así me llamo, aunque mis amigos me llaman Ie-decía nervioso.

-¿De dónde eres Hieciar? ¿Dónde naciste?

-... En el pueblo de Najap, es un pequeño pueblo que queda al oeste del reino. Pero es lindo...

-¿Y tus padres qué magia manipulan?

-¿No es muy rudo preguntar eso a alguien que apenas conoces?-Ioni solo siguió mirando el jugo de bayas-... Mi mamá posee magia curativa y mi papá magia de viento.

-Estás mintiendo, ¿verdad?

-¿Eh? Claro... claro que no estoy mintiendo.

-Está bien, déjalo así. Solo que es raro que un humano posea magia de hielo-dijo riendo y dando el último bocado a su pan de miel. Se levantó y se fue de nuevo a su habitación para cambiarse de ropa.

-¡Ya estoy aquí!-dijo Aunin trayendo dos bandejas, cada una con un pan de miel, un bowl con fresas con azúcar y dos vasos, uno con jugo de bayas y otro de leche con miel- ¡A comer.!

-¡Buen provecho!

-¡Oh si ya se me había olvidado, buen provecho!-dijo Aunin llenándose la boca de pan y fresas.

Los demás chicos ya casi terminaban de desayunar y de a poco volvían a sus habitaciones para cambiarse de ropa.

-Por cierto esa era Ioni, ¿no? ¿Con la que estabas hablando?

Hieciar y el incidente en festival de los DoceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora