El secreto

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Me levanté con energía, pero se me acabo por completo cuando me acordé, de que tenía que hablar con mis padres y joder eso me ponía muy nerviosa, ya que no sabía cómo iban a reaccionar.
—Oye cielo, estás bien?- me preguntó Leo sacándome de mis pensamientos
—Si si, solo algo nerviosa- dije tartamudeando
—No te preocupes, yo ahora tengo que hacer unas cosas, pero por la tarde vamos a tu casa- me dijo el mientras depositaba un beso corto en mis labios, para ir a ducharse

Una vez que Leo llegó yo ya estaba lista, el venía muy contento y no sabía a donde había ido, pero no era celosa así que no me importaba. Una vez que aparcó el coche, los nervios se apoderaron de mi, pero Leo lo noto y me abrazó tranquilizándome. Una vez que llegamos reuní a todos en el salón, para dar la gran noticia, podía estar nerviosa pero yo a ese bichito lo quería nada más saber que estaba embarazada.
—Que nos quieres decir Yas que tengo que arreglarme- dijo Julia algo impaciente
—Yo es que no se como decirlo- dije tartamudeando y Leo lo noto y se anticipó a hablar el
—Yas está embarazada- dijo el y todos me miraron
—Como que estas que?-dijo Claudia sin creérselo
—Lo siento mamá y lo siento papá, se que os he decepcionado- dije mientras las lágrimas caían por mis mejillas, hasta que noté un abrazo que creía que era Leo, pero no
—Amor no tienes que disculparte, ese bebé va a ser lo más bonito, no te preocupes por nosotros- dijo mi madre y me tranquilicé
—Bueno yo voy a hacer una pregunta, tú quieres tener un hijo ahora?- dijo mi padre y yo solo asentí—Pues entonces yo también quiero un nieto ahora, ya hacía falta que tú madre tuviera otro entretenimiento- dijo riéndose y eso si que no me lo esperaba, hasta abrazo a Leo. Mis hermanas vinieron corriendo a abrazarme, no sé lo creían y me hicieron muchas preguntas.
—Mamá mañana tengo ginecólogo, me gustaría que tu también vinieras-dijo y ella solamente me sonrió con ilusión

A la mañana siguiente Leo nos recogía a las 10am, ya que teníamos la cita por la mañana, Marga me dejo delante para ir hablando ella con mi madre, ya que se llevaban muy bien y eso me encantaba. Cuando llegamos tuvimos que esperar un poco, porque habíamos llegado más temprano, una vez que entramos el ginecólogo me empezó ha hablar y a decirme algunas cosas con las que tenía que tener cuidado.
—Vale el bebé está perfecto, está el una altura perfecta para el tiempo que tiene y se nota que se ha alimentado bien, porque de peso está perfecto, os gustaría saber el sexo?- preguntó y yo asentí, mientras miraba a Leo que el también asentía— Que preferís niño o niña?- nos preguntó
—Niña-dijimos a la vez y nos reímos
—Pues estáis de suerte, es una saludable niña en perfecto estado, enhorabuena- nos dijo mientras lloraba de la emoción, las hormonas me estaban volviendo muy sensible

Cuando salimos nuestras madres nos miraron nerviosas, querían que habláramos pero queríamos darle algo de tensión.
—Decirnos ahora mismo como está el bebé- dijo me madre mientras Marga le daba la razón
—Está en perfecto estado nuestra maravillosa Alessia-dije mientras ellas venían corriendo a abrazarnos
— Está perfecta dice el doctor, de altura y de peso, también nos ha dicho que vengamos en un mes para darnos algunos resultados y hacerle otra revisión- dijo Leo ya que yo no me había enterado de nada, porque estaba embobada viendo a mi bebita
—Tomar tenéis una foto para vosotras y una para nosotros- dije yo mientras le tendía una foto de la bebé

Una vez que llegamos le dijimos a Marga que se quedara ha cenar con Leo, ya que hacía tiempo que no venía a la casa, una vez que nos sentamos a comer Leo se levantó.
—Bueno quería dar esta noticia en familia- dijo mientras sacaba algo del bolsillo—Bueno Yas vamos a crear una familia y como familia tenemos que estar unidos y es por eso que he comprado una casa, toma cielo estas son tus llaves de nuestra nueva casa- dijo tendiéndome unas llaves y las cogí mientras lo abrazaba corriendo— Aún le queda dos semanas para terminar la casa, pero podemos ir escogiendo muebles y todo lo necesario para el cierto de la bebé-dijo mientras yo le besuqueaba por toda la cara
— Hijo eso no me lo esperaba- dijo Marga alucinada
—Mi princesa que mayor se ha echo- dijo mi madre mientras me abrazaba
—Ya te vas a llevar a mi hija- dijo mi padres mientras me daba a Leo unas palmaditas en el hombro y me miraba a mi con alegría
—Yo os ayudo a decorarla- dijo Cristina con una sonrisa
—Por fin el cuarto solo para mi hermanita-me dijo Claudia mientras me abrazaba con felicidad

Una vez que se fueron me fui a mi cuarto a hacer unos deberes que tenía para mañana, pero con tanto lío no me había acordado. Una vez que los termine me puse a mirar muebles y cosas para la habitación del bebé, no quería ponerle muchas cosas rosas, ya que eso de clasificar colores por el sexo no me gustaba. Así que elegí colores más neutros y me estaba encantando como estaba quedando la idea. Tendría que trabajar para pagar todo eso, porque Leo no lo iba a estar pagando todo, eso sí que no, aparte no se de donde sacaba tanto dinero, eso era algo que tendría que hablar con el. Pero me sacó de mis pensamientos cuando me llegó una notificación, del banco con una cifra bastante grande y de un momento a otro me llamo Leo.

—Hola cielo, te ha llegado?-me preguntó tan tranquilo como si me hubiera mandado 10€
—Si, si me ha llegado que es todo ese dinero?-pregunté sin saber que me iba a responder
—Es todo el dinero que me queda después de haber pagado la casa y como seguramente que estarás mirando cosas para el bebé, es para que se las vallas comprando para cuando esté la casa lista, quiero que esté todo a tu gusto- me dijo tan tranquilo
— De donde has sacado tanto dinero- le volví a preguntar
—De unos ahorros que tenia de cuando mi padre se murió- me dijo el y yo maldecí lo cotilla que era
—Lo siento amor, muchas gracias por todo esto de verdad, solamente es que no sabía como habías conseguido tanto dinero- le dije lo más sincera posible, una vez que terminamos de hablar, colgué y compré algunas cosas para el bebé, como pañales, la cuna, el carrito, biberones y más cosas que hacían falta para cuando ese bebé naciera, una vez que me empezó a entrar el sueño dejé el móvil y me fui a acostar, que suerte de familia tenía de verdad.

Muy joven para amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora