CARMUEL: LLEGANDO A LA GRADUACIÓN

11_Nueva York (parte 3)

LUCRECIA

Hoy finalicé mi último examen de mi primer año en la universidad. Estoy confiada en que me fue bien. Me volví más obsesiva con el estudio pero no porque lo necesitara sino porque me era útil para no pensar en mi rara vida amorosa.

En estos meses conocí más del pasado de Connor y su relación con su novia (o ex novia mejor dicho). Están juntos desde hace tanto tiempo pero nunca la amó (aunque ella si a él). Un vínculo fomentado por su entorno para estimular vínculos comerciales y empresariales aunque no se puede decir que estuviera obligado a estar con ella. Principalmente su padre es comprensivo con él y a veces le recomendaba que finalice con esa relación que no lo hacía feliz.

Pero el problema principal de Connor recae en que es un cobarde. Le cuesta salirse de una vida que aunque no lo hace feliz le da estabilidad.

Todo esto me lo contaron sus amigos a espaldas de él, cansado de verlo infeliz. Cuando les pregunté por qué me contaban todo eso respuesta que me dieron me dejó pasmada:

-Porqué cuando tú apareciste pareció como si se despertara al fin.

¿Despertar? No podía creer que yo pudiera tener ese efecto en alguien. Me acostumbré a ser descartada o ser la segunda opción.

Connor terminó con su novia pero no me lo contó él. Al principio me molestó que no me lo dijera pero Nadia me ayudó a entenderlo al decirme que el finalizar esa relación era algo que él debía hacer más por él mismo que por mí.

En parte lo entiendo ya que yo también vivía en una burbuja de infelicidad y estabilidad pero la diferencia es que a mí la vida me estalló esa burbuja en mi cara y en el caso de él lo hizo el mismo por propia decisión.

Aunque su decisión de terminar con Emma, su ex, no me lo contó él sino ella. Iba una tarde saliendo de mi última clase del día cuando siento que alguien me agarra del brazo y me empuja contra la pared. Cuando levanto la mirada y veo el rostro de Emma bañado de lágrimas.

-¡Fue por tu culpa!-me decía con histeria-¡me dejó por ti!

Yo esperaba que me reclamara que le fuera infiel conmigo pero lo que le molesta es que la dejara. Cuando parecía que iba a golpearme su mano se detiene en el aire. Connor la sujeta con fuerza y le dice:

-¿Qué estás haciendo? No culpes a Lucrecia por nuestros problemas.

Y se la llevó por la fuerza sin decirme nada a mí. Rápidamente me fui de la universidad y fui a casa. Connor no me llamó ni me escribió. Supongo que debo darle su espacio aunque respetar los límites ajenos nunca fue una característica que me destacara.

Cuando Nadia vuelve le cuento lo que pasó y ella se pone contenta. Le gusta Connor para mí aunque yo hago lo posible por no ilusionarme.

Al día siguiente llego a la inmobiliaria y realizo mis tareas como todos los días. Connor no llegó aun y noto que ya es tarde. Cuando llega su padre (el dueño de la inmobiliaria) me tiento de preguntarle por su hijo pero me contengo, dado que no tenemos esa intimidad entre nosotros. Su trato siempre fue cortes pero con poca familiaridad, lo cual tiene sentido dado que no debe saber que fui la amante de su hijo. Amante. Así que terminé siendo lo que desde el inicio me propuse no ser. Por un lado estoy molesta conmigo misma y con Connor por dejarme en esta situación pero por otro lado no puedo decir que me arrepienta, disfruté cada segundo con él y aunque me niegue a reconocerlo en voz alta una parte mía tenia fe que el dejara a su novia por mí.

Estoy en mi habitación leyendo un libro cuando Nadia entra muy emocionada.

-Tengo novedades- me dice

-¿Qué sucede?-pregunto curiosa.

-Omar me llamó, me invitó a la graduación en Las Encinas. Quiere que esté ahí.

Me había olvidado de mis amigos en España desde que supe de la muerte del abuelo de Cayetana. Nuestros amigos se graduarían por fin.

-Mierda, me había olvidado. Debo llamarlo y felicitarlo. Y a los demás también-comento.

-Corrijo: Omar nos invitó a la graduación. Quiere que las dos vayamos a España- me dice con una radiante sonrisa.

No niego que me gustaría ir. Escaparía de la situación de Connor y su ex por un tiempo, me despejaría, vería a mis amigos. Aunque por otro lado está la posibilidad de cruzarme con mi familia y de perder mi trabajo.

-Nadia, quiero ir pero ¿cómo haremos con nuestros trabajos? A mí me costó mucho conseguir un trabajo de recepcionista en la inmobiliaria y no creo que vaya a conseguir otro fácilmente y tú estás en el bufete de abogados.

-Por mí no te preocupes. El trabajo en el bufete está arreglado dado que solo debo hacerlo en época escolar y como las clases y los exámenes ya finalizaron ya estoy libre. Y tú podrías ausentarte unos días del trabajo si tu jefe te autoriza...-dice sugerentemente.

Eso me hace pensar. Quizás Connor me ayudaría con eso pero aun no sé.

-Vamos, así vemos a todos allá. Seguramente Valerio también irá. Además quiero felicitar a Samu personalmente.

-¿Por qué?-no sé por qué la situación de Samu es distinta a la de los otros.

-Omar me contó que Samu se ganó una beca para estudiar en una universidad prestigiosa. La mencionó pero olvidé cual es-dice Nadia tratando de hacer memoria.

Eso me paraliza.

-¿Oxford?-pregunto con cautela.

-¡Sí!-responde emocionada.- es un gran logro para él y no quiero saludarlo a través de un teléfono.

Estoy estupefacta. Samuel irá a la universidad de Carla. ¿Lo sabrá ella?

-¿No es Oxford donde está Carla?-me pregunta mi amiga. No le respondo porque mi rostro lo confirma por sí solo.

-Debo llamar a Carla- y tomo mi teléfono.

-¡No! No se lo digas, Samu debe decírselo si así lo quiere-y se por su expresión de seria advertencia que no debo llamar a mi amiga o tendré una discusión con Nadia.

Afortunadamente Nadia no dijo nada de escribirle. Soy una perra, no puedo negarlo y así me divierto más. Cuando Nadia no esté le escribiré a Carla.

-Igualmente, no creo que pueda ir-escucho que suena el timbre y Nadia va a ver quién es- ¡Porque no creo que en el trabajo me den permiso de ausentarme!-le grito para que pueda escucharme por la distancia.

-Quizás si lo hablas con tu jefe...-me dice Nadia y se hace a un lado para dejar pasar a Connor.

Me quedo petrificada sin saber que decir.

-Hola Lu. ¿Podemos charlar?- me dice Connor con una tímida sonrisa.