Narrado por Ruben
Bendita la hora que se me ocurrió ir a por Mangel, pase por su culpa el peor momento de mi vida, por no decir el más terrorífico y horrendo. Cuando se fue la luz sentí que estaba en una película de terror, fue quedar a oscuras y pensar automáticamente que aparecería alguien para matarme, o en el peor de los casos un niño chino, de esos que me daban tanto miedo.
-Y todo por ver ese Twit,..-Al principio cuando paso aquel... ¿Momento? Bueno, pensé que seria mejor dejar las cosas hasta ahí, porque si iba a insistirle a Mangel con el tema de seguro sabia que no se lo podría tomar mal; si bien nos habíamos besado, habían muchas cosas que no estaban bien con el tema.-
Lo principal era el saber porque ¿Qué ocurrió? El alcohol puede que potenciara todo, pero aquí el fue quien dio el primer paso, no lo obligue a nada y menos a que me diera aquel beso que, dentro de lo normal, había producido mas que un tumulto de cosas sin sentido. Es que primero viene a decirme que elige estar con Marina, pero luego viene a besarme ¿Era normal? No lo creo. Quise hacérselo saber, pero verle reaccionar así me hizo entender que no era el momento; tanto el como yo estábamos asustados por lo que había pasado y no podría salir nada bueno de eso. Conociendo al cabron de Mangel se que me lo negara a muerte, pero estaba mas que claro que el se dejo llevar por algo, alguna cuestión que aun es totalmente desconocida para mi. Me alentó un poco el ver que en su mención de Twitter admitía que si yo lo violaba el terminaría dejándose, quitando claro la connotación sexual, era como decir que ante cualquier movimiento que yo decidiera hacer, el quizás aceptaría ello por mucho que le pesara y no se negaría. En cualquier caso lo tome como admitir que si sentía algo por mi.
Aunque jamás espere que se fuera la luz en cuanto estuve fuera.
¿Tanto me odiaba dios? Porque si bien había alcanzado a caminar lo suficiente para alejarme de casa, eso no me alentó a la hora que las calles estaban completamente a oscuras y desoladas. Justo a la luna también se le había dado por no aparecer esa noche, así que me quitaron cualquier posibilidad de visión a excepción de mi móvil, pero como casualmente estaba hablando con Mangel, eso no era posible. Aunque tenía miedo, también estaba calmado de escucharle atraves del teléfono, me hacia ilusión imaginármelo a mi lado y alentándome para que me calmara, aun cuando estaba acojonado hasta los huevos con la situación; llego hasta un punto que cuando vi la plaza, me detuve en ella para ubicarme y darle así las coordenadas de donde estaban. Cosa que lamente. Corto la llamada apenas y le informe, dejándome solo ahora si lleno de ruidos a mi alrededor.
No se si es por la paranoia, pero siempre que estoy en la oscuridad siento que hay mas ruidos de lo normal. Estando en los columpios para esperar que Mangel llegara como me había dicho, pensé seriamente si debía ser una buena idea quedarme tan quieto, primero porque en las películas de terror ninguna persona con dedos de frente se quedaría tranquilo en medio de un lugar lleno de ruidos extraños o crujidos y segundo, paso lo que peor temía, escuchar niñas riendo. No se de donde cojones venia ¡Pero eran putas niñas riendo y no estaba de coña! Ya la situación era mala, pero ¿Niñas felices en medio de una ciudad sin luz? ¿Dónde se veía eso? ¡Ni de coña podía quedarme ahí! ¡Que le follaran a Mangel! No pude siquiera permanecer ni media hora sentado que ya estaba caminando sin rumbo calle abajo, perdiéndome en los ruidos extraños que pasaban por detrás mío, rezando que fueran perros o algo y que no se les ocurriera acercarse, porque ahí si me hubiera dado un jodido ataque cardiaco.
Ya había llegado un momento donde me negué a seguir avanzando y termine por quedarme en una para de bus para esperar lo que tuviera que pasar.
Los sonidos a mí alrededor eran intensos, me molestaban y no me permitían pensar bien. Hubiera sido mas inteligente irme hacia el otro lado y volver a casa, pero el pensar que si caminaba hacia esta dirección encontraría a Mangel, me alentó a ello; pero me arrepentía. Estaba mal, sin duda que mi cuerpo me lo decía y mi mente poco a poco empezaba a perderse. Una sensación que es bastante cliché, fue pensar que moriría ahí, porque cada vez a mi alrededor sonaban mas cosas y aunque alumbrara con el móvil para esas direcciones, no había ni un alma. En verdad que llegando a esa altura, el pensar ser violado por una fan era un paraíso a comparación de esto y quizás era una manera más divertida de tortura. Porque sin sonar a un cuento común, ya estaba aceptando que poco a poco esto tendría un mal final, por lo mismo es que mi mente empezó a dejarse ir ante mis nervios y sin poder evitarlo empecé a ver pasar mi vida; llena de cosas buenas y malas. Recordé muchas cosas de niño, a mi familia, a mis anécdotas en noruega y me lamentaba mucho el no poder volver a vivir eso de nuevo; luego pensé en mis amigos. En Mangel particularmente. En lo mucho que lamentaba haberme peleado con el en ocasiones, mas de una vez tenia que haberle agradecido por tanto y no lo hice. Me apena que no supe valorar lo buena gente que fue conmigo en las épocas que vivíamos juntos, porque si lo hubiera logrado ver desde antes, quizás ahora muchas cosas serian distintas; por ahí y no estaría solo en medio de tanta oscuridad. Y si bien no me puedo quejar por la leche derramada, si que me hubiera gustado decirle que lo lamentaba; decirle que lo quería por una ultima vez.