9 de mayo
Apenas entro al aula correspondiente quiero salir corriendo.
Me siento en uno de los bancos del fondo para esperar a mi amiga. El aula está vacía, salvo de tres chicos que están en sus lugares con sus cabezas metidas en los libros.
Hoy, o más bien en quince minutos, tenemos la prueba de Historia, en la que por cierto, no tuve tiempo de estudiar.
Me resigno, pero al final termino sacando mi libro para copiar a mis compañeros.
Llevo leyendo tres páginas sin entender, cuando escucho como alguien deja sus cosas a mi lado. Ryley.
—No he estudiado absolutamente nada— es lo primero que me dice luego de esconder su cabeza entre sus brazos— Mi mamá va a matarme si llego a reprobar de vuelta.
La consuelo acariciando su cabellera castaña, mientras sigo leyendo.
—Pues si te consuela de algo, no he estudiado lo suficiente.
Levanta su cabeza rápidamente, haciendo que mi mano cayera al lado de mi cuerpo. Giro mi cabeza para verla y me mira con el ceño fruncido.
—No, no me consuela—suelta un suspiro— Tú al menos apruebas sin haber estudiado nada. Te envidio tanto.
Suelto una risa, ganándome una cara de odio de parte de mi amiga.
Cuando vuelvo a concentrarme en mi libro, noto como el aula fue llenándose de a poco. Aún faltan varias personas que, o llegarán tarde o simplemente decidieron saltearse esta hora.
—¿Estudiaste para el de Cálculo?
—No— le respondo mientras leo— Aunque no me hizo mucha falta. Se me dan bien los números— me encojo de hombros.
Cinco minutos después, la profesora de Historia aparece y cierra la puerta detrás de ella. Camina hasta su escritorio y nos pide que saquemos dos hojas.
—Comenzaré a entregarles las copias del exámen. No quiero a nadie copiando de su compañero o les quitaré la hoja y no tendrán el semestre aprobado.
Todo el mundo asiente y Ryley bufa. Seguro que quería copiarse conmigo.
La profesora llega hasta nuestros lugares y nos entrega una copia a cada una.
—Pueden comenzar— nos regala una sonrisa que más bien se parece a una mueca y se aleja hacía atrás.
Muy bien Sophie, concentrate.
•°•°•
El timbre toca, indicando que la hora del almuerzo comienza y me apresuro a guardar mis cosas en mi mochila.
Alcanzo a Ryley, que en el exámen de Cálculo nos cambiaron de lugar y nos sentaron en la otra punta del salón.
—¿Cómo te ha ido?
—Fatal— responde y comienza a caminar hacia la salida. No tardo en seguirla— Se que reprobare cada examen de este semestre y me estresa pensar que tendré que rendir en vacaciones.
El pasillo está alborotado de adolescentes apresurados en encontrar una mesa en la cafetería, es por eso que agarro a mi amiga con un brazo para no separarnos.
La arrastro como puedo hasta la puerta que da al patio de descanso y volteo para hablarle.
—¿Trajiste tu comida?
Ella asiente y abre la puerta que está detrás de mí para acercarnos hasta nuestro árbol.
Desde que tengo memoria siempre hemos almorzado en este árbol. Algunas veces íbamos a la cafetería, pero en los días como este, venimos aquí afuera.
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Regalo bajo la lluvia
RomanceQuien diría, que una tarde, Sophie iba a salir a pasear con su perrita Bonnie y que en un abrir y cerrar los ojos, ella se termina perdiendo. Quien diría, que una tarde, Nicholas iba a salir a entrenar con su bicicleta y que en un abrir y cerrar los...