Llegó octubre y un frío húmedo se extendió por los campos y penetraba en el castillo.
La señora Pomfrey, la enfermera, estaba super ocupada por una repentina epidemia de catarro entre profesores y alumnos.
Su poción Pepperup tenía efectos instantáneos, aunque dejaba al que la tomaba echando humo por las orejas durante varias horas.
Como Ginny tenía mal aspecto, Percy le insistió hasta que la probó.
El vapor que le salía de debajo del pelo producía la impresión de que toda su cabeza estaba ardiendo.
Gotas de lluvia del tamaño de balas repicaron contra las ventanas del castillo durante días y días, el nivel del lago subió, los arriates de flores se transformaron en arroyos de agua sucia y las calabazas de Hagrid adquirieron el tamaño de cobertizos.
El entusiasmo de Wood, sin embargo, no se enfrió, y por este motivo, Harry y yo, a última hora de una lluviosa tarde de sábado, cuando faltaban pocos días para halloween, mi cumpleaños, nos encontrábamos volviendo a la torre de Gryffindor, calados hasta los huesos y manchados de barro.
Aunque no hubiera habido ni lluvia ni viento, aquella sesión de entrenamiento tampoco habría sido agradable.
Fred y George, que espiaban al equipo de Slytherin, habían comprobado por sí mismos la velocidad de las nuevas Nimbus 2.001.
Dijeron que lo único que podían describir del juego del equipo de Slytherin era que los jugadores cruzaban el aire como centellas y no se les veía de tan rápido como volaban.
Mientras caminábamos Harry y yo por el pasillo desierto con los pies mojados, nos encontramos a alguien que parecía tan preocupado como Harry.
Nick Casi Decapitado, el fantasma de la torre de Gryffindor, miraba por una ventana, murmurando para sí mismo.
-Hola, Nick.- dijo Harry.
-Hola, hola.- respondió Nick Casi Decapitado, dando un respingo y mirando alrededor.
Llevaba un sombrero de plumas muy elegante sobre su largo pelo ondulado, y una túnica con gorguera, que disimulaba el hecho de que su cuello estaba casi completamente seccionado.
Tenía la piel pálida como el humo, y a través de él podía ver el cielo oscuro y la lluvia torrencial del exterior.
-Parecéis preocupado, joven Potter.- dijo Nick, plegando una carta transparente mientras hablaba, y metiéndosela bajo el jubón.
-Igual que usted.- dijo Harry con educación.
-¡Bah!, un asunto sin importancia... No es que realmente tuviera interés en pertenecer... aunque lo solicitara, pero por lo visto "no cumplo con las características". Pero cualquiera pensaría, cualquiera que cuarenta y cinco hachazos en el cuello dados con un hacha mal afilada serían suficientes para permitirle a uno pertenecer al Club de Cazadores Sin Cabeza.- empezó a gritar el fantasma de Gryffindor, con furia en su voz.
-Desde luego.- dije, cuando me di cuenta de que el otro esperaba que le diera la razón.
-Por supuesto, nadie tenía más interés que yo en que todo resultase limpio y rápido, y habría preferido que mi cabeza se hubiera desprendido adecuadamente, quiero decir que eso me habría ahorrado mucho dolor y ridículo. Sin embargo...- Nick Casi Decapitado abrió la carta y leyó:
"Sólo nos es posible admitir cazadores cuya cabeza esté separada del correspondiente cuerpo. Comprenderá que, en caso contrario, a los miembros del club les resultaría imposible participar en actividades tales como los Juegos malabares de cabeza sobre el caballo o el Cabeza Polo. Lamentándolo profundamente, por tanto, es mi deber informarle de que usted no cumple con las características requeridas para pertenecer al club. Con mis mejores deseos,
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La menor de los Diggory 2 (Draco Malfoy y tú) TERMINADA ✅
Fanfic(2º Libro) -¡Vaya, Potter, tienes novia! Ay, no, que tu novia es la preciosa, menor de los Diggory. ¿A caso sales con las dos a la vez?- dijo Malfoy con tono de burla. Me puse completamente colorada. *Espera, ¡¿Draco Malfoy me acaba de decir precio...