La lluvia

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Hoy estaba lloviendo, si en pleno verano era bastante raro, ya que en España nunca había llovido en pleno julio, estábamos en la casa con La Niña, ella dormía plácidamente, mientras nosotros veíamos una película, porque habíamos pedido para cenar, porque ninguno teníamos ganas de hacer la cena.
—Joder otra vez- dije mientras la bebe lloraba como un demonio
—No te preocupes voy yo- dijo Leo dirigiéndose a la bebe
—Gracias- le dije mientras le sonreía
—Nena hoy si descampa a lo mejor salgo con los niños- dijo Leo evitándome la mirada
—No te preocupes yo me quedo con la bebe en casa, tú sal un rato que te lo mereces- le dije mientras me acercaba a él para depositar un beso en su mejilla

Pov Leo:
Después de cenar deje a la bebe dormida y fui a arreglarme, era la primera vez que salía con los niños solos desde que conocí a Yas. Una vez que me arregle, le di un beso a Yas y me fui. Por el camino llame a los niños para que fueran bajando.

—Nove que figurín, que vas a ligar o que?-me pregunto Mateo mientras se reía de mi, como siempre
—Oye déjale que hoy no veas cómo estás- dijo Luis mientras me tocaba el hombro, creo que es el único que me entendía
—Oye ya hoy la liamos, ya que algunos se han quedado solteros como Mateo- dijo Fran mientras nos reíamos de Mateo
—Que se siente de que te hayan dejado por primera vez?- le pregunté a Mateo y el me asesinó con la mirada
—Vale, vale ya paro dejarlo-dijo Mateo algo cabreado ya que le había afectado demasiado la ruptura

Una vez que llegamos el bar estaba lleno, había de todo tipo de edades y eso me sorprendió ya que eso era bastante raro,
fuimos para una mesa que teníamos reservada ya que conocíamos al dueño, porque una vez estuve arreglando unas cosas en su casa y nos hicimos colegas.

—Yo voy a buscar a Alberto, le voy a dar las gracias por lo de la mesa-dije mientras me levantaba a buscarlo
—Eso a ligar campeón-dijo Mateo riéndose

No le conteste pero me reí de lo inmaduro que era, así que seguí mi camino hacia la barra para ver si estaba hay y si no estaba hay, preguntarle a los empleados.

—Hola buenas sabe donde está Alberto- le pregunté a una camarera rubia que había atendiendo
—Si está en el despacho, pasa algo?-me preguntó muy sonriente, la verdad era muy guapa pero no era mi tipo, era rubia con ojos azules y una melena lacia
—No, es amigo mío y le quiero dar las gracias- le dije contestando a su pregunta
—Ahhh entonces debes de ser Leo no?-me dijo ella
—Si, como sabes mi nombre- le pregunté con curiosidad
—Nos lo ha dicho a todos los empleados, que hoy venía un amigo suyo, te puedo dar algo para beber de mientras?, invita la casa-me dijo intentando coquetear conmigo
—Vale, pero le puedes avisar para que venga ahora?-le conteste un poco más seco para que dejara de coquetear
—Si claro, ron cola?- me preguntó y yo asentí

Estuvimos un rato charlando y la verdad es que era una chica muy interesante, me contó anécdotas de camarera nocturnas y yo solo me reía la verdad es que se me hizo muy ameno y ya estaba un poco borracho.
—Oye Alberto por fin vienes-le dije mientras le daba un abrazo
—Hola Leo si, he estado ocupado pero espero que te lo estés pasando bien, yo me tengo que ir ya adiós chicos- dijo en tocándome el hombro
—Adiós Alberto y muchas gracias- le dije y el se fue

Cuando llegue a la mesa Fran y Luis se estaban riendo de Mateo porque estaba llorando, pobre ruptura lo va a torturar.
—Joder por fin vienes- me dijo Fran
—Si es que a tardado en aparecer, pero ya estoy aquí- dije sonriéndoles y ellos se echaron  a reír

Paso el tiempo y como iba ciego decidimos irnos en taxi, Fran y Luis se fueron juntos porque iban con sus novias y Mateo El Niño de papá le recogía el padre y yo pues me lo tendría que coger solo. La parada de taxi no estaba muy lejos así que decidí ir andando.

—Oye guapo, para donde vas-me pregunto una voz bastante familiar
—A mi casa- dije pero cuando me giré vi a Zaira la camarera que había conocido
—Pues te acompaño que también tengo que coger un taxi, así no voy sola-Dino acercándose a mi
—Pues vamos-le dije mientras me paraba para que me cogiera El Paso

De un momento a otro antes de girar la esquina para donde estaban los taxis, me cogió del brazo fuertemente hacia ella y estampó sus labios con los míos y yo lo seguí, fue un beso bastante apasionado y con bastantes ganas, en ese momento no sabía lo que estaba haciendo, y no sabía si estaba bien o mal, al separarnos nos miramos por un momento.

—Bueno me voy ya que es tarde-dije alejando el espacio para irme
—Vente a mi casa- me dijo siguiéndome...

Me levante a la mañana siguiente y todo me daba vueltas, no podía abrir los ojos, pero me acorde coño me acorde, que había echo preferí una noche a mi familia, a mi maravillosa familia, no me sonaba familiar donde estaba acostado y rezaba a Dios para que fuera en mi casa y no la de Zaira, abrí lentamente los ojos y estaba en el salón de mi casa, solté un suspiro, pero como le iba a decir yo ahora eso a Yas, no había sido especial para mi pero se lo tenía que decir, fui al baño me lave los dientes y me duché, me quede como nuevo.
—Hola papi te hemos echado de menos mami y yo- dijo Yas sujetando a la bebe como si ella estuviera hablando, fue tan bonito que cogí a la bebe con cuidado y me incline para darle un beso a Yas, y se sentía tan mal el callarme lo otro, que no podía
—Donde están mis princesitas- le dije mientras las abrazaba
-Aqui estamos, como te lo pasaste ayer con los niños-me preguntó ella mientras terminaba el desayuno
—Muy bien la verdad pero el sitio es raro-le dije mientras desayunaba con ella
—Donde dormiste? - me pregunto tan natural
—En casa lo que pasa que me quede en el sofá, ya ni me acuerdo-le dije rápidamente
—Así de borracho irías-me dijo riéndose de mi—Nene hoy voy a la revisión de la bebe, hoy hace tres mesesitos ya- dijo ella tan sonriente como siempre
—Si amor yo te acompaño, que hoy no trabajo- le dije mientras iba colocando los platos en el fregadero

El día paso bastante bien y hicimos un montón de cosas que siempre dejábamos para última hora y al final nunca hacíamos nada cuando llegamos a casa, le quería decir lo que sucedió pero cuando termine de cambiarme, ella ya estaba dormida así que me acosté a su lado, pensando en que pasará cuando le cuente todo.

Muy joven para amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora