Laia
¿Sería raro que pensara tanto en ella? No lo sé, pero ya había hecho una semana desde que habíamos salido junto con Dafne y con los demás chicos y no podía sacarla de mis pensamientos, su sonrisa se me había quedado grabada como una fotografía en mi cabeza.
Se veía tan delicada, tan fina, tan princesita de cristal que hasta me daba miedo tocarla y arruinarla de alguna forma. Nunca se me había cruzado por la cabeza que alguna de esas chicas me cayese tan bien como había pasado con Eva, pero teníamos tanto en común, desde gustos musicales hasta experiencias familiares bastantes similares. Eva también vivía solo con su mamá como yo, y aunque mi padre había fallecido antes de que naciera y ella ni siquiera lo conocía, compartíamos esa parte que nos faltaba.
Aunque también teníamos diferencias, sabíamos entenderlas. Eva quería estaba estudiando para ser modelo junto con Daiana y Priscila, y creo que se le daba muy bien. Yo por mi parte estaba conforme con mi trabajo que había conseguido en el verano de camarera en el Lookwell, al menos me servía para ayudar a mi mamá que de alguna forma de las arreglaba en su trabajo de alquileres y también podía pagarme mis propios gastos.
Habíamos intercambiado nuestros números con Eva para mantenernos en contacto y aunque quería, aun no me animaba a mandarle ningún mensaje. Necesitaba contarle a Dafne mis pensamientos y saber qué opinaba. Justo esa mañana la acompañaría al College por lo que me dirigí hasta su casa bien temprano.
- Hey Laia! ¡Ya te extrañaba! – dijo abrazándome y yo le devolví el abrazo a Dafne
- Y yo a ti!
- En un minuto salimos – dijo mientras subía corriendo a su habitación.
Mientras la esperaba estuve conversando con Natalia antes de que se fuera a su trabajo. Luego me cruce con Teo. No sé si era la confusión que tenía, pero recordé que de pequeña me gustaba y siempre molestaba a Dafne con que éramos cuñadas; era divertido ver como hervía de celos por eso, aunque ambas sabíamos que era solo un juego de niñas. Teo nunca se había fijado en mi asiqué poco a poco solo lo fui viendo como el hermano de mi amiga.
- Hola todo bien?
- Hola Teo. Si, bien ¿y tú?
- También, todo bien. ¿Esperas a Dafne? – preguntó
- Si, fue por algunas cosas y ya nos íbamos
- ¡Genial, pásenla bien!
- Gracias -contesté mientras Teo desaparecía por las escaleras
Lo admiré por un segundo, aún seguía siendo lindo a mis ojos, de pelo castaño todo revuelto, hombros anchos y delgado. Pero quité esos pensamientos de mi menté. Dafne bajo enseguida y nos dispusimos a salir.
Mientras caminábamos estuve bastante ausente en la conversación que teníamos y Dafne se dio cuenta
- ¿Oye, te ocurre algo? Pareces preocupada
- Quizás algo me preocupe
-Vamos, Cuéntame
- ¿Qué tan te cayo Eva? – pregunté sin rodeos
- Eva? Creo que bien, se ve que es buena chica. Bastante diferente a Daiana y Priscila, no logro entender cómo es que son amigas. Pero yo no hable mucho con ella, creo que tú y ella se llevaron re bien el otro día ¿no debería preguntártelo yo a ti?
- Si, ese es el problema
- El que?
- Que creo que me ha caído muy bien, demasiado bien diría yo.

ESTÁS LEYENDO
OPUESTOS
Teen FictionNunca habíamos hablado, solo éramos conocidos, y con esto me refiero a que nos saludábamos de vez en cuando, y solo cuando la casualidad o el destino nos unía. Pero eso era de esperarse, al fin y al cabo ¿Qué podrían tener en común una chica tan sim...