No soy una escritora profesional, solo es por diversión.
⚠️Contenido +18, si eres menor de edad leer bajo tu responsabilidad.
⚠️Habrán historias con contenido sensible en algunas situaciones, depende de el personaje y situación, si no es de tu gusto...
⚠️Contenido sensible +18, lenguaje erotico, lascivo y vulgar, BDSM, Hard sex, los personajes son mayores de edad, sexo sin protección. Ran/Bonten.
⚠️𝙉𝙊𝙏𝘼: El BDSM es una práctica sexual centrada en el Bondage, Dominación, Sadismo y Masoquismo. El Bondage representa la disciplina, Dominación va de la mano al orden y obediencia, ya que se adopta un rol dominante hacia una persona sumisa que es el/la que acata la orden.
Sadismo es la práctica erótica donde una persona obtiene placer causando dolor, humillación o incomodidad a su pareja sexual, por el contrario las personas masoquistas son las que reciben ese trato y les causa placer el dolor, la humillación y la incomodidad.
Ambas partes deben de estar de acuerdo en esta práctica, es importante tener una palabra en código, si es que en algún momento no se sienten cómodos, ya que es una práctica en acuerdos y estos deben de ser aceptados por ambas partes.
En esta historia ambas partes son versátiles esto me refiero a que las dos personas pueden disfrutar el ser el dominado o el que domina, al igual que ambos disfrutan el dolor. Sin más preámbulos empecemos, era importante que se tenga claro esta parte de las historias.
UN REGALO PARA MI CHICO
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(Ahhh el momento de escribir de Ran a llegado, amo a este hombre caray)
[Narra ____]
Despertaba por la mañana apenas con los rayos de luz que provenían de la ventana, me volteé al otro lado para evitar seguir sintiendo los rayos de luz y en cambio dormir otro rato.
Al voltear tope con algo pesado y duro que estaba a un lado, el cual se aferraba a mi cintura, abrí lentamente mis ojos nuevamente mostrándome el bello rostro de mi chico, su tez era tan fina y delicada, me preguntaba porque no quiso ser modelo, sinceramente tenía todos los atributos para serlo, pero nunca me hizo caso.
Dormía tan pacíficamente y con tranquilidad, que sin darme cuenta comencé a dejar suaves caricias sobre su piel, me encantaba hacerlo, a pesar de que ambos tengamos un carácter duro, al estar solos podíamos ser como quisiéramos, me perdí en su suave piel, mirándolo fijamente y con mis manos pasándolas por su lindo pelo, aunque sinceramente extraño su largo cabello.
—Tanto debíamos pasar para estar un momento así, ¿Ran?—Me preguntaba mentalmente, si bien nuestras vidas fueron difíciles, pero al verlo así y conmigo me daba paz.
—Mmm...te gusta acariciarme preciosa—Di un pequeño salto en la cama, no me había dado cuenta de cuando abrió los ojos, se le escuchaba su voz ronca al despertar, me gustaba mucho estar con el.
