Darek
No esperaba encontrarla nuevamente, pero al parecer el destino o la suerte deseaba que nos juntáramos. Al salir del local la vi, Iba con su uniforme, una camisa blanca por debajo del sweater de cuadros grises y verdes bastante holgado, una falda del mismo tono por encima de las rodillas, la cual marcaba su cintura y unas zapatillas negras con medias grises hasta las rodillas. Si lo llevara cualquier otra chica jamás hubiera pensado que se veía tan sexy ni me hubiera hecho volar la mente hacia lugares no deseados. Ni siquiera Ariadna tenia ese poder en mí.
Me pregunté porque estaría allí de nuevo. Esta vez no llovía, no había razón alguna para que se refugiara bajo aquel lugar
-Bueno, esta vez por quedarme dormida, perdí el autobús. Cosa que nunca sucede - dijo
- Así vas a terminar reprobando el año por tardanzas- dije intentando crear un ambiente cómodo entre ambos
Quise acercarla hasta el College, mis impulsos eran mas fuertes que mi mente. Noté que se puso nerviosa y prefirió caminar antes que subirse de nuevo a mi camioneta. Entonces decidí acompañarla caminando, seria buena idea y podría conocerla mejor.
La idea le gustó mas que la anterior asique nos dispusimos a caminar. Le propuse hacer un pin pong de preguntas, una pregunta ella y otra yo. Eso me ayudaría a saber que pasaba por la mente de aquella chica que me atormentaba, de buena manera, a la mía.
Pude descubrir que era una chica divertida, muy emocional, cada situación o momento la hacia sentir un mar de emociones. Amaba leer, cosa que para mí era muy difícil hacer y también los animales, especialmente los gatos, que a mí no solían agradarme demasiado. Pero no me importaban aquellas pequeñas diferencias.
El tiempo se me paso volando, la caminata se me hizo demasiado corta y me quedaron mil preguntas por hacerle, pero ya habíamos llegado al College y ella ya debía entrar.
-Ok, tengo una ultima pregunta.... - dije pensando en que quería volver a verla con más tiempo
- Dime - contestó
Dudé en preguntarle si podríamos vernos nuevamente. Al final preferí no decir nada. Enseguida recordé como anoche me stalkeo y como eso me hizo sonreír. Sin pensarlo la tome de la mano antes de que se fuera y sentí una sensación extraña con el rose de nuestras manos. Tomé un bolígrafo y le escribí mi cuenta en su palma, como si ella no la supiera aún.
-No sé, tan solo puedes seguirme y ya - dije terminando de escribir y soltándola delicadamente. La miré nuevamente y vi como se sonrojaba por completo. Noté las miradas de todos los demás alumnos que se encontraban alrededor por entrar al College, pero no me importó. Dafne no dijo más nada asique me despedí de ella y me fui alejándome poco a poco, pero sabía que mi mente seguiría allí, pensando en ella y lo hermosa que era a mis ojos.
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Subí a mi camioneta, debía entregar todos los pedidos antes de terminar la mañana. La empresa de mi padre contaba con un gran edificio en plena ciudad, era reconocida allí, en otras ciudades alrededor y también internacionalmente. Se encargaba de recibir y enviar cualquier pedido a los locales de la ciudad que lo requerían, también tenia algunos de ellos en su poder. Yo hacia el reparto de los pedidos que recibíamos y también supervisaba que todo funcionara correctamente en aquellos que nos pertenecían.
Todos los días era lo mismo, excepto cuando viajaba a Boston. Lejos de la vista de mi padre, a veces me escapaba de mis obligaciones para poder ver a Ariadna y otros amigos allí o Matt me acompañaba y pasábamos un fin de semana divirtiéndonos y dejaba el trabajo como última tarea. Las ordenes de mi padre y su constante insistencia sobre que mi futuro estaba en ello me agotaban. No es que su empresa no fuera importante para mí, sabía que le había costado mucho esfuerzo, pero yo tenía otros sueños. Siempre me había gustado la fotografía y desearía poder haber estudiado algo relacionado con eso luego de terminar la preparatoria. También deseaba viajar por el mundo, conocer lugares distintos retratando momentos. Pero nada de eso había sido posible. Al terminar la mañana me dirigí a la oficina de mi padre en el edificio.
-Hola Papá. Pude hacer todos los encargos que me pediste
-Muy bien hijo, estas siendo eficiente en tu trabajo, buenas cualidades de un buen líder. Recuerda que todo esto algún día será tuyo y tendrás que encargarte de todo, serás el jefe y nada debe fallar.
-Lo sé, y créeme que no quiero fallarte, pero....
- Pero ¿qué? ¿Acaso tienes algo más importante que asegurarte tu propio futuro?
- Quizás quiera hac.... - mi padre no me dejo terminar la frase
- Mira hijo, se que tal vez eres joven aun, y te asuste, pero ya no tienes otras obligaciones como estudiar. Y debes aprender a hacer nuestro trabajo, depende de ti.
- Y Daniel qué? ¿El no existe acaso?
- Si, el será tu ayudante, pero como tu eres el mayor, el encargado principal serás tu
- No me parece justo. Ambos somos parte de esto y creo que ambos debemos estar a un mismo nivel
- Cuando tu seas el jefe podrás decidir lo que quieras hacer, mientras tanto yo decidiré que puesto tendrá cada uno.
- Ya me harté de esta conversación - dije un poco enfurecido - Nos vemos en casa - agregué saliendo de aquella oficina
Mi padre quedo boquiabierto, como si quisiera agregar algo mas a todas las tonterías que había dicho. Todas las conversaciones siempre terminaban en lo mismo y al llegar a casa nada cambiaba. Al menos al medio día tenia un momento de tranquilidad ya que mi madre había salido a almorzar con sus amigas y mi hermano solo estudiaba en su habitación asique no había interrupciones.
La empleada había dejado el almuerzo preparado para nosotros, un estofado que me revolvió el estomago de hambre. Lo tomé y estaba delicioso. Al final estaba tan satisfecho que decidí recostarme y descansar un rato. Mi celular sonó, era Dafne que me había seguido como le había dicho esta mañana. Una sonrisa se dibujo en mi rostro y no dudé en enviarle un mensaje.
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OPUESTOS
Teen FictionNunca habíamos hablado, solo éramos conocidos, y con esto me refiero a que nos saludábamos de vez en cuando, y solo cuando la casualidad o el destino nos unía. Pero eso era de esperarse, al fin y al cabo ¿Qué podrían tener en común una chica tan sim...