Muy joven para amar

Santa madre de las patadas

Ya estábamos en casa, la verdad que era un esfuerzo, porque la barriga ya me pesaba y la niña ya se movía demasiado, era un sacrificio salir a la calle y ya faltaban solo un mese para el parto, no me asustaba mucho la idea de tenerla ya con nosotros, pero lo que me asustaba era el parto.

El cuarto era precioso se lo decoramos como yo quise, ya que a Leo le daba igual y le gustaba mi idea. La casa era grande tenía un jardín, tres habitaciones, tres baños en cada cuarto y uno para invitados, también tenía una cocina gigante y el salón también era igual y teníamos una sala de cine chiquitita, con unos juegos de mesa que compramos. No me podía quejar, había sido la vida que siempre había querido tener y ahora era realidad.

—Donde dejó las cosas para el perro- me preguntó Leo sacándome de mis pensamientos

—Déjalo en la cocina, ahora corre que hay que ir a ver qué perrito se queda en la familia-dije sonriendo, si íbamos a adoptar un perro, queríamos uno de pocos meses para que creciera con la bebe

...

—Me encanta este, este también, jo me gustan todos-dije con indecisión
—A mi me gusta este- le dije y el me miro
—A mi también, cogemos ese-le digo mientras llamo al hombre para llevárnoslo, una vez que firmamos todos nos llevamos al perro, le pusimos Thor ya que a los dos nos gustaba ese nombre, era blanco con mucho pelo y era lo más inquieto.
—Me encanta- dijo el con una sonrisa mientras lo cargaba
—Amor, amorrrr- le dije a Leo mientras me caía agua de las piernas
—Vale, vale vamos a casa cogemos las cosas, dejamos al perro y vamos al hospital-dijo el mientras me ayudaba a montarme en el coche para irnos

...

Una vez que llegamos al hospital me hicieron unas pruebas y si me había puesto de parto. Me dijeron que no había problemas, porque la niña ya estaba muy desarrolla.
—Santa madre de las patadas, que dolor-dije llorando de dolor
—Aguanta cielo, tu puedes- me dijo Leo sin saber que decir

Unas horas más tarde ya tenía a mi bebé en mis brazos llorando , se la di a Leo para descansar.

— Es preciosa- dijo mi madre cogiéndola
—Es como su madre-Dino Leo con una sonrisa
—Mira ya despertó- dijo Marga con una sonrisa
Estaba como en otro planeta me dolía mucho la cabeza y la parte mia dea bajó mucho, La Niña era preciosa, no era por ser la madre pero era una bebe preciosa.
—Amor llama a la enfermera, que dijo que cuando despertara me tenía que revisar-le dije sin apenas poder moverme—Y dejarme a la bebe un rato que la quiero coger-mientras decía eso mi madre me la daba con una sonrisa

Una vez que termine las pruebas me dieron el alta, cuando llegamos cuando llegamos cogimos a la bebe y fuimos para la casa
—Sorpresa!!!- y hay estaban todos mis amigos con un montón de regalos y no pude evitar sonreír de felicidad
—Es preciosa tiaa, no nos dejaron entrar así que decidimos darte una sorpresa- dijo Olga sonriendo
—A ver esa sobrinita mia tan preciosa- dijo Sara mientras me la arrebataba
—El perro es precioso-dijo Lucia que lo tenía en brazos
—Muchas gracias a todos por venir no me lo esperaba- dije mientras los saludaba a todos, me dirigí a la cocina por agua y Leo me siguió
—Es preciosa La Niña es como la madre- me dijo mientras me abrazaba por detrás
—Y como el padre- recalqué

Después de que nuestros amigos se fueran nos fuimos a ducharnos, ya que estuvieron peleándose para coger a La Niña y se durmió de estar tanto tiempo en brazos, la verdad que era un alivio porque ya tenía ganas de ducharme, no me gustaba ducharme en los hospitales y ya que La Niña estaba dormida, nos duchábamos juntos para ahorrar agua(ni yo me creo eso jajajaj), después de la ducha que fue bien larga e intensa nos fuimos a ver la tele ya que La Niña estará a dormida allí y el perro se encontraba al lado de ella protegiéndola, fue una escena de película un poco, pero a mi me encantaba era mi película preferida.

—Yo creo que es hora de irnos a dormir y sobretodo tu- me dijo Leo apagando la tele, mientras yo le hacía puchero para que la pusiera otra vez
—Porfi un ratito más que estaba muy interesante- pero no funcionó me cogió en brazos y me llevo a la habitación
—Es tarde y tienes que dormir, va a ser una noche larga- dijo el mientras me dejaba en la cama como una princesa

....

Eran las cinco de la mañana y mi hija no se callaba, estaba ya agotada había estado llorando toda la noche, no podía más así que me hice la dormida que ara que Leo se levantará y funciono ya que fue el a por La Niña.

Cuando me desperté me giré y vi a mi precioso novio con mi preciosa niña es su pecho, rápidamente cogí el móvil y les hice una foto ya que se veían monísimos, fui a preparar el desayuno para cuando se despertará llevárselo a la cama.
Estuvimos desayunando mientras la bebe dormía un poco más y cuando se despertó le cambie los pañales y le di el pecho mientras Leo se duchaba. Después me fui al salón le eche comida a Thor y me puse a jugar con el un poco, mientras el olfateaba a la bebe , parecía que quería estar tumbado con ella, hasta que apareció Leo y no pude apartar mi vista de su cuerpo, estaba mojado, las gotas de su pelo caían por su pecho y tenía la toalla enrollada en la cintura era un monumento, eso tenía que ser ilegal.

—Vas a contestarme- me dijo sacándome de mis pensamientos y yo me ruborice
—Lo siento no te escuche, repítemelo-le dije sonriéndole
—Que si te apetecía hoy ir al centro comercial a comer y mirar tiendas con la bebe-dijo el con esa paciencia que tenía
—Si vamos, me voy a arreglar arreglo a la bebe y nos vamos, dame no sé media hora- le dije mientras me perdía en el cuarto con la bebe para ponerme algo a conjunto con ella

Terminamos de comer y de hacer algunas compras que nos hacían falta, otras no tanto pero bueno mi novio me mimaba bastante y yo me quejaba porque no quería, pero al final siempre me acababa convenciendo. Cuando llegamos pusimos las cosas en su sitio y como la bebe estaba dormida decidimos echarnos una siesta con ella.