Regalo bajo la lluvia

• Capitulo 4

15 de mayo

—¿Puedes tocar esa canción que siempre ponías para que me calmara cuando era más pequeña?

Miro a Chloe con una sonrisa y asiento con mi cabeza. El solo recuerdo de estar tocando esa canción me dan ganas de llorar.

—¿Bailarás?— le pregunto.

Ella se queda callada unos segundos. Es muy raro en ella, por lo que la miro nuevamente y veo como mira hacia abajo y juega con sus dedos.

—Chloe— la llamo— ¿Está todo bien?

Me acerco hasta ella y la agarro entre mis brazos para sentarla en mi piernas mientras yo lo hago en el pequeño banquito que hay en el ático.

Corro uno de los mechones rubios para ver su cara y lo coloco detrás de su oreja.

—Hay algo que quiero decirte.

Eso capta toda mi atención.

—Dime. Sabes que puedes contar conmigo— le sonrío de forma reconfortante.

—En la última clase de danza— empieza— hemos hablado sobre la presentación que se hará dentro de unos meses y teníamos que ver que canción bailaremos— hace una pausa y me mira— la mayoría de mis compañeras eligieron una que es muy rápida y nos costó mucho bailar entonces... pregunté si podíamos bailar esta canción. Nuestra canción.

Mis ojos se abren. No me esperaba nada de lo que me dijo y admito que mis ojos arden por contener las lágrimas.

La voz dulce de mi hermana mientras me contaba esto solo hizo ponerme nostálgica.

"Make You Mine" de PUBLIC es nuestra canción.

Recuerdo que, cuando Chloe tenía tres años, tocaba esa canción para que dejara de llorar.

No paraba de hacerlo. Mi madre la agarraba entre sus brazos para que parara pero ella no lo hacía. Note que mi madre estaba muy cansada y se me ocurrió la idea de llevarla por primera vez al ático.

Cuando la llevamos, la senté entre mis piernas como lo hago ahora y comencé a tocar. En realidad me bloqueé. Chloe no dejaba de llorar y no podía concentrarme. No sabía que canción tocar para que sea perfecta para el momento.

No fue hasta que Chloe grito tan fuerte que no pude más con el escándalo y empecé a tocar esa canción. Canción que había escuchado y practicado unos días antes porque sentía una conexión única.

Al instante mi hermana dejó de llorar y sin poder evitarlo solté un suspiro. No paré de tocar hasta que llegue a la mitad, que era la parte que me sabía y la miré.

Estaba sonriendo y tocando con sus dedos las teclas.

Desde ese día, Chloe cada vez que estaba mal me pedía subir arriba para que escucháramos esa canción y yo nunca me quejaba.

—¿Sophie?

Sacudo mi cabeza lentamente para dejar los recuerdos atrás y prestarle atención a mi hermana.

—Chloe yo...— me callo con las palabras en la boca— eso es muy lindo— le sonrío— tú podrás darle un baile y luego podrás enseñarme.

Sus ojos brillan de la emoción y no puedo evitar abrazarla.

—También podrías enseñarme cómo tocarla en el piano.

Me separo y asiento con una sonrisa.

—¿Al final la bailaran?