RED | PASADO: ¿En serio?

XVI

— A todos los presentes, es de mi agrado poder estar ahora, dándole inicio a la apertura de esta Purgazzione por nuestra estimada Ecta, que el día de hoy, comienza su primer ciclo oficialmente, en su construcción a 'Honrada Dama'1...— 

Una ola de aplausos compuestos con elegancia progresivamente se elevaba en el ambiente.

En un plano general, se observa un patio decorado meticulosamente con azucenas blancas, ángeles en porcelana blanca y detalles en un brillante oro rosa ; eran parte del escenario, que recibía a un especial miembro de una familia practicante de las Purgazziones.

Yacía sentada en un sillón rosa, la jovencita de cabello castaño oscuro y de ojos oliva junto al orador, reprimiendo un sonrisa nerviosa.

La vestía esa mañana, un vestido de seda ligera color blanco, mangas holgadas que se ataban en forma de listón y que llegaban hasta sus muñecas; unas medias veladas blancas con zapatillas zuecas de este mismo color.

— Hoy, a tus casi trece años de edad, te vistes de blanco; color de gran importancia en nuestra tradición. Vestimenta que simboliza la pureza, lo correcto y demás sinónimos que enaltece a lo limpio... lo que aún no tiene puesta...—

Mientras el orador daba riendas a su discurso, la señorita mentalmente transfirió en segundo plano lo que se ejecutaba en escena.

«...No conozco ni a la mitad de los presentes... había escuchado que tendría una fiesta pronto, pensé que a la fiesta que se referían era a mi cumpleaños número quince...» Toma un largo suspiro «Trece años... han sido unos pesados días donde no he pensado mucho en Izeth gracias a unas asesorías sobre este tema familiar...ya conozco mejor la ley de prudencia de la GAFH, es por eso que me han pedido guardar secreto, pero ¿La verdad? Es que moría de ganas de contarle a él... me han confiscado mi móvil y difícilmente he podido conocer la situación de Izeth por medio de Jainer... al parecer...como yo, también ha tenido unos días ocupados...a veces, siento que lo he olvidado... pero... recuerdo aquel día que dijo estar enamorado de mi... y en seguida estoy allí de vuelta... Huh. ¡Ya! Tema aparte... o lograré deprimirme por él de nuevo»

Pensó mientras el orador terminaba su introducción.

«... logré entender una que otra cosa... me informaron más sobre las razones por las que han sido tan estrictos conmigo... pero... aún no entiendo por qué quieren ocultarme tanto... ellos le dicen "cuidar lo puro" ... ¡Sí claro, no soy estupida! Pero... ¿Para qué? ...tengo poder de decisión sobre lo que quiero hacer o no... es MI intimidad...»

Pero antes de seguir con su monólogo, notó que del público, específicamente las mujeres que habían asistido esa mañana ; se dispusieron a ponerse de pie, para proceder a formar una fila en frente de la señorita, todo acompañado de un tema clásico refinado de vals.

«Oh-oh... eh... recuerda lo que debes hacer... ahm... saludar ¿No es así? Eh-heh...» Dudó

Las damas invitadas poseían una flor de Azucena blanca en la mano, se acercaban acertando con un lento beso en la mejilla derecha y después a la izquierda, para cerrar el saludo. Como gesto final para darle el turno a la siguiente dama, le entregaban la flor de Azucena.

«Me gustan más los tulipanes púrpuras y blancos...Pero estos no están tan mal...»

—Querida Ecta—. Recitó en voz alta, una mujer de unos cincuenta años, aturdiendo ligeramente su comodidad debido al tono alto—. Aquí entregan con esta flor de Azucena, los mayores deseos bienintencionados de nuestras ya Honradas Damas para ti. Ellas, unas mujeres hechas y derechas, serán tu mejor ejemplo para seguir el camino de lo limpio hasta cumplir tus dieciocho años—