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Miércoles, 05 Marzo 2014.

— Entonces, te contrataran un profesor privado.

Asintió ante la afirmación de su amigo peli rubio, TaeHyung. Este era su único amigo en la Universidad, o al menos al único que consideraba lo más cercano a un verdadero amigo, era un año menor que el y cursaba su misma carrera, por lo que compartía las mayorías de clases con el. TaeHyung era un chico sumamente atractivo, y lo confirmaba por la popularidad que tenía este por eso mismo, tenía rasgos sumamente atrayentes para sus diecisiete años, su mentón era muy marcado, tenía unas mejillas equilibradas, ni muy flácidas ni muy regordetas, unos ojos algo afinados y rasgados de un color marrón, una nariz larga pero bien formada, con una ligera curva en la punta, sus labios eran finos, pero sin duda la sonrisa que daba con ellos era un punto fuerte. Su cabello rubio por el tinte era extremadamente suave a la vista de cualquiera, y lo largo de este ayudaba mucho con su perfil lleno de sensualidad andante.

Pero, opinando sobre su cuerpo, el rubio tenía unas gruesas piernas, no a comparación de las del propio JiMin pero si tenían carne, poseía una cintura estrecha, un pecho firme y que se resaltaba en sus camisas pegadas, su abdomen era algo marcado, lo había notado cuando el chico lo invito a que observará su partido de fútbol, el chico llegó sudado hasta donde el y había admirado por un rato su abdomen.

En conclusión Kim era el sueño de cualquiera, aunque el no entraba ahí, el solo lo veía como un amigo.

— Si.

— Un Homosexual.

— Ajá.

— ¿No te da... Repulsión?

Su ceño se vio afectado ante aquello y miro a TaeHyung, incrédulo de lo que escuchaba.

— ¿Por que?, No le veo nada de malo, cualquiera puede amar a quien quiera. — Dijo comiendo de su almuerzo, mientras lo miraba con interés, queriendo descubrir aquella faceta de su amigo que hasta ahora no había conocido. — No sabía que tenías opiniones tan... Cerradas.

— JiMin te hablaré con franqueza, eso... no es normal, los chicos tienen que ir con las chicas, no buscar a alguien de su mismo género, es un fenómeno contra la naturaleza humana.

Entonces el apetito se le fue, miro su comida a medio terminar, y cogió su bandeja entre las manos, suspirando para mirarlo.

— Se me fue el apetito, me iré, cuando tengas tu mente más funcional, me buscas. — Hablo con una mueca, y se levantó de la mesa, hasta llegar a un basurero y tirar la comida sobrante, dejando la bandeja sobre una repisa que había ahí cerca, y luego salir del comedor, sin ganas de seguir aquella ridícula conversación. — Idiota.

Conocía desde hace dos meses al rubio, y nunca le dió mala imagen, de hecho era hasta bondadoso en algunos aspectos, pero aquella discriminación le colmaba, al ser hijo de una abogada y un criminalista, tenía una mente demasiado abierta, en dónde habían cosas peores que las relaciones homosexuales, que si llegaban ser repulsivas.

Alrededor de unos minutos llegó a su próxima clase, algunos chicos estando ahí pasando el rato, el llego al lugar que solía sentarse y saco su celular viendo vídeos de Instagram, olvidando el mal rato que había pasado.
 

...


 

Había llegado a su casa sola y se había despojado de su ropa, para colocarse un short deportivo corto, y una camisa holgada sin mangas, revolvió su morado cabello, y se miro en el espejo de la sala, sonrió cuando noto su resultado, se veía bien, demasiado bien.

El iba al gimnasio luego de salir de la Universidad, alrededor de dos horas el volvía para hacer sus deberes universitarios, amaba ir ahí, sentía que se despejaba y además, el solía soltar un poco su parte coqueta, en el gym podrías encontrar atractivas personas con esculturales cuerpos, con el cual se atrevía a sacar un poco de su JiMin atrevido, había logrado sacar un par de noviazgos ahí, y claro, un poco de desahogo carnal, pero nada vicioso a comparación de sus tontos compañeros adictos al sexo de su Universidad.

Tomo su bolso y una gorra pero al querer tomar la última el timbre sonó, a lo que el confundido por no esperar a nadie se dirigió perezoso a la puerta, abriéndola.

¿Han sentido alguna vez, que cuando ven a alguien demasiado apuesto para su gusto llegan a pensar en que quizás estan teniendo algún tipo de visión imaginaria, o posiblemente un sueño?

JiMin lo estaba experimentando.

Un chico de tez sumamente pálida, con un cabello pulcramente negro, su melena no era totalmente larga, pero si lo suficiente para llegar hasta sus cejas, era algo suave ante la vista pero brillante. Sus ojos eran rasgados, tal como un felino, una pestañas largas pero ligeras, unas pupilas amarillas y un iris alargado, una nariz respingada y pequeña, unos labios finos y rosáceos, un mentón marcado y varonil, era como un actor de película pero sin ninguna pizca de maquillaje.

A JiMin se le movió el mundo y las hormonas.

Tragó en seco y pestañeo repetidas veces, preguntándose qué si aquel chico hermoso era real, aquella intensa mirada viéndolo como si quisiera descubrir sus pensamientos.

— Buenas tardes, tu debes ser Park JiMin. — una oleada extrañamente rara y satisfactoria cruzo por su interior al escuchar su ronca y grave voz, su nombre pronunciada por ella. Estaba dudando notoriamente sobre su sexualidad en ese momento. — Soy Min YoonGi, hijo del amigo de tu papá, Min Jen-Sug, me dijeron que necesitas ayuda con cierta materia.

Entonces recordó lo que su Padre había dicho sobre la orientación del otro y nunca se sintió tan eufórico por aquello, su interés creciendo cada vez más por aquel hombre.

—C-claro pasa. — respondió tratando de tragarse todos aquellos nervios que habían aparecido. — Papá no me dijo nada acerca de tu venida.

— Ah, si, lo siento. — pidió el chico llamado YoonGi, pasando cuando JiMin se hizo a un lado y cerrar la puerta. — La universidad me tiene algo ocupado y no le di una llegada en específico, pero ahora estoy libre y como Papá me dijo que era importante porque era alguien de su agrado tu familia, no me pareció mal venir.

Asintió y no se permitió ver aquella pequeña sonrisa que el pálido le otorgó por mucho tiempo, no quería que el chico notará que estaba embobado con su belleza.

— Entiendo, te agradezco mucho tu ayuda.

— Tranquilo, aunque veo que ibas de salida. — una intensa mirada lo escaneo de pies a cabeza, y sintió algo calientes sus mejillas, ser examinado por el pálido le hacía sentir cohibido, al menos agradecía ser ejercitado y justamente llevar su ropa deportiva la cual mostraba lo bien cuidado que estaba. — Puedo venir otro día.

— No, está bien. — contesto. — puedo ir más tarde, estoy preocupado por mis notas.

JiMin entonces se quedó, se sentó en su sofá, indicándole a YoonGi que podía hacer lo mismo, permitiéndose escanear al otro, se notaba que también se ejercitaba, su ropa no era tan ajustada, pero por los movimientos a veces se marcaba su pecho, pectorales y piernas, era un Adonis en todos los sentidos, y su vista estaba más que gustosa con ello.

Repetía, parecía un actor, pero ahora más de una porno.

Ahora estaba más convencido de que debía apoyar la homosexualidad, es más, consideraba darle un puñetazo a su amigo si escuchaba nuevamente un comentario homofobico de su parte.


Editado: 12-03-2023.
Editado: 22-09-2023

¡Soy Homosexual! ; YoonMin. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora